El mundo es redondo, muchos no entienden lo que significa, creen que su forma es redonda pero en realidad su verdadero significado es que no importa cuanto lo intentes siempre volverás a tu lugar de orígen.
Volver a ese pequeño lugar que antes no solía tener un nombre, aunque ahora lo deberían conocer como el jardín del Edén, no era precisamente un paraíso al contrario era un trabajo más, antes solo era un bosque lleno de árboles y animales, ahora este lugar es un pequeño pueblo al oeste de londres, gracioso que los humanos busquen este lugar y curioso que no se den cuenta de que esta frente a sus narices pero no hay nada que hacer son unos estúpidos.
Caminar a través del "paraíso" es literalmente un martirio, irónico ¿eh?
-Casi llegamos, no te desesperes, Adara- no pude evitar girar los ojos, mi nombre en la actualidad era Alena pero mi madre, Leah, insistía en siempre llamarme así pues ese nombre me eligió hace demasiado tiempo para contarlo.
-No entiendo que hago yo aquí,Leah- me fulminó con sus morados y profundos ojos- Mamá, perdón .- No soy tan poderosa como hace 1000 años, Adara- me miró por encima del hombro- por eso te necesito aquí.
El ritual de renovación se realizaba todos los años, solamente que esta es la primera vez que lo haremos las dos, consiste en utilizar nuestros poderes para que así todo lo qué habita y crece en la tierra siga creciendo y funcionando, últimamente han ocurrido muchos problemas o mejor dicho "desastres naturales", por que mi madre ya no tiene el poder suficiente, aunque no entiendo en que la voy ayudar para hacer esto necesitas amor por esta clase de cosas, algo que yo no puedo sentir.
-Madre, ambas sabemos que intentarlo no servirá de mucho- se giró a mirarme- no siento absolutamente nada por esta estúpida labor- me crucé de brazos y la observé, me dió esa mirada que ya conocía muy bien, la que me decía"basta, ya me heriste" no puedo evitarlo, mi naturaleza es así, mi madre prefería evitar el tema de la maldición, mi maldición para ser mas claros. Para no alargar el tema es así de simple, yo no puedo sentir nada excepto sentimientos negativos y destructivos, sin embargo a pesar de esto me obligué a mí misma a seguir un razonamiento, a forjarme una consciencia por que aunque no lo sintiera yo no quería ni quiero destruir el mundo aunque no me importara hacerlo y tampoco me costaba nada por que, además, la dichosa maldición me convirtió en la criatura sobrenatural más poderosa al hacerme una híbrida de todas la especies, mejor dicho, yo en mi sangre tenia a todas las especies sobrenaturales, vampiros, hombres lobo, brujas, sirenas y más.
-Alena...- lo dijo suavemente- no tengo el poder suficiente ¿okay? Sólo es un favor, mi cariño y amor por esta "estúpida" labor es suficiente y sobra , sé que no te gusta pero es un deseo de tu creadora.
Esa era la manera de convencerme tratarme como un robot, aunque lo intentará yo no sentía absolutamente nada por mi madre, solo lealtad por haberme engendrado, por lo que si deseaba algo mi naturaleza, como la del resto del mundo, era cumplirlo aunque mi vida dependiera de ello. Mi madre se giró y siguió el camino hasta "El círculo", el lugar donde se realizaban todos los rituales, es como nuestro "centro de comunicación" con las estrellas, desde aquí nos escuchaban atentamente, pues aquí era donde nacieron las primeras rosas. Sólo mi madre sabía como entrar pues, para pasar había un enorme muro de arbustos espinosos imposibles de cortar, quemar, derretir, en teoría, imposibles de destruir. Teníamos que esperar hasta la medía noche, a esa hora se escuchaban nuestras peticiones con mas claridad y tristemente apenas son las 10 de la noche.
Las siguientes dos horas, mí madre se la pasó explicando cada mínimo detalle y cada pequeño paso del ritual, como si no lo hubiera visto en toda mi vida, sí, nunca lo hecho pero eso no significa que no lo haya visto antes, y además al ser luna llena mi lado de mujer loba estaba descontrolado con ese pequeño conejito que saltaba por todos lados.
-Adara- chasqueó los dedos en mi cara mirandome directamente a mis ojos. Observar los ojos de mi mamá era hipnotizante, era como ver la galaxia moverse a través de sus ojos - Ya es casi hora, concentraté y ponte en tu lugar.
Ambas empezamos a canalizar nuestra energía hacia la tierra, el ritual era como un delicado baile de ballet combinado con danza contemporánea, lento y suave, con varios saltos alrededor del "circulo", siempre girando. Al terminar cada una se queda en una pose, estáticas hasta que las estrellas enviarán una señal o algo. Mi madre dice que este es el orígen del ballet, que una vez hace más de 30 siglos, humanos paseaban por aquí y la vieron hacer esto, por eso ahora hay arbustos espinosos, su explicación simplemente fue decirles que ella era bailarina y eso era algo nuevo que estaba intentando, ¿cómo es ingenuo el mundo, verdad?
Luego de casi 30 minutos las estrellas mandaron la dichosa señal y renovaron todo lo existente en la tierra, como si fuera una onda, y ambas caímos rendidas en el suelo, sin fuerza para levantarnos, sudadas, con la respiración entrecortada, los párpados me empezaron a pesar y luego solo hubo oscuridad.
(...)
Cuando abrí mis ojos ví a Galactia de pie frente a mí con los brazos cruzados, ella era una "representante" por decirlo así, yo digo que es más bien una mensajera con mala paga pero ella aún no lo admite.-Leah, sabemos los requisitos para el ritual- dijo con un tono severo.
Galactia era completa y absolutamente blanca, cabello blanco, piel blanca, ojos blancos, vestido blanco, lo único de otro color en su cuerpo eran la cantidad de pecas de amarillo claro que tenía, era, según ella, por su pureza de ser místico o algo así. Me miró con un toque de diversión mientras me levantaba con mucha dificultad, me tendió un pañuelo blanco, cómo no, lo tomé por que seguramente me estaba sangrando la nariz.
-Galactia, no tengo opción, ya se esta yendo mi fuerza y Solange está cada vez más poderosa- mi madre se veía horrenda, mas pálida de lo usual, se le marcaban las ojeras y parecía el mar rojo dentro de su nariz.-Las estrellas están enojadas- dijo Galactia en tono severo.
-Las estrellas deberían saber que si esto sigue así, Leah va a morir y yo como su única representante me va a tocar asumir ese puesto- dije- soy la única con el poder suficiente para hacer esta clase de cosas, es decir, mírala- señalé a mi madre, tenía enojo en su mirada pero lo que dije es cierto y ambas lo sabían- eso o que simplemente se lleven a la amada Solange de una vez por todas y nos hagan la vida más fácil a todos.
-Adara... Tiene razón- mi madre cerro los ojos, como si mencionarlo le doliera- nunca tendré otro hijo con su poder, es la siguiente en la línea y no hay manera de cambiarlo, Galactia- dijo mi madre con pesar ignorando mi último comentario. Galactia giró los ojos con fastidio por mi razonamiento, fuera lo que fuera las estrellas lo sabían, mi madre lo sabía, yo iba a heredar ese cargo y no había nada que hacer.
Galactia se dió la vuelta y desapareció en el cielo, mientras mi madre se giraba y tomaba el camino hacia afuera del bosque sin decir absolutamente nada.
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Mystical Freeze
FantasyAlena nació condenada a no sentir ningún sentimiento que hiciera su vida feliz, como amor o alegría. Su corazón nació congelado y no se puede descongelar ya que de ser así moriría a causa de su sangre maldita... pero, debido a un error catastrófico...