Capítulo 15: Mala suerte o casualidad?.

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Leo.

Estoy en la oficina revisando un caso de estafa, necesito citarme con el cliente que esta demandando, le digo a Ava que lo llame y lo cite para hoy, me dice que en dos hora nos vemos en el restaurante, tomos mis cosas y salgo de la oficina.

- Lista.- le pregunto a Ava.

- Si vamos.- asiento pero recuerdo que olvide mi celular.

- Esperame en el coche olvide mi teléfono.- le doy las llaves y ella asiente, después de recoger mi teléfono camino al ascensor la puerta se abre y alguien choca conmigo y caemos al piso.- Están bien?.- pregunta Alexa, ella abre los ojos y me ve sorprendida.

- Lo siento.- Se levanta, me ofrece la mano para que me levante, la tomo y siento una descarga eléctrica, que raro.- Lo siento mucho.- me dice de nuevo, le regalo una sonrisa.

- No te preocupes, un accidente le pasa a cualquiera.- asiente, me arreglo mi traje, miro mi reloj, se me hace tarde.- Tengo que irme tengo una cita.- asiente, me subo al ascensor, le sonrío, ella me la regresa, las puertas se cierran.

- Porque tardaste tanto?.- me pregunta cuando ya estoy en el carro.

- Choque con la señorita Lambert, bueno ella choco conmigo cuando salia del ascensor.- ella asiente.

- Parece que es la segunda ves no.- asiento.- Aun esta molesta conmigo desde el día del bar.- asiento y la miro un momento.

- ¿Porque?, ¿que fue lo que paso ese día?.- ella bufa.

- Sabes, es por Russell, creo que le gusto, pero ya sabes es complicado.- Asiento.

- ¿Y porque es complicado?, ¿que no te gusta a ti¿.- ella asiente.

- Si, ¿pero que pasa cuando me tenga que ir a Alemania?.- oh ya veo.

- Pues si todo sale bien entre ustedes te puedes quedar o el irse no crees.- le digo solo quiero que mi hermanita sea feliz.

- ¿Hablas en serio?.- asiento sin dudar.- ¿Pero y si papá no lo aprueba?.- frunso el seño.

- De papá me encargo yo ok.- ella asiente.- Solo quiero que seas feliz y si es con Russell, para mi no hay impedimento.- ella asiente me da un abrazo.

- Gracias eres el mejor.- le doy un beso en la cabeza, bajamos y entramos al restaurante, hablo con el cliente, dejamos todo listo para unos días, regresamos a la oficina guardó todos los papeles y me dispongo a irme, ya es muy tarde seguro todos se fueron ya, veo a la señorita Lambert salir de su oficina.

- Hola.- ella me mira.- ¿También se quedo hasta tarde trabajando?.- le pregunto porque son casi las 9 pm de la noche.

- Hola, si es que en unos días tengo que ir al juzgado y quería dejar todo preparado.- vaya en eso se parece a mi.

- ¿Tienes como irte?.- le pregunto porque es muy tarde, además esta lloviendo.

- Si, mi coche esta allá abajo.- asiento y caminamos al ascensor, se cierran las puertas, comienza a bajar y de pronto se detiene.
- Que pasa?.- pregunta alarmada.

- Creo que se fue la luz, por eso se detuvo el ascensor.- lo bueno es que la luz de emergencia esta encendida.

- Diablos, no hay señal.- dice mirando su teléfono, reviso el mio y tampoco tengo.- ¿Tiene señal?.- me pregunta y niego.- Genial.- se sienta en el piso y la imito.

- Solo serán unas horas, tal vez no tarde en llegar la luz.- le digo y ella asiente, se hace un silencio incomodo, así que decido romperlo.- ¿Y lleva muchos años, trabajando para la firma Schmidt?.- le pregunto.

- Estoy por cumplir 5 años, trabajando para ustedes.- asiento es bastante tiempo.

- ¿Y le gusta?.- le pregunto y ella me mira confundida.- ¿Digo si le gusta trabajar con la firma?.- ella asiente.

- Si, luego de mi divorcio es lo único que me queda.- la miro asombrado divorcio?.

- ¿Divorcio?.- le pregunto ella asiente y bufa.

- Si, lo encontré engañándome en mi propia casa con su secretaria, además me llegaron fotos de el con sus amantes.- frunso el seño que maldito.- Y eso no es lo peor, resulto que ya estaba casado y mi matrimonio era falso.- vaya.

- Le entiendo, a mi me paso algo igual.- ella asiente.

- ¿Enserio?.- pregunta asombrada y asiento.

- Si, ella me dejo por su instructor de tenis, cuando se iban los dos juntos tuvieron un accidente y murieron.- ella abre los ojos como platos.

- Debió ser muy duro para usted.- asiento.

- Hablame de tu, o mejor por mi nombre, el usted me hace viejo y Creeme que no lo soy.- ella me da una pequeña sonrisa.

- Claro, usted, digo tu también me puedes llamar por mi nombre.- asiento.- ¿Crees que llegue la luz hoy?.- pregunta y la verdad no lo se.

- No lo se, tal vez, aunque no ha dejado de llover.- ella asiente y se apaga la luz de emergencia.

- ¡Rayos!, Lo que faltaba.- la escucho decir.

- ¿No le tienes miedo a la oscuridad verdad?.- le pregunto por si le da un ataque de pánico.

- No, tranquilo no voy a volverme loca, ni tener un ataque de pánico.- me dice y nos reímos.

- Que bueno, ¿te molesta si me siento cerca de ti?, es que no me gustan los espacios cerrados.- le digo.

- ¿No te va a dar un ataque de pánico a ti verdad?.- me pregunta alarmada.

- No, si me calmo.- le digo la verdad no me ha dado uno en años.

- Esta bien puedes sentarte junto a mi.- me muevo, alumbró con mi celular, me siento a su lado.
- ¿Mejor?.- me pregunta.

- Si gracias.- seguimos hablando, hasta que nos quedamos dormidos.

Amor después de un divorcio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora