Sorpresa

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POV general


- Y eso sería todo por hoy, gracias por su presencia...

- Gracias por su presencia... - respondieron las demás secretarias.

- Nozomi, ¿estás bien? Parecías ausente durante la reunión...

- Estoy bien Anju, solo... un momento de nostalgia, eso es todo... - sonrió.

- No te compro esa excusa, pero qué se le va a hacer... - suspiró.

- Sí que te preocupas por mí, ¿eh? Gracias... en verdad lo agradezco...

- No tienes por qué agradecerme tontita, me importas... ya sabes por qué...

- Y lamento haber sido una tonta y haberte rechazado... no valía la pena seguir apegada a un sueño inútil...

- ¿Qué quieres decir con eso? - el rostro de la peli naranja se volvió serio. - ¿sucedió algo con Ayase?

- Nada... solo... tuve la oportunidad de saber un poco de ella, pero fue algo que me hizo decidir sacarla de mi vida...

- Nozomi... - a pesar de que intentó abrazarla, una sola mirada por parte de la peli morada le impidió hacerlo. - ¿podrías hacerme un favor, Nozomi?

- ¿Mmm?

- No dejes que esto te saque de foco... - le dio la espalda. - sé que duele, pero no por eso la vida se acaba...

- ¿Ah? - se extrañó ante la actitud de su compañera. - ¿y ahora qué le pasó?

- La manera en que la miraste cuando quiso abrazarte no fue la mejor...

- T-Toudou-san...

- Anju es una persona algo sensible, y si está interesada en ti, el que te comportes de esa manera con ella no es lo ideal...

- Pues ella deberá entender que no estoy de humor para su lástima...

- Toujou, en verdad tienes un problema, ¿eh?

- Con permiso... - hizo una reverencia, y se alejó.

- No sabes lo que haría... para que Anju se preocupara por mí como lo hace contigo... - susurró Erena, suspirando.

Luego de aquella leve disputa, Nozomi se dirigió directamente a su oficina, necesitaba estar sola, aunque fueran un par de minutos. Últimamente el trabajo se le está haciendo pesado, no tiene ganas de levantarse por las mañanas... y no ha estado comiendo mucho, podría decirse que las ganas de vivir se le están agotando.

Una vez en su oficina, recostó su cabeza sobre la fría pero agradable mesa; suspiró pesadamente, sacó su celular de su bolsillo, y comenzó a revisar su lista de contactos. Cuando el número de Eli apareció ante sus ojos, enojo, frustración y desconsuelo inundaron su mente, estaba tan cansada de seguir apegada a la idea de que la rubia podría tener una razón comprensible detrás de todo lo que ha hecho, pero otra parte de ella, aquel lado que la está dominando desde hace unos días, le dice que es inútil seguir aferrada a algo que nunca volverá. Suspiró una vez más, bloqueando su celular y lo dejó junto a ella, intentando resistir las ganas de volver a llamarla sin éxito... otra vez.

- Me pregunto qué estarás haciendo ahora... Elichi...

Rusia, residencia Ayase.

- Onee-chan, ¿qué sucede contigo?

- ¿Mmm? ¿por qué preguntas? - sonrió.

- Desde hace un par de horas que has estado actuando extraño...

Deseos y emociones rápidos, pero compartidos (NozoEli)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora