Capitulo 21

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Dormí muy pacíficamente por lo que me parecieron horas eternas hasta siento una sacudida.

-Alena despierta...estamos en San Francisco- siento la voz de Ian en mi oído y eso me estremece,me fastidia de sobremanera la reacciones que provoca en mi.

-Ya...ya- balbucee acurrucándose más en él, este suspira.

-Ya...arriba- me sacude está vez más fuerte.

-¡Qué ya!- exclamé irritada y abrí los ojos, lo primero que capte fueron árboles, muchos- Esto no es San Francisco.

-Me metí en un bosque en la carretera para ocultar el auto- hice un ruido de molestia y salí del auto, nos tomo unos 20 minutos llegar a la cuidad y aunque conocía San Francisco, un par de chicos llamaron mi atención, sobre todo ella su olor era de humana pero su aura me inquietó, se la señale a Ian quién me miró confundido pero me siguió, los seguimos al rededor de unos 15 minutos cuando de repente la chica gira en seco, causando que el chico lo haga  también y nos mira, sus ojos café claro se clavan en nosotros entre enojados y curiosos.

-¿Por qué están siguiéndonos?- lo dice firme, el chico está atento a nosotros.

-Vamos por el mismo camino- respondo de inmediato, miró a Ian para que me apoye en esto pero solo asiente, mucho idiota.
El chico mira a Ian mientras la rubia me mira a mí y después lo hacen de manera inversa.

-¡Claro!- dice la rubia, suspiré aliviada ganandome miradas curiosas por parte de ambos chicos pero gracias al cielo el idiota decide intervenir.

-Alena...es algo...mal educada- dijo Ian, juro que después lo voy a golpear, aunque nadie se de cuenta gire los ojos fastidiada, el chico se limita a asentir podría jurar que está incómodo, la chica también pero no tanto como él.

-Entiendo...Así parece- dijo ella, contuve las ganas de resoplarle en la cara e ir a golpear a Ian, después de eso solo hubo silencio, miré a Ian, esto ya estaba incómodo, si no fuese que esta chica tiene algo raro me iría pero debo saber que es, después de mucho pensar Ian entiende mi mirada.

-Bueno...eh- contuve las ganas de golpearme la frente, cuando pienso que no puede ser más imbécil me sorprende, gire los ojos y decidí hablar yo.

-Me- Ian me miró mal, sentí su mirada en sobre mi cabeza- digo, nos recomiendan un lugar para comer- la rubia sonrió.

-Dime- sigues derecho- estaba haciendo ademanes con su manos- y giras a la izquierda encontraran el mejor restaurante mexicano de la cuidad- el chico sonrió orgulloso sin razón aparente.

Al parecer se sentía muy feliz de que su ¿Novia? Supiera dar indicaciones.

-Gracias- dije sería y los miré- Son pareja ¿No?- los miré con una ceja alzaba, ellos se miraron entre sí.

-No...ustedes si ¿Cierto?- dijo la chica.

Momento de huir.

Noté como Ian se rascaba la nuca nervioso, mientras yo miraba hacia la otra calle frente a mi tratando de ser indiferente ante la pregunta pero el imbécil no me lo permite, llamando mi atención

-Si- dice él- No- respondo yo al mismo tiempo, está vez no me contuve y me golpeé la frente irritada.

-Entonces...¿Son pareja o no?- por primera vez el chico habla y no voy a mentir, que voz tan sexy para un chico con pinta de conejito, tiene algo de acento mexicano en su hablar que hace que suene tremendamente delicioso pero repito tiene pinta de conejito.

-¿Me creerías di te dijera que estamos destinados pero Alena no es capaz de amarme?- el dijo con un deje de tristeza pero yo no pude evitar mirarlo como si hubiese matado a alguien.

Mystical FreezeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora