NO ES PARA TANTO... ES PARA SIEMPRE. ~Capitulo 41~

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-Lu-le llama Alberto desde el cuarto donde tienen todos los trastos lo monitores.

-Dime.

En ese momento, otro monitor pasa y ya que Alberto tiene que hacer como que no conoce ni a Bea ni a ninguna de sus amigas de antes para que no sospechen nada, cambia la expresión y también la pregunta que le iba a formular. En su lugar, le dice:

-Ves al comedor y tráeme el cubo, que creo que me lo he dejado ahí y tengo que vaciarlo en el fregadero, anda.

-Enseguida...-dice extrañada.

Cuando ve que un monitor estaba detrás suyo comprende que Alberto no quería pedirle eso. Así que cuando este se va, Lu le pregunta:

-¿Qué querías?

-Dale eso a Bea y dile que la echo de menos.

-¿Ya la echas de menos? ¡Pero si la has visto esta mañana! Bueno... La verdad es que si me pongo a pensarlo... Te comprendo.

Lucía alarga su mano para coger lo que le da el chico. Cuando lo observa, ve que es un corazón hecho con cartulina.

-Es una tontería, pero igual así me tiene más cerca aún.

-¡Qué va a ser una tontería! Será sólo un papel... Pero el significado que tiene es precioso. Ahora mismo voy y se lo doy.

-Vale. Gracias, guapa.

-¡No las des! ¡Luego nos vemos, Albertito!

El chico se despide alzando la mano derecha y sonriendo.

Lucía baja por las escaleras que dan a la parte delantera de uno de los patios del edificio donde se encuentran. Cuando ya cree saber donde están sus amigas, ve a Juan sentado en el suelo de cemento con la cabeza cabizbaja.

Se siente mal por lo que ha ocurrido, quizás se ha pasado un poco con él... Ella sabe que es lo que te rechacen y no sentirte para nada querido. El amor no correspondido duele y mucho. También es verdad que él ha sido muy pesado y empalagoso... Pero eso da igual ahora, se siente mal y tiene que preguntarle por lo menos si está bien. Además, pasar de él ahora que ya ha alzado la vista y se le ha quedado mirando durante unos segundos largos sería de muy mal gusto.

-Eh, ¿estás bien?

-No.

-Siento lo de antes...

-No, admito que me he pasado.

-Yo ya te dije que no era de esas. Sólo te lo he intentado hacer ver de una forma más normal... Hasta que ya no me hacías caso y he optado por algo más radical.

Juan ríe. Pero a duras penas, está llorando.

-Veo que no estás tan enfadado como yo pensaba... Espera. ¿Estás llorando?

-No. Déjame.

-¡Claro que sí! ¡Mírame anda, no me voy a reír de ti!-exclama la chica mientras le vuelve la cara.

Ambos se miran y Juan decide que lo mejor es admitirlo. Ella ya se ha dado cuenta.

-¿No me vas a contar qué te pasa?

-No me pasa nada.

-¡Venga ya! A ver, Juan. Una cosa es que no quiera que vayas tan rápido conmigo y otra que no me caigas bien. He de admitir que me importas lo suficiente para querer saber que te pasa. Seguro que puedo ayudarte.

-No creo que puedas.

-Prueba a ver.

-Lloro porque Alex tiene razón.

NO ES PARA TANTO... ES PARA SIEMPRE. (Tercera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora