Jimin estaba sentado sobre el sillón de la sala. Era ya de noche, y se encontraba inquieto. No por el supuesto admirador secreto, quien ya se había marchado y había resultado ser uno de sus mejores amigos. Tampoco por el hecho de estar solo, sino porque estaba lloviendo afuera, y sabía que iba a empeorar. Recordó a Yoongi... y lo mucho que este odiaba las tormentas.
Miró la hora en su celular. Era ya un poco tarde y, como si lo hubiera estado llamando con el pensamiento, la puerta se abrió y el mayor entró, empapado. Se sacudió como si fuera un cachorro y soltó un largo suspiro. Jimin corrió hacia uno de los cuartos, y volvió con una toalla entre sus manos. Con ella, secó el rostro, los brazos y los mojados cabellos de su amigo, quien le sonrió cálidamente.
—Eres un tonto ¿Por qué no llevaste un paraguas?
—No creí que fuera a llover.
—Era obvio —rió suavemente.
—Iré a tomar una ducha, ¿Sí? Ya regreso.
—Está bien.
Jimin vio al mayor desaparecer por el pasillo hacia su habitación, y se balanceó sobre sus propios pies. Fue hacia la cocina y preparó la cena para los dos. Sabía que Yoongi estaba muy cansado, y quiso hacer aquello por él, como hacía casi siempre.
No pasó mucho hasta que estuvo lista la cena, o hasta que Yoongi salió de bañarse. Tampoco hasta que terminaron de cenar. Cuando eso pasó, Jimin se paró en rincón de la cocina, mirando con atención al otro joven, quien, tras haber insistido, estaba lavando los platos.
—Por cierto... me visitó el admirador secreto.
Yoongi soltó una silenciosa risa. Jimin se cruzó de brazos.
—¿Qué es tan gracioso? ¿Fue divertido haberme visto al borde del llanto y temiendo por mi vida?
—No lo fue. Yo ya sé cómo eres. Sé que incluso estando lleno de temor, eres muy valiente y astuto. Habrías estado bien —cerró la canilla y secó sus manos—. Sin embargo, te dejé solo porque sabía que era Hoseok ¿Acaso crees que te habría abandonado de esa forma si desconocía su identidad?
—Bueno--
—Ni aunque me hubieras dado el discurso más convincente del mundo, explicándome cómo podrían echarme, habría ido al trabajo. Me habría quedado contigo —se acercó a él, tomó sus mejillas y le dio un pequeño beso en la nariz.
—E--estás muy afectuoso últimamente, hyung —mencionó, sonrojado.
—Lo siento.
—No fue una queja —sonrió.
Jimin soltó una muy suave risa. Estaba por decir algo, pero vio cómo Yoongi comenzó a bostezar. Por eso, decidió que callaría sus palabras. Antes que seguir hablando, prefirió hacer algo mucho mejor: puso ambas manos sobre los hombros del mayor, lo volteó y lo fue llevando hasta su cuarto.
—Estás muy cansado. Deberías dormir.
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Alone [Yoonmin] ©
FanfictionLos sentimientos de soledad y tristeza estaban destruyendo a Jimin poco a poco. Yoongi se encargaría de cambiarlo.