Decidió tomar una misión simple por hoy, estaba nublado afuera, un clima muy pesado para hacer mucho esfuerzo. Igual disfrutaba de charlar con los gatunos Purrekos.
Como nadie tenía ganas de ir con los gatos, ella iba de un lado a otro entre las tres tiendas, haciendo de la señorita recados. Cada tanto se cruzaba con Ykhar igual de ajetreada que ella, se reía porque se sentía en su zapatos.
Llevando cosas por aquí por allá, se recorría medio C.G. aunque su momento más incómodo era en la plaza del mercado, o en la cantina. Se sentía tan aplastada por tantas miradas. Muchas veces eran chicas, y sabía porqué.
Desde que llegó captó la atención de Nevra, porque es bien sabido que la sangre humana es deliciosa para ellos, los vampiros... Suele coquetear con ella, aunque le guste y sea divertido, sabía la razón de fondo. Nunca le intentó atacar el cuello, y nunca le dejaría, no comprendía porque ese resentimiento hacia ella, él continuaba con sus visitas a otras recámaras. Pero esas miradas le seguían imponiendo.
Siempre disfruta de la compañía de Nevra, y de sus cariños, pero le resignaba que nunca tendría un significado real ¿Tal vez con el tiempo? Tal vez...
Por ser humana ya tenía tratos especiales, cuando la guardia no ganaba, sus castigos (si es que tenía) eran menos pesados a comparación del resto. Siempre la justificaba que porque era novata, porque era humana, porque era nueva. Pero cada vez esos argumentos perdían consistencia, porque Gardienne cada vez sabía más.
Le amargaba tener un trato especial, quería que ser como el resto. Por culpa de sus "lujos" de novata, se sentía excluida, apartada, no podía integrarse nunca a su guardia.
Siguió sus deberes con un rostro más apagado. Pasó la tarde y anocheció junto a un lindo diluvio.
- ¿Y ahora qué?- se dijo parada en la entrada de la tienda de Purrerú, mirando como caía el aguacero.
- ¿Sabes que te ves más hermosa sonriendo?- le susurró Nevra al oído, pegó un saltito antes de voltear a ver.
- ¿Cómo haces eso?- preguntó apartándose para evitar esa cercanía que le alteraba.
- Creo que ya deberías saber- alzó las cejas sugerente.-¿A qué se debe ese rostro de angustia?- preguntó tomando cercanía de nuevo, ella volvió a correrse disimulada.
- ¿Sabes? si no fuera por Karenn, no tendría otra amiga en nuestra guardia-.
- ¿A qué te refieres?- Gardienne lo pensó un poco, tal vez heriría sus sentimientos, tal vez no lo hacía de coqueto, solo de juguetón. ¿A quién engañaba? Le encantaba esa actitud de Nevra, medio paternal, seductor, bromista.
- No... no es nada- dijo fingiendo sonrisa, y utilizando como pudo su corto abrigo, salió dirigiéndose hacia el C.G. siendo ametrallada por el diluvio. Pronto el peso de la lluvia dejó de golpearle.
- Oye, vine a buscarte para que no resfríes y te mojas igual- cuando miró hacia arriba él los estaba protegiendo con su ancha bufanda. Un calor se apoderó de su corazón, se apartó ese sentimiento de inmediato.
- ¿Cómo sabías que estaba aquí?-.
- Yo lo sé todo de ti <3 - Gardi bufó conteniendo una risa.
- Creo que eso es acoso-.
- Pero es con amor <3- al mirar a un costado, vio a unas chicas con las hombreras violetas de su guardia, también resguardadas del diluvio.
- Ah, mira, allí hay unas chicas de la guardia- mencionó, el miró rápidamente -Yo ya estoy bien, ve a ayudarlas-.
- ¿Ya te quieres deshacer de mi?- preguntó haciendo una mueca de dolor, como si le diera en el corazón.
- Sí, eres un pesado- le contestó graciosa y le dio un golpecín en la nariz con un dedo. Arrugó la nariz divertido y ella se safó de su techo.
Dentro de las paredes, protegida de la tormenta de afuera, fue a su habitación a secarse pronto con una toalla. Se sonreía cuando recordaba que la fue a buscar, pero como siempre sacudió la cabeza para no seguir con las ilusiones.
Se durmió apenas tocó la cama.
-Apúrate
¿A dónde vamos?
miro atrás, unos hombres nos siguen furiosos.
me da miedo
-Rápido Gardienne
las piernas me tiemblan.
Tengo miedo Nevra.
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Me haces feliz. (Nevra)
RomanceNevra gusta de pasar de cuello a cuello, cama a cama. Su vida es así, su belleza se lo permite. Pero desde que llegó Gardienne, la humana, recurría a esos pasatiempos con menos frecuencia, ella era aún más atractiva, cuya sangre sabía que era del...