Capítulo 11

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 Cuando llegó a la pradera, alzó la cola cortada victoriosa.

La primera en gritar eufórica y aplaudirla fue Karenn, sin parar, fue continuada la hinchada junto al chico que ayudó a llegar al borde. Luego los demás aplaudieron por cortesía, mientras observaban incrédulos, inclusive sospechando.

Atrás de ella se acercó Nevra también aplaudiendo.

- Supongo que tenemos a la ganadora- dijo sonriéndole.

- ¡Anda! ¡Pero si es Alitas!- dijo en alto un chico atrás del grupo.

- ¿A-alitas?- repitió Gardienne intentando digerir ese apodo.

- ¡Corre tan rápido que parece que vuela!-.

- ¿En serio?- pregunta otro.

- Sí, sí, te pasa por al lado y hace fiuuuuuuuuuuuuuu- todos rieron ante la onomatopeya. 

Volvieron a las instalaciones del C.G. para poder dormir lo que no se pudo. En ese corto trayecto al fin se sintió parte del grupo, estaba junto al resto platicando sobre su nuevo apodo, todos bromeaban sobre su talento al correr. Eso le hacía recordar vagamente a las excursiones en grupo que hacía en la secundaria, le daba nostalgia, sentía lleno su corazón.

 Miró hacia atrás disimuladamente para apreciar a Nevra, conversaba con la señora amable mientras observaban sus apuntes, probablemente viendo quienes aprobarían y quienes no. Ella se lamentaba de no aprovechar esa oportunidad que tuvo en el bosque para besarle, aunque todavía siguiera con sus vueltas de  "no voy a ser una más ninini", empezaba a importarle poco. Cuando se quiso dar cuenta el vampiro le estaba devolviendo la mirada, le sonrió y le guiñó el ojo (o parpadeó, nunca sabremos), ella se dio vuelta de inmediato adentrándose de nuevo en la conversación.

 Al llegar todos se dispersaron yendo a sus habitaciones o a buscar algo que comer. 

 Gardienne se dirigió a su habitación ya bostezando, había sido una larga noche. Cuando estaba por entrar, unas manos toman sus hombros.



- Tú me debes algo- dijo coqueto Nevra, ella tembló ante la sorpresa. Volteó tímida para verle.

- Ah... ¿Sí?- respondió evadiendo lo que sabía que vendría, se le acercó apenas dejando campo visual libre, no planeaba dejarse sin recompensa. Empezó a inclinarse sonriente, ella lo alejó tapándole sus labios con la palma, en respuesta le hizo un puchero, mientras mostraba su mejor ojito de cachorro.

- Me lo merezco- reclamó tomando su mano para retirarla.

- No- negó avergonzada.

- Solo uno- insistió. Volvió a negar- Uno cortito-.

- No...- dijo con la voz quebradiza. Amaba cuando ella tenía ese tono, era demasiado fácil ver cuando estaba nerviosa.

- Entonces uno aquí- con su índice indicó su mejilla, la sentía tibia.

- Bueno... ese tal vez puede ser- cedió finalmente. Él dio un brinco de alegría, dentro de sí, no podía perder su compostura coqueta frente a ella. Tomó su mentón, exponiendo su mejilla, para luego acercarse y darle un largo beso. Saboreó cada segundo, hasta se atrevió a morderle un poco -¡Auch!- quejó separándose, mientras se sobaba.

- Solo fue la puntita-.

- Bueno, ya, buenas noches- cerró la conversación y se metió a su habitación rápidamente.


 Durmió plácidamente, el amuleto había hecho efecto.

Cuando despertó al mediodía, revisó bajo su almohada. La gema del atrapasueños no había oscurecido.

No había virus.






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Bueno sí, me tarde más de lo normal y encima fue corto. Me dio un standby mental(?
Prometo otro cap. más prontito y más largo ;A;









Me haces feliz. (Nevra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora