Capítulo 14

1K 95 20
                                    


-¡Despierta!-.

Al escuchar eso, volvió en sí, y dio una fuerte bocana de aire. Siguió inhalando y exhalando profundamente hasta que pudo normalizarse. 

-¿Te encuentras bien?- dirigió su mirada a donde provenía esa melodiosa voz. Era Eweleïn, gracias al Cristal. Gardienne empezó a sollozar mientras negaba, ese sueño de nuevo. Tenía mucho miedo, ¿No había escapatoria acaso? ¿La perseguiría toda su vida?

- Oh por el Cristal...- musita la enfermera, observando detenidamente su cuello. Corre su cabello cenizo, y posa sus manos delicadamente, a penas lo toca la humana salta del dolor -Tenemos que ir rápido a la enfermería- la tomó del brazo, y básicamente la arrastró por los pasillos hasta llegar al lugar.

Allí se encontró algo inesperado, pero a la vez no. Una de las camas la ocupaba Alajéa, profundamente dormida y algo pálida. Gardienne no era la más disimulada para mirar, así que la elfo suspirando le dio una explicación:

- Ya me enteré que Nevra dejó la "dieta"- la humana asintió, se acercó a la cama donde estaba su compañera del mar, para correrle un mechón de pelo que tapaba su cara.

- ¿Ella está bien?- preguntó todavía mirándola ¿Así iba a terminar si Nevra hubiese bebido de ella? Le daba culpa. Si tan solo no hubiese dicho eso...

- Sí, se recuperará pronto, es una leve decaída- respondió mientras revisaba unos estantes -pero deberías preocuparte más por ti misma- Gardienne tragó saliva, recordó la pesadilla, con la mano temblorosa rozó su cuello, y otra vez volvió a estremecerse en dolor. Se acercó al espejo más cercano para observar ese "hermoso" collar color rojo con ápices de morado, plasmado como un tatuaje alrededor de su garganta. Se sentó donde pudo, y una calma de terror se quedo quieta mientras Eweleïn le revisaba, le colocaba una crema y luego la vendaba. 

Esa extraña actitud de cordero que quedó de trauma cuando casi lo caza un lobo, le daba mucha tristeza a la enfermera. La humana siempre andaba con cierta actitud positiva, al menos mostraba algún otro sentimiento. La observó detenidamente y le dio un abrazo para intentar reconfortarla. Notó que entre sus brazos la humana relajó los hombros, y suspiró.

- Mira, tú relájate, mientras iré a buscar a Miiko y los demás- dijo finalmente la enfermera antes de retirarse.


 Cuando llegaron a la enfermería, el escenario con todos esos personajes lucía de cierta forma caótica. Miiko se encontraba con todas las chascas, y con sus ojos desorbitados por la sorpresa, Leiftan se encontraba en un estado de preocupación y sueño. Valkyon estaba como siempre, en cambio Nevra lucía resacoso, con fuertes dolores de cabeza, inclusive Eweleïn le acercó un vaso de con un contenido celeste.

Finalmente todos voltearon hacia Ezarel.

- Es un ataque real- afirmó como si recalcara una obviedad.

- Pero ¿Cómo?- dijo consternado Leiftan. El elfo carraspeó para centrar toda la atención.

- Tengo una teoría, que concuerda bastante, sin embargo su desenlace me parece algo bastante raro, pero probable. Necesito confirmarlo con Cryllis-.

- ¿Y qué hay con el incienso?- preguntó Miiko.

- Está casi listo, falta que haga reposo hasta mañana- hasta mañana

mañana mañana mañana. Resonó en la cabeza de la humana, palideció más de lo que estaba. Leiftan notó aquello.

- ¿Es necesario ese reposo?- preguntó. Ezarel se limitó a asentir mientras encogía los hombros. Se miraron entre sí de forma triste.

- De cualquier forma, entre más avancemos mejor. Pediré a Ykhar que vaya a buscar a Cryllis, mantente en la sala de alquimia- ordenó Miiko, salió de la enfermería rápidamente seguida por Leiftan.


Poco a poco se fueron retirando de la habitación, dejándolos solos.

- Perdóname- pidió Nevra apenado, de forma increíble mantenía cierta distancia de ella. Gardienne levantó la mirada - Ayer... fui muy duro contigo. Realmente no tenía intención de gritarte- se rascó la nuca nervioso. Ella sonrió, una paz dulce y tibia reconfortante.

- Bueno ya- dijo mientras se levantaba. Se acercó a la puerta para retirarse.

- ¿Tienes planes esta noche?- rompió el hielo el vampiro, con cierto tono sugerente, le siguió el ritmo a los pasos que avanzaban de la humana.

- ¿Transnochar? No pienso pegar un ojo-.

- Transnochar es mi especialidad- recalcó orgulloso. Ella lo observó elevando una ceja -No de la forma que piensas- quiso excusarse, Gardienne volvió a mirarlo con los ojos entrecerrados de forma acusadora - bueno, tal vez sí un poco-.

- Lo suponía- dijo restandole importancia, ya le resignaba. Su cuello dolió brevemente al volver a mirar el camino, tragó saliva costosa, pensar en la noche la ponía enferma.

- Cuidado, no seas muy brusca con tus movimientos, te vas a hacer daño- le retó Nevra corroborando sus vendas. 

- ¡Nevra! Te necesitamos por aquí- escucharon un llamado desde afuera, era uno de los chicos de su guardia. El vampiro dirigió la mirada hacía allí para luego maldecir por los bajos, volvió a prestarle atención a su humana.

- Te tengo que dejar, no me extrañes ¿si?- dijo tomando su mano.

- Pf- contuvo la risa Gardienne.

- Hubiera preferido que me despidieras con un pañuelo desde un muelle como si partiera en barco a un lugar remoto-.

- ¿Cómo hiciste cuando me fui a las tierras de Jade?- Nevra sonrojó levemente.

- Estás muy atrevida desde la última actividad ¿eh?- la retó tirando de uno de sus cachetes. Se alejó lanzándole un beso mientras se iba. Gardi fingió tener un pañuelo en la mano y lo despidió.


Fue hasta la cantina para pasar un rato con las chicas.



 Ezarel se encontraba repasando sus apuntes, buscandole alguna contradicción, pero todo cerraba a la perfección, y no estaba haciendo uso de sus excelentes capacidades para elaborar posibles resoluciones.

 Finalmente tocaron la puerta.

- Pase- musitó aun concentrado. La pelirroja coneja se asomó por la puerta, abriéndola y dándole paso al invitado. Su bastón hizo ecos dentro de la sala.

- Me han dicho que puedo ser de ayuda- empezó la conversación Cryllis.

- Sí, y te tengo una lista de preguntas- dijo mostrándole el papel donde las tenía.

- Cuando quieras-.

- Primero que nada, ¿Es posible qué...

la inestabilidad del Maaná emanado del Cristal de forma directa, debido al festival del Oráculo, influya en el espacio de los sueños, la inconciencia colectiva y por así decirlo "la realidad"?



Cryllis lo observó severo







-Sí- respondió.




Me haces feliz. (Nevra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora