Un recital de la banda que más le gustaba, su canción favorita sonando en vivo y los labios del chico que, últimamente, lo volvía loco —y que también era su mejor amigo— sobre los suyos. Cualquiera pensaría que ese sería el momento perfecto, pero no fue así para Jimin... en parte.
Yoongi lo estaba besando, y se detuvo a pensar en esa acción. Para su amigo, como para mucha gente, un beso era algo común, algo que sabían hacer de memoria, algo compartido muchas otras veces en el pasado y, tal vez, insignificante con el paso del tiempo. Para otros, sólo podía significar cualquier cosa. Pero no para Jimin.
A su edad, podía parecer ridículo pensarlo, pero él esperaba que el beso fuera especial. Tal vez, por ser esa la primera vez que sucedía. Y lo fue. Sin embargo, las voces en su cabeza no se callaban. Algunas, optimistas, fabricaban imágenes en su mente de él y Yoongi juntos en una relación. Otras, le decían "sólo piensas eso porque él fue el primero en besarte, y porque siempre estuviste solo. Ahora que piensas que no lo estás, inventas un futuro junto a él, pero te olvidas de que para Yoongi sólo fue una confusión o un impulso. Un noviazgo ni siquiera pasa por su cabeza en estos momentos ¡Seguro ni siquiera quiso besarte! ¡Seguro se equivocó o lo hizo por la charla en la cual le dijiste que te sentías solo! ¿Por qué otra razón iba a hacerlo, más que por lástima?".
Algo dolió en su interior. Él siempre hacía lo posible para estar mejor, pero también era él mismo quien se encargaba de arruinar todo. Sus voces internas eran más fuertes, tenían más autoridad, cuando no debía ser así. Intentó no hacerles caso y volver a lo de antes, a enfocarse en el beso, en Yoongi... en llegar a tener una relación con él, pero se vio otra vez como se veía incluso antes de que llegara a sentir cosas por el mayor; cuando imaginaba qué sería salir con alguien. Al principio, todo era bello. Después —y sin que él lo planeara de ese modo—, se veía no siendo suficiente para la otra persona, siendo alguien pesado y asfixiante, siendo víctima de una ruptura provocada por su culpa, por su personalidad, por ser él.
Una lágrima cayó por su mejilla.
Yoongi se separó de Jimin con una suave sonrisa en sus labios. Aún tenía los ojos cerrados, hipnotizado por haber besado al muchacho. Pero al abrirlos, se encontró solo. Jimin no estaba.
Una multitud enorme los rodeaba. Lo buscó, pero no lo encontró. Lo llamó, pero no atendió. Preguntó por él, pero nadie lo había visto. Se quedó hasta tarde observando la mayor cantidad de personas que le fue posible para poder hallarlo, pero no lo hizo.
Era ya cerca de la una de la mañana. Yoongi quedó solo en las calles de Seúl, caminando hacia su casa, rogando que el menor estuviera allí... y que estuviera bien.
Se sintió torpe al recordar el beso. Creyó que tal vez pudo haber sido demasiado pronto para Jimin, y también se sintió egoísta al haber actuado sin pensar en cómo podría reaccionar su amigo.
Una vez que llegó a su casa, encendió las luces, dejó las llaves sobre la mesa y caminó por el lugar, buscando con la mirada, aunque sin encontrarlo.
Caminó hasta la puerta de su habitación, la cual estaba cerrada. Acercó su oreja a la misma y lo escuchó lloriquear. Quiso golpear antes de entrar, pero decidió no hacerlo. No podía dejarlo solo por más que él lo pidiera.
—Jiminnie... —entró lentamente y cerró la puerta con cuidado— ¿Qué sucede?
—Vete de aquí, hyung.
—No lo voy a hacer —se sentó a su lado.
Yoongi acercó su mano para acariciar su espalda, pero Jimin escapó de su tacto y volteó para no tener que mirarlo.
—¿Por qué te fuiste de esa manera?
—No quiero hablar, ahora.
—Escucha, si fue por el beso, yo--
—Sí, lo fue.
—Oh —apretó juntos sus labios, algo dentro de él se rompió—. L--lo siento, Jiminnie. No fue mi intención haberte hecho sentir incómodo.
Jimin sorbió por su nariz ¿Incómodo? De hecho, había sido mágico, pero la realidad —aquella que él creía verdadera— lo había golpeado muy fuerte, haciendo que abriera sus ojos y huyera lo antes posible.
Nuevas lágrimas se acumularon, nublando su visión.
—Ve a dormir, hyung. Es tarde.
—E--está bien.
Yoongi se levantó, fue hasta su cuarto y se cambió. Después, regresó a la habitación del menor y se metió entre las sábanas.
—¿Qué haces?
—Puede que haya actuado como un tonto, o que te haya hecho sentir mal y que no me quieras cerca, pero sería aún más idiota si te dejara solo, así que pasaré la noche contigo.
—No tienes qu--
—Quiero hacerlo.
El silencio le indicó a Yoongi que podía quedarse. Se acomodó y, poco después, atrajo a Jimin en un abrazo, colocando la cabeza del muchacho sobre su pecho y dándole suaves caricias sobre su cabello, hasta lograr que quedara dormido.
Yoongi se encontraba tan sumergido en sus propios pensamientos, que no supo en qué momento Jimin había caído rendido en sus brazos, o cuánto tiempo llevaba haciéndole mimos. Aún se sentía culpable porque, anteriormente, Jimin era el único que se hacía daño a sí mismo. Sus lágrimas y sus pésimos estados de ánimo eran causados por su cuenta. Pero no esa noche. Jimin había llorado y se había sentido mal, pero el culpable había sido Yoongi... al menos, él lo sintió así.
Cuando estuvo seguro de que Jimin estaba en un sueño profundo, salió sigilosamente hasta su habitación, dejándolo solo. Ahora, sintiendo que era él quien había comenzado a asfixiar al menor con sus cuidados, y creyendo que lo mejor sería tomar un poco de distancia, aunque sea por un tiempo. No era lo que quería, pero si eso hacía que Jimin se sintiera mejor, lo haría sin pensarlo dos veces.
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Sé que dije que iban a tener que esperar para el próximo, pero no aguanté, ahre, la que tiene que esperar soy yo, creo que debo calmarme un poco con esto
En fin, espero que les haya gustado 💕
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Alone [Yoonmin] ©
FanficLos sentimientos de soledad y tristeza estaban destruyendo a Jimin poco a poco. Yoongi se encargaría de cambiarlo.