NO ES PARA TANTO... ES PARA SIEMPRE. ~Capitulo 27~

27 1 0
                                    

Alex decide sentarse al lado de ella, donde estaba sentado Juan hace a penas un minuto. Lucía, se aparta.

-Ahora ya no te arrimas tanto como cuando Juan estaba sentado aquí, ¿verdad?

-Si vamos a echarnos en cara las cosas, te advierto que saldrás perdiendo.

-No me gusta hablar del pasado.

-¿Por qué? ¿No te gusta aceptar que tú tienes la culpa de todo?

-No. Lo que no me gusta es discutir contigo.

-Y eso... ¿Por qué?

-¿Cómo que "por qué"?-pregunta imitándola en las últimas dos palabras.

-Te debería de dar igual a estas alturas, ¿no crees?

-¿Y a ti, Lucía? ¿Te da igual?

La chica no sabe que contestar, sobre todo porque está a punto de romper a llorar. ¡Claro que no le da igual! ¿Cómo puede ser tan idiota de no darse cuenta de que ella le ama aún? Le pone enferma lo torpes que pueden llegar a ser algunos. Si Alex no le importara, seguramente habría decidido cortar todo tipo de relación con él y así se habría olvidado de todo rápidamente. O lo que es lo mismo, si de verdad quisiera olvidarlo con todas sus fuerzas, posiblemente no hubiera optado por hacer todo lo posible para ir al campamento. No es que no pueda sacárselo de la cabeza, es que no ha intentado dejar de pensar en él porque sabe que una parte de ella aún quiere seguir enamorada de aquel chico de ojos azules. Ese chico que es tan inocente y tan ingenuo que no es capaz de darse cuenta de que a ella le entran ganas de romper a llorar cuando ve que besa a otra como a ella le solía besar.

-Eso no importa, ya no importa nada-contesta finalmente, levantándose.

Él, la retiene, impediendole levantarse.

-¿Por qué ya no importa?

-Porque tú... Tú quieres a Marta.

-No se que decirte.

-¿No sabes si sientes algo fuerte por ella o no sabes si contarmelo?

Alex no contesta.

-¿Sabes? ¿De verdad quieres que te conteste? Pues bien, está bien, esto no es como cuando tonteábamos o nos gustaba preguntarle al otro que si "¿te gusto?" "¿Me quieres?" No, hemos madurado... O yo por lo menos. Y creo que eres realmente estúpido.

-¿Y eso? ¿Qué tendrá que ver el insultarme con que te siga importando?

-Pues te explico. Tu actitud, es estúpida. Es como que tienes algo evidente delante de ti y no te das cuenta. ¿De verdad piensas que no te quiero? Entonces, si no te quisiera de verdad, ¿sabes que haría? Haría que Marta y tú nunca estuvierais juntos, porque yo no soportaría verte feliz con otra persona. Pero no, te he dicho que ya da igual todo porque tú has besado a Marta como cuando me besabas a mí y pareces feliz y no quisiera... Entrometerme.

-Ella se entrometió.

-Bipolar.

-¿El qué?

-Que bien bipolar también eres. ¿No la has besado? ¿No la quieres? ¿Por qué le hechas le culpa?

-Porque la tiene, ¿o es que ahora la vas a defender?

-No, pero... A ver, Alex... ¿No la quieres a ella?

-¿A ella? ¡Pero si no se preocupa por mí! Tú eres la única que siempre lo ha dado todo por mí y yo... Yo sólo te he tratado como si no valieras nada y vales más de lo que yo nunca me podría merecer.

-Eso no es cierto.

-Yo lo pienso.

Ambos se miran a los ojos. Piensan en darse un beso en los labios, un beso tierno, y por ello se quedan parados unos segundos. En realidad no saben si es buena idea hacerlo. Se aproximan... Pero Lu reacciona. Le quiere... Pero él ha besado a otra hace a penas dos horas. Ella no quiere esto. Quiere que él elija a la que le haga feliz pero no quiere tampoco ser la segunda opción.

Por ello, se aparta.

-¿Qué pasa ahora?

-No quiero.

-¿No quieres besarme? Venga, lo estás deseando.

-¿Ves? Es esta actitud la que me pone enferma. Lo estropeas todo-dice levantándose del todo.

Después de una pausa, Alex añade:

-No me has preguntado si me sigues importando.

-¿Qué parte entiendes de que no me importa?-dice mientras se seca con la mano las lágrimas que ya le recorren el rostro-. Ya no importa, porque quieres a otra y yo ya no soy nada, no significo nada.

-Eso no lo sabes, ¿no? Entonces no lo afirmes.

-Pero imagino que ya no soy nada para ti.

-¿Y si te digo que imaginas mal?-dice mientras se incorpora también y se pone enfrente de ella.

Lucía se intenta girar un poco, no quiere que la vea llorar. No es la primera vez que llora por él y puede que lo más seguro es que no sea la última, pero sí es de las primeras que él ve como ella llora por su culpa y teme que le parezca incluso penoso.

-¿Nunca te dije que me rompe el corazón verte llorar?-le dice mientras le seca un poco los pómulos llenos de lágrimas.

-Creo que sólo me viste llorar una vez.

-Pues espero no verte llorar más, porque me destroza el alma.

Eso a Lu le hace sonreír. Le encanta esa parte de Alex. Y es que como le ha dicho antes, es un tanto bipolar. Es como si tuviera los personalidades distintas. Pero siempre se quedará con el Alex tierno, aunque el creído a veces tenga su gracia... Otras muchas resulta irritante.

-Visto que no me vas a preguntar, pues creo que ha llegado el momento de explicarte todo. Ya te dije que con ninguna he tenido lo que tuve contigo. Pero con Marta también me complemento bastante... Estoy en la misma situación que en diciembre, no se que hacer. Contigo peleo, pero me soportas. Ella tiene un forma de ser completamente distinta que me tiene perdido del todo, pero es la culpable de muchos problemas entre nosotros... No se que hacer. Pero te prometo que después del campamento, lo sabré.

-Otra vez a lo mismo, ¿no? Mira, Alex... No se ni para qué te escucho. En un segundo igual dices o haces algo bonito, o igual coges y me dices que me quieres pero que a la vez quieres a otra. Has estado a punto de besarme y a ella ya le has besado y encima tienes el morro de decir que es que estás

confuso. ¡Y tanto que lo estás! Pero, ¿sabes? Te va a durar poco. Porque resulta que yo voy a olvidarme de ti, ya lo tenía casi conseguido. Si me dejas en paz durante un tiempo, quizás lo consiga.

El chico va a continuar explicándose, pero no sólo no se le ocurre como, sino que además Juan acaba de salir por la puerta de la habitación de los chicos.

-No te molestes, Juan. Ya nos vemos mañana, mis amigas se estarán preguntando a donde he ido.

-Vale, buenas noches, princesa.

-Buenas noches.

-Espera... ¿Princesa? ¿Desde cuando le llama así él?-piensa Alex frunciendo el ceño.

Lucía abre la puerta del cuarto de las chicas, a su vez, Juan entra en el de los chicos. Alex se despide con la cabeza y añade:

-Te prometo que haré que esto se arregle. No quiero que nadie sufra más. Pero no me dejes porque no soportaría perderte.

Y Lu tarda en contestar pero tras sonreírle, lo hace:

-Si te soy sincera... En realidad yo tampoco podría hacerme a la idea.

NO ES PARA TANTO... ES PARA SIEMPRE. (Tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora