Capítulo 5.

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-¡Gardienne! ¡Despierta Gardienne!-

Intenta con todas sus fuerzas parpadear, queriendo escapar de esa pesadilla. Si hacía falta desearía un sacudón, un par de cachetadas.

- Ayuda, ayúdame...-gime aún entre sueños. Karenn la sacude con desesperación, asustada de aquellos socorros, le da un par de cachetadas, nada la despierta. Pronto la asfixia de Gardienne hace que entre en pánico.

Súbitamente una idea le trepa por la cabeza, asoma sus colmillos y ataca su cuello veloz.

La humana se queja del dolor despertándose al fin. Se soba en la herida manchándose un poco de sangre.

-Gardienne, al fin despiertas, has gritado toda la madrugada- dice aliviada Karenn, mira incómoda a su herida- Disculpa por eso, fue la desesperación-.

- No, la verdad, gracias. Deseaba que alguien me despertara. Sea como sea- se corrió el sudor frío que le recorría la frente, recordando aquellas imágenes movidas de sus intentos de salvarse.

- ¿Era un sueño lúcido?- preguntó acomodándose mejor en la cama.

- Una pesadilla lúcida, no podía escapar- su estómago, se apretujó, se soltó y revolvió. Hace tanto no vivía un miedo en tal estado puro.

- ¿Qué has soñado?-.

- No... no me apetece hablar de eso, todavía no lo asimilo- dijo aturdida, Karenn asintió comprensiva. -¿Debería hacerme ver esto?- preguntó dejando ver sus dos lunares nuevos.

- Sí, deberías- dijo todavía incómoda. Ambas salieron juntas, dirigiéndose a la enfermería. La vampiro se encontraba profundamente preocupaba, cada vez sus pesadillas eran más frecuentes desde aquella vez, más de lo normal. Seguía debatiendo mentalmente sobre aquello hasta que se encontraron con su hermano.

Nunca en su vida vio una expresión como aquella en su rostro.

La sangre en sus labios, con una expresión incómoda; la herida en el cuello de Gardienne quien todavía estaba pálida por la pesadilla. Todo eso junto a que iban juntas, contaban una historia a simple vista, no muy buena.

Aquel olor a sangre le invadió las fosas nasales, de forma que no lo había hecho antes, esa intensidad, suculencia, más que se debatía internamente entre enojo, celos, confusión, decepción, desconcierto, excitación. Todo, todo le invadía, no comprendía ese cuadro frente a él que le contaba una anécdota no grata.

- No es lo que parece- empezó Karenn, acercándose a su hermano a paso tranquilo.

- ¿Q-qué has hecho?- cuestionó aturdido guardando la calma con toda su fuerza de voluntad.

- Gardienne andaba una profunda pesadilla de la que no podía despertar, se ahogaba, yo estaba muy asustada, me sentí presa del pánico y actué de forma impulsiva- Nevra temió por su humana, no quiso acercarse mucho.

-Apúrate de llevarla a enfermería, que le tape el olor como pueda- siguió su camino a zancadas, sin mirarla ni de reojo. Siguieron hasta allí, donde Eweleïn quedó impactada.

- Es una larga historia- dijo brevemente Gardienne, y la enfermera procedió a curarla. Durante ese proceso le contaron lo sucedido, se mantuvo comprensiva y a la vez preocupada. Una vez vendada, Karenn fue a buscar a su hermano, quien vino casi al instante, y antes de dejarla afuera le dio la orden:

-Llama a Miiko, Ezarel, Leiftan y Valkyon, tenemos que hablar todos sobre esto- cerró la puerta en su cara, y veloz se sentó junto a su recluta. Posó la mano suavemente en su pierna, y la acarició -¿Qué tal te encuentras?-.

- Bien...- dijo con voz débil sin quererlo, un sentimiento extraño le invadió el cuerpo. Por reflejo le besó la sien. Ella sonrió cabizbaja, un poco feliz, pero todavía con la pesadilla encima.

- No soporto verte con esa expresión- dijo triste, ella lo miró todavía desconcertada, como cual enfermo finge salud. La envolvió en un abrazo.

Llegaron los solicitados, Gardienne explicó lo que le sucedió desde el sueño (obviando un par de detalles), hasta la mordida de Karenn.

- Todo esto se está volviendo extraño- dijo frunciendo el ceño Leiftan.

- Ya ha tenido un par de sueños movidos...- acotó Valkyon.

-  Ezarel, ¿Alguna teoría?- dijo Miiko. El elfo, quien se encontraba extrañamente silencioso devolvió la mirada.

- De momento, un atrapa sueños, si el problema persiste, creo que probablemente se trate de un ataque real...-.

- ¿Y si fuese uno?- preguntó Valkyon.

- En ese caso, tendremos que hacer un Incienso de los Sueños-.

Me haces feliz. (Nevra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora