Me haces feliz. (Nevra)

Capítulo 9

Ella se tensó al recordar brevemente la intimación que tuvieron hace unos momentos.

- ¿Pasa algo Nevra?- le susurró mirándole, él la miró extrañado -¿Has alcanzado a oír algo?-.

- No, no realmente... anda, creo que van a tener una reunión importante, volvamos- salieron a través de la puerta de emergencia secreta.

 Ella sabía que escuchó algo, la mirada de picardía le cambió a incomodidad y preocupación. No dijo nada en todo el camino, solo frases vacías intentando ser atrevidas, pero no le salía. No quiso decir nada, porque no era el momento indicado. Se separaron apenas llegaron al kiosco central.

La noche cayó rápidamente, Gardienne observaba el cielo estrellado desde su ventana. Hasta que llaman a la puerta:

- ¡Ya es hora de la misión!- dijo Karenn del otro lado del umbral, Gardi salió de su habitación para caminar junto a la vampiro por los pasillos -¿Y por qué esa cara?- preguntó finalmente.

- Nevra está extraño...- dijo triste, sin comprender que había sucedido.

- La verdad yo también lo noté, pero seguro se le pasará rápido como siempre-.

- Sí, creo que sí...- Karenn sabía que unas simples palabras no la reconfortarían.

- Sabes... él es especialmente bueno en recomponerse rápido para poder seguir- miró a la nada con cierta tristeza- lo ha hecho siempre- volvió a mirar a la humana, y le sonrió- seguro ya está mejor-.

Caminaron hasta llegar a la salida del refugio, donde se encontraron junto al resto en muchedumbre. A Gardienne le causaba gracia que todos los de su guardia, a esa distancia parecieran sombras. Cuando se juntaron al grupo, escuchó la voz de Nevra comenzar a carraspear, intentó pararse de puntitas para verle.

- De acuerdo chicos. La actividad será la siguiente, todo ustedes se esparcirán por el bosque, sin adentrarse en sus profundidades. Cuando vayan saliendo van a recibir una cola de zorro adherible preparada por los de la guardia de alquimia, esta es especial, se unirá a ustedes como si fuera suya de verdad. Por otro lado también recibirán una daga, creo que ya se hacen una idea ¿no?- sonrió malicioso, se miraron entre ellos haciendo expresiones de dolor- El que alcance a recolectar diez colas de sus compañeros, habrá ganado, y el que pierda la cola, le cederá las suyas a quién se la cortó y volverá a la pradera. Nadie podrá hacer ningún tipo de trampa, porque esos ojos los vigilaran- golpeó el pecho de Jamón quien se encontraba a su lado, su cabeza era lo único que ella podía ver. Gardienne se rehusó mentalmente, iba a perder, iba a ser la primera víctima- La actividad terminará apenas amanezca. Con esto trabajaran el sigilo, la velocidad de huida, el escondite y a estar más atentos a sus sentidos. Además del trabajo en equipo, y la conveniencia propia frente a un enemigo en común, porque aunque entre un poco más tarde, también jugaré- sonrió con malicia.

-¿Su cola valdrá más?- preguntó uno al fondo levantando la mano.

- Mi cola vale por diez, si es que la consiguen- Todos se miraron entre si con complicidad, sus miradas decían claramente "yo te cuido la cola, si tu me cuidas la mía". Trabajar sobre la desconfianza y traición, es importante para cualquier espía-.

 Cuando era el momento de hacer fila, todos hicieron un vacío, trataron de irse lo más atrás posible. Ella extrañada quedó primera, cuando se acercó a la salida una mujer de rostro amable llevaba un manojo de colas.

- Necesito que te bajes un poco el pantalón- ahí lo comprendió, vergonzosa lo hizo. La señora se acercó lo suficiente como para taparle mientras le colocaba la cola.

- Espera, yo lo haré- dijo Nevra acercándose y tomando la cola de su mano. Dejó la caja de dagas que llevaba consigo en el suelo. De forma involuntaria ella se levantó de nuevo el pantalón.

- Te quiero bien lejos de mi trasero por favor <3- dijo claramente, él le bufó.

-En otra situación no hubieras dicho lo mismo- le susurró inclinándose cerca de ella.

- Eso quisieras- contestó atrevida, y él le arqueó las cejas, diciendo claramente "ah, ¿Sí?". La mujer amable tosió fuerte, Gardi volvió a enseñarle lo más cercano de la coxis, mirando mal a su jefe. Cuando acercó la cola de zorro a esa zona, sintió como una especie corriente eléctrica, que le recorría toda la columna vertebral, un cosquilleo que recorrió de punta a punta su cuerpo. Era un poco gustoso admitió. Le dio vergüenza pensar en la cara que puso.

- ¿Qué tal estás?- le preguntó la señora. Gardi procesó un poco, se sentía raro tener una cola, casi como si fuera un brazo más.

- Supongo que normal...- dijo mientras se daba vuelta, y sacudía la cola sin parar, Nevra le depositó la daga en la mano. 

- Te queda muy bien <3- no pudo evitar comentar.

- Ya quiero ver como te va la tuya- dijo y se dirigió hacia el bosque.

 Mientras bajaba por la pradera, no podía evitar pensar en lo incómodo que era que su cola sobresalga por su pantalón, muy incómodo, pero tampoco podía dejar que estuviera aferrada a su pierna. Estuvo dando vueltas viendo como acomodarla correctamente.

Una vez dentro del bosque, avanzando lo más rápido que podía, ya que antes que los demás la alcanzaran, podía hacer cuanto ruido quisiera.

Y pensaba ¿Qué hago? ¿Cómo? ¿Acaso voy a durar algo? Lo mejor que sabía hacer era la defensa de uno mismo, pero considerando en que casi todos estaban emparejados, no iba a poder contra uno, mientras que el otro oculto esperaría el momento perfecto. Se tenía confianza en el manejo de la daga, tal vez solo le quedaba quedarse escondida.

Subió a la copa de un árbol frondoso, y quedó allí arriba esperando tranquila, al amanecer o a la oportunidad perfecta.

Nevra se encontraba todavía en la pradera, ya había pasado una hora, miraba hacia el bosque, escuchando muy atento, observado si había las luces del desprendimiento de colas, hasta ahora ninguna. La amable señora se encontraba con papel en mano para anotar las que veían.

Ella seguía allá arriba, y sus nervios crecían, escuchaba como pasaban corriendo de un lado a otro. Estaba controlando hasta el ruido de su respiración. Cuando vio una luz verde media blanquecina, su curiosidad despertó.