Alone [Yoonmin] ©

33 - "A escondidas"

El departamento se encontraba en silencio. Era lunes, muy temprano en la mañana. Yoongi se levantó del sofá sin haber hecho el más mínimo ruido, para poder ir a alistarse. Caminó en puntitas de pie hasta su cuarto, y se cambió. Luego de haber agarrado sus cosas, salió y soltó una serie de maldiciones tras haberse asustado al haber visto a Jimin frente a él.

—Lo siento, me asustaste.

—¿A dónde vas?

—A un lugar.

—¿Cuál?

—Debo atender un asunto de urgencia. El deber me llama.

Jimin soltó una suave carcajada y se cruzó de brazos.

—¿No te quedarás con nosotros? En cuanto Hoseok despierte, desayunaremos todos juntos.

—Lo lamento, Jiminnie, pero no puedo hacerlo.

El menor quiso preguntar otra vez a dónde iría, pero se contuvo. Sólo asintió con la cabeza y se movió hacia un costado para que pudiera pasar. Yoongi se acercó a él, acarició su labio inferior con su dedo pulgar y lo besó.

—Nos vemos en el trabajo.

Jimin frunció sus cejas y caminó hacia el comedor. Su amigo estaba despertando. Este alcanzó a saludar al mayor con un asentimiento de su cabeza, mientras estiraba sus brazos. Yoongi se marchó. Hoseok frotó sus ojos, somnoliento.

—¿A dónde fue?

—No tengo idea. No quiso decirme.

—Ah, no importa.

—¿Seguirás durmiendo?

—No, ese tonto ya me despertó.

—También a mí —rió.

Jimin se sentó junto al mayor, y suspiró. Hoseok lo atrajo en un amistoso abrazo.

—Deja de pensarlo demasiado.

—¿De qué hablas?

—No creo que lo oculte porque sea algo malo, sino porque puede ser una sorpresa.

—Sólo me sentía intrigado, no había pensado en algo malo...

—Ay, por favor... ¿Qué puede ser?

Jimin jugó con sus dedos, nervioso. No le gustó pensar en lo que, en ese momento, apareció en su mente.

—¿Y si ve a alguien, hyung?

—¿Qué?

—No me engaña, ¿No?

—¿Por qué lo haría?

—Porque--

—No empieces a menospreciarte.

Jimin calló. Hoseok supuso que la razón era que aún no se creía del todo suficiente para el mayor.

—Conozco muy bien a hyung. Como cualquier ser humano, puede tener esa parte que se tienta por estar con alguien que no es su pareja. Sin embargo, confío ciegamente en él, ahora. En primer lugar, porque él siempre fue alguien que dijo las cosas de frente. Si ya no se sintiera atraído hacia ti, ya te lo habría dicho. En segundo lugar, te ama mucho. Supongo que no hace falta que yo te lo diga, porque estoy más que seguro de que te lo dice todo el tiempo.

—Lo hace.

—¿Ves? En todo caso, si esto no te convence, intenta hacer algo tú.

—¿Qué cosa?