Entre Las Espada Y La Pared - Parte 2

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Recapitulación:

Mari estaba comenzando a perder la paciencia debido al grotesco comportamiento de Ayase, mas algo en su interior le dijo que no debía perder la calma, ya que si lo hacía terminaría muerta.

No creo que te guste saber la respuesta, delicia…

De repente, el intercomunicador de Mari comienza a sonar, revelando una voz que no esperaba escuchar.

Mari, ya hemos acabado con el estorbo por aquí, ¿dónde demonios estás?

¿Kanan? — susurró. Mari tomó rápidamente el intercomunicador y respondió — estoy dentro de la mansión, el jefe de la casa Ayase está frente a mí… — hizo una leve pausa — Si no me encuentran cuando lleguen, solo céntrense en completar el plan…

¡No me digas qué hacer! Más te vale sobrevivir… así yo puedo ser la que te mate después… — cortó la comunicación.

Tan honesta como siempre… — sonrió con algo de nostalgia — perdón, Kanan… no creo poder mantener ese acuerdo…

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Kanan casi lanzó el intercomunicador por la frustración, no podía creer que Mari haya encontrado a su presa antes que ella. Por su parte, las chicas se acercaron a Kanan e intentaron no enfocar su vista en el cuerpo sin vida de Sarah en el suelo. Umi sentía una gran impotencia frente a todo lo que estaba pasando, sentía unas ganas colosales de encontrar a Eli y desfigurarle el rostro con sus propios puños; aún no podía aceptar y mucho menos perdonar todo lo que le ha hecho a Nozomi.

—Umi, es hora de movernos… — la voz de Maki resonó en sus oídos — nos juntaremos con el grupo de Nozomi y las demás antes de ir en busca de la otra rubia idiota…

—¿Hablas de Mari-san? — asintió Maki — Bien, vamos…

Kanan podía sentir los latidos de su corazón acelerarse cada vez que se acercaban al paradero de Mari; parte de ella no se interesaba en el estado de la rubia, pero otra parte de ella en su corazón rogaba para que la joven estuviera a salvo. Una vez entraron a la mansión, lograron divisar a Dia, Nico y Nozomi caminando hacia el salón principal de la mansión, tratando de ser lo más precavidas posible.

Umi concentró su vista en Nozomi y apretó sus dientes ante lo que veía. Ya no existía rastro de la Nozomi antigua; ante ella solo había un frasco vacío de emociones negativas, una chica que ella no reconocía.

—Las pagarás caro… Ayase… — susurró a medida que se acercaban a las demás.

—Umi-chan… — Kotori alcanzó a escuchar a Umi y comenzó a preocuparse aún más por el estado mental de sus amigas — Supongo que nunca podremos volver a ser las de antes… — dijo luego de observar el estado de las demás a su alrededor.

Dia hizo contacto visual con Kanan y, al ver la desesperación en la peli azul, la peli negra decidió apresurar el paso; quizás Mari ya no estaba en este mundo si Kanan estaba así de alterada.

—Nunca dejaste de amarla, Kanan — susurró — grave error… no hay lugar para el amor en nuestro estilo de vida… — susurró.

A medida que iban llegando a la mansión, lograron escuchar la conmoción que estaba ocurriendo dentro de la mansión, pero en cuanto lograron divisar lo que allí pasaba, no podían creer lo que estaban viendo. Había varios hombres muertos en el suelo, los cuales probablemente eran una mezcla de los hombres de Ayase como del clan de Mari, pero lo más sorprendente era lo que Nozomi estaba presenciando, Eli estaba sobre su padre, luchando uno contra el otro.

Deseos y emociones rápidos, pero compartidos (NozoEli)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora