Se levantaron de prepo al escuchar los gritos de afuera.
- ¿Q-qué? ¿Qué sucede?- preguntó desconcertada Gardienne tapando sus pechos con la sábana. Nevra ya estaba recogiendo sus prendas tiradas para vestirse.
- No sé, pero escucho muchos chirridos de espadas que me irritan-.
Ella también empezó a revolver en su armario, colocándose nueva ropa, estrenando su armadura.
El vampiro quedó observando.
- ¿A dónde vas?- le cuestionó con el ceño fruncido.
- Voy a ir a pelear- dijo muy segura, sin dejar de quitarse las lagañas.
- Ah, nononono, eso no- contradijo acercándose en vano porque ella ya tenía puesta protección, y solo le restaba encontrar su arma.
- ¿Cómo que no?- dijo agachándose checando por su espada bajo su cama.
- Tu no irás a ninguna parte, quédate aquí a salvo- dijo con autoridad poniéndose entre ella y la puerta.
- Tengo que ir Nevra, es mi deber- contestó colocándose correctamente la funda de su arma.
- No, ellos te buscan a ti. Quédate aquí-.
- Con más razón debo-.
- ¡No!- dijo perdiendo la paciencia- Te quedas aquí, es una orden- dejó en claro poniendo el pecho y toda la autoridad en su voz. Su ojo reflejaba su decisión, pero ella no se hizo atrás y desafió su mirada.
- Yo ya no pertenezco a tu guardia. Soy obsidiana- tras su afirmación avanzó decidida empujando su hombro contra el de él, cruzando el umbral a zancadas.
- Gardien-Más gritos, más intensos aturdieron sus oídos.
Miró como se le escapaba la humana, aquellos llamados de emergencia no se podían hacer esperar.
- Mierda- juró, acortó camino saltando por la ventana.
Gardienne se fue abriendo paso, yendo contracorriente de los habitantes del C.G. que corrían a refugiarse en las instalaciones. A medida que salía iba haciéndose dentro del campo de batalla, las llamas se hacían con el horizonte, contrastando las violentas siluetas que armaban la guerra. Se adentró sin pensar mucho, buscando a sus aliados, haciendo a un lado a sus enemigos. En el caos se encontró a la espalda su lider, quien con fiereza enfrentaba a varios contrincantes a la vez, alzando su hacha, dando cortes justos y puños certeros. Todo dejó de ser en cámara lenta cuando estuvo a su lado cubriendose las retaguardias mutuamente, y en lo que defendían en sus vidas, pensaba ¿Cómo podría detener esto? evitar toda la sangre en vano, un punto, un alguien, un líder que estuviese dirigiendo todo aquello. Y otras cosas se le pasaban por la cabeza, Nevra, ¿Dónde estaba Nevra? quería confiar con todo su corazón en sus habilidades, que estaría en una mejor situación que ella, burlando a todos con astucia, agilidad y demás.
Un golpe ensordece su vista, su cabeza da vueltas y siente que se eleva. Tarda hasta poder escuchar como gritan su nombre y gruñen. Mira lo que puede y entiende que este no es de los suyos. Observa el piso mientras se hace con sus sentidos, se endereza y va directo a los ojos, aprieta fuertemente sus pulgares dentro de ellos con la poca fuerza que tiene despierta, el hombre grita y la arroja ferozmente al piso, arrastrándola unos cuantos metros. Cuando al fin ella puede sentir la tierra en las manos y piernas, intenta levantarse aun dándole todo vueltas, habiendo pitidos en sus oídos, doliendole todas sus entrañas. Sacude su cabeza como si de algo fuera a ayudar, y con las piernas flanqueado se pone de pie. Mira a su intento de raptor y lo taclea de una ida, este cae sin resistencia, se ven enfrentados en una pelea de suelo. Ella se le hinca encima para darle puñetazos donde quepa, quitándose la hombrera, con ella lo ataca desesperadamente, para poder irse ya, deshacerse de él, poder recuperarse. Cuando se encuentra con sus ojos, se detiene, el rostro, la mirada, la mirada de un humano que le quiebra el alma, la de su persecusor de las noches. Piensa, que mierda, que mierda esto ¿por qué?
- ¿Por qué?- le pregunta desgarrada, viendo las graves heridas abierta que dejaban ver su humano interior. Camilo, tan consciente de la fragilidad de Gardienne, con lo que le queda, habla.
- Es por nuestro bien, la supervivencia de los humanos, contigo, contigo podemos revivir nuestro hogar, nuestra hermosa humanidad, las costumbres, todos lo que no podemos tener de vuelta- la mira intenso, tratando de transmitirle su tristeza - yo sé, que nunca fue la forma, pero, nunca accederías. Es que tu tienes algo especial, algo que nosotros los humanos, nos dejaría tal cual somos pero no seríamos vulnerables ante todas estas razas extrañas que nos oprimen por nuestro pasado-.
- No podemos simplemente coexistir, ¿Cómo iguales?- dijo rompiendo en un llanto, teniendo una regresión, sobre todo lo que le cuesta adaptarse, ser parte, de este mundo que odia su etnia.
- No, no se puede, ya los ves, siempre juzgándonos, odiándonos-.
- ¿Hacía falta llegar a esto?-.
- Sí tan solo hubieses accedido antes- dijo, rompiéndole el corazón con una flecha de culpa que le envenenó el cuerpo.
- Si, si me voy contigo, tu, ¿dejas el lugar?-.
- Te lo juro-.
Ella pensó, en unos breves segundos, todo. Todo C.G. le vino a la cabeza, cada uno de los rostros, recuerdos, alegrías y desgracias.
Susurró para si misma "Nevra"
- De acuerdo- el hombre se la quito de encima de un empujón, dejándola inmóvil en el piso. Sacó de su cinturón, una daga, que tenía un extraño resplandor verde.
- Tú accediste- dijo con una sonrisa victoriosa y se lanzó a apuñalarla, Gardienne estupefacta por la acción, se quedó paralizada en el lugar.
- Ya quisieras hijo de puta- gruñó furioso Nevra, mientras agarraba de la espalda a Camilo y lo lanzaba a un lado, dejandolo tirado.
- Nevra- musitó con alegría, extendiendo los brazos, a los que él no se negó, la elevó de un abrazo y se hundió en su cuello, aspiró todo su aroma, y inundó sus oídos de sus sollozos contentos y aliviados. Una cura al alma en medio de una batalla. Pero enseguida una tensión en ella lo alarmó, un suspiro saliente de su boca en tono de alarma le hizo darse vuelta rápidamente.
Sientió algo, que no le dolió de forma física.
- ¡NEVRA CUIDADO!- tardó ante la velocidad de él, en decir Gardienne.
Cuando vio aturdido en su abdomen, estaba la daga, la daga que resplandecía de color verde, un verde que no presagiaba nada bueno.
Sintió, como si se le fuera el alma. Deforma literal.
Ella atrapó como pudo su cuerpo inerte, mirando con desesperación a todos lados, en busca de una ayuda. Y cómo si Valkyon lo hubiera sentido, volteó su dirección, observando la escena. Corrió a toda su velocidad a su rescate, sacó volando de un hachazo a Camilo, quien quedo tirado pero esta vez muerto.
- NEVRA POR FAVOR- gritaba con la voz desgarrada Gardienne, sacudiendo a su vampiro, acariciando, moviendo su cabello, lo que fuese.
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Me hubiese gustado que quedase mejor, pero al dejar de jugar Eldarya le perdí un poco el toque. Prometo un final, cueste lo que me cueste ;A;
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Me haces feliz. (Nevra)
RomanceNevra gusta de pasar de cuello a cuello, cama a cama. Su vida es así, su belleza se lo permite. Pero desde que llegó Gardienne, la humana, recurría a esos pasatiempos con menos frecuencia, ella era aún más atractiva, cuya sangre sabía que era del...