Alone [Yoonmin] ©

25 - "Espera"

Jimin y Yoongi estaban sentados en el sillón de la sala de su apartamento. Estaban disimuladamente tomados de las manos. El mayor acarició los pequeños dedos del más chico para tranquilizarlo, y este le sonrió mínimamente, agradecido.

Por otro lado, Hoseok caminaba de una punta a la otra de la habitación, con sus manos detrás de su espalda y el ceño fruncido. Se giró repentinamente hasta quedar mirando de frente a sus dos amigos, quienes se asustaron ante aquella acción.

—Ese abrazo en el ascensor, sus manos entrelazadas justo ahora... hay algo que no me están contando, ¿No es así?

—B--bueno--

—Le dije a Jimin lo que siento por él.

—¿¡QUÉ!? ¡JIMIN! ¿¡QUÉ LE RESPONDISTE!?

—Le conté la verdad, también —se sonrojó.

—Venimos de tener una cita.

—No puedo creerlo —negó con la cabeza.

—¿Qué? Insististe una y mil veces para que confesara mis sentimientos. Creí que estarías feliz.

—¡Lo estoy! ¡Pero lo estaría mucho más si me hubieran contado antes!

—Pasó ayer, Hoseok. No seas dramático.

—Ah... —sonrió, se sentó en medio de los dos y los abrazó con fuerza— ¡Me siento tan feliz por ustedes dos, idiotas!

—Gracias... supongo.

—No lo dije tan literal, Jimin, es sólo una manera de decir que fueron unos lentos.

—¿Sabías lo de Yoongi?

—¡Por supuesto! Me lo había dicho luego de que ustedes fueron a ese concierto.

Jimin se sintió pequeño en su lugar. No tenía idea de que le gustara a Yoongi desde hacía tanto tiempo. Incluso recordaba que, antes de que todo se descontrolara al haber compartido sus preocupaciones aquella noche de lluvia, el mayor había estado hablando y coqueteando con alguien de su clase. No podría haber imaginado jamás que terminaría fijándose en él.

Yoongi, por su parte, se sonrojó. Sin embargo, creyó que era una buena idea que Jimin estuviera al tanto de aquello.

De pronto, el celular de Jimin sonó.

—Con permiso.

Ambos lo vieron pararse e irse para atender el teléfono. Hoseok miró a su otro amigo, y levantó reiteradamente sus cejas.

—¿Hacía falta que dijeras eso? —abanicó su cara con una de sus manos, aún sintiendo el calor que había atacado a sus mejillas hacía un rato.

—Agradece que no conté la parte en la cual me habías sacado de una importante clase para decírmelo.

—Algún día se lo contaré. Será tierno si lo menciono en algún momento de tensión.

Ambos rieron. Hoseok negó con la cabeza.

—¿Quién lo diría? No puedo creer que ustedes por fin estén saliendo.