Días de viaje agotadores, al fin nos habíamos reunido con el resto, habían miles de especies de aquí para allá, momias, brujas,hechiceros, hadas, hombres lobo.etc.
No teníamos mucho tiempo, esto empezaría pronto, cada uno practicaba y utilizaba de mejor manera sus habilidades, Leah estaba muy retirada, siempre mirando al cielo e ida, en casi todos los entrenamientos la golpeaban con algo, como por ejemplo ahora mismo una especia de bola de imagina o lo que sea iba a toda velocidad a ella.-¡Leah!- grité ya por costumbre, llevamos pocos días aquí pero se sentían como meses, ella siempre los esquivaba a gran velocidad, a veces los atrapaba y desintegraba.
-¿Qué le ocurre?- pregunto Ian detrás de mi.
-Ni idea- dije mirándolo - devuelta a entrenar ¡Ya,ya,ya!
Así pasamos el resto de la tarde, corriendo, usando magia y a veces muy pocas veces riéndonos.
Todas las especies estaban algo confundidas, nadie sabía de la existencia de algo más poderoso que el concejo, claro que todos conocían a Solange pero Leah y yo nos mantuvimos siempre al margen junto con la organización, que para esta ocasión volvimos a reunir y establecer.-Majestad- me llamo Gael- su madre aun no llega.
-Diablos...- salí a paso rápido. Habíamos impuesto un toque de queda siempre a las 9 ni un minuto antes no uno después, corrí con velocidad por todo el bosque pero no la encontré, me empezaba a irritar.
-Calma- escuche una voz desde la copa de un árbol, Leah se encontraba ahí con las piernas colgando.
-¿Cómo me pides calma? Te desapareciste- le reclamé.
-Se cuidarme- dijo.
-No tienes como hacerlo, Leah...
-Alena- dijo en tono fuerte- que yo sepa y hasta donde tengo entendido la madre aquí soy yo y tú eres la hija¿Cuando cambio eso?
-En el momento que te volviste vulnerable- dije.
-Deja de hacerme sentir como un mueble más ¿De acuerdo?- dijo y volvió a mirar al cielo.
-Baja de ahí, se hace tarde-dije irritada -,además ¿Qué tanto miras? Es solo cielo.
-Ese solo cielo...es como mi hogar- suspiré irritada - ven acá- hice un sonido de fastidio, ella chasqueo los dedos y por arte de magia estaba al lado suyo, la mira sorprendida- no eres la única que practica- volvió su mirada al cielo, mirando a única estrella.
-¿Por qué siempre la miras?- pregunté.
-Es tu padre- dijo sonriendo con melancolía.
-¿Cómo sabes?- pregunté- todas son iguales.
-Hacia allá queda andrómeda, las estrellas siempre se ubican en dirección a su origen-dijo, su mirada reflejaba añoranza y amor.
-¿Quién es esa estrella al lado de él?- pregunté, frunciendo el ceño.
-Esa es Alena, Adara- dijo mirándome.
-Pense que Alena había muerto en tu vientre.
-En realidad murió fuera de él - dijo- ella y tú eran tan idénticas, solo que su cabello era rosado campaña- me quedé en silencio-¿Sabes? Galáctia dice que cuando mueres vas al paraíso de las estrellas, junto con quienes extrañas- me miró- a veces, quiero eso- puso un mechón detrás de mi oreja y me sonrió como solo una madre sabe hacer- pero me duele dejarte sola aquí.
-Mamá...
-Adara, Solange y yo solíamos ser tan unidas y luego apareció tu padre... Tal vez es mi culpa que sea así.
-¿Papá llegó antes de la pelea?-pregunte incrédula.
-Si, vino, me enamoró y se fue- dijo riéndose despacio- pero nunca fui la misma, siempre pensaba en él, en su regreso, en como nos amabamos y lo felices que seríamos una vez volviera como lo había jurado... Creo que en el fondo ese destruyó a Solange, antes éramos solo dos y además ella quedaría sola.
-No es tu culpa eso...
-No digo que lo sea- dijo - es solo que pronto lucharé contra mi hermana y alguien debe morir, siempre me excusaba para no hacerlo y ahora ese es mi deber.
-Madre, ella nos hizo mucho daño, debe pagar por ello- dije tomando su hombro y apretándolo intentado darle apoyo.
-El fin no justifica los medios,Adara- dijo Leah, enojada, quitando mi mano de su hombro-, pude ser menos egoísta con mi amor, tal vez tenerlo cautivo dentro de mi.
-Los secretos y los susurros desesperados envenenan el alma- dije bajo de manera que solo ella lo escuchará.
-¿De que me vale eso, Adara?- preguntó, no entendí su pregunta así que fruncí el ceño y ella volvió a sonreír- ¿Eso de que vale Adara? La envidia, el odio y el rencor, envenenan aún más.
La miré observar al cielo con anhelo y entendí la verdad que ella siempre me quiso mostrar, entendí el amor, ella apesar de los años aún amaba a Alena y a papá cómo si fuera el primer día, sus almas estaban enlazadas y no había necesidad de una presencia física, el amor es emocional, de corazón a corazón no de cuerpo a cuerpo, el amor era más que una simple demostración, era la unión de corazones y almas que entre sí forman una telaraña maravillosamente emocionante, sin importar distancia o tiempo.
Me acerqué a Leah y la abracé, ella solo sonrió.-Sé que esto no prueba nada Mamá y que las palabras son como el agua que moja al papel, son frágiles y poco resistentes pero... Te amo- dije, Leah suspiro y me devolvió el abrazo, sentí sus lágrimas en mi espalda, jamás me di cuenta del daño que le hacía, siempre pensé que lo más difícil era para mi pero en realidad era para ella, una lucha entre mi problema, mi falta de corazón y el exceso del suyo.
-Tu corazón se derrite Alena- dijo aún llorando- Lo congelare- la detuve antes de que pusiera su mano en mi pecho.
-Luego lo haré, es lindo saber cómo se siente el amor- la abracé devuelta con el dolor más grande en mi pecho pero la alegría más grande en el corazón.
============================
*-*
Me encantó... Por fin señor pude escribir esto, lamento la demora.
Se nos acerca el final ¿Están listos para el desenlace?
Yo no-Dawn💕
ESTÁS LEYENDO
Mystical Freeze
FantasyAlena nació condenada a no sentir ningún sentimiento que hiciera su vida feliz, como amor o alegría. Su corazón nació congelado y no se puede descongelar ya que de ser así moriría a causa de su sangre maldita... pero, debido a un error catastrófico...