¡Hola! A que no les di tiempo de extrañarme XD Ya hablando en serio, aquí les dejo el cap de este fic, solo me falta el de Ella me recuerda a él que aún no sé como encarar pero me centraré en él para subirlo durante la semana. Buen cierre de fin de semana estimados lectores.
Dicen que después de la tormenta llega la calma ¿verdad? Yulia no era de usar ese tipo de frases, no creía en ellas de igual forma que no creía en la existencia de un ser supremo, pero allí estaba, sentada sobre un taburete con una de las mejillas descansando encima de sus brazos que estaban cruzados sobre la barra que separa la cocina del comedor en casa de Irina; a través del liquido cristalino contenido en un vaso de trago largo de vidrio observaba al matrimonio propietario de la casa y se preguntaba si esa era para ellos la calma después de la tormenta, Lenin rodeaba la cintura de Irina con los brazos, ella hacía lo propio pero alrededor del cuello del masculino; la distancia que los separaba era mínima, pero suficiente para que sus miradas estuvieran fijas, perdidas en los ojos del otro; en los labios de su amiga danzaba una hermosa sonrisa.. si, esa sonrisa tonta que solo Lenin le provocaba, sus cuerpos se movían lentamente de forma completamente sincronizada, no había música en ningún ambiente de la casa, pero Yulia podía jurar y perjurar que ellos la oían, alguna pieza lenta que flotaba en los pensamientos de ambos y lograban hacerla real solo para ellos. ¿Por qué era diferente para ella? Se preguntó a tiempo que liberaba un suspiro desviando la mirada a la sala que estaba pegada al comedor y era separada por una puerta corrediza de vidrio que en ese momento permanecía abierta, en el interior de la sala estaban Tanya y Katina, ambas sentadas en el suelo frente a una mesita de madera; hace más de media hora Tanya arrastró a la rojita a la sala para terminar de colorear un dibujo del libro que Lena le regaló al arribar a su hogar.
¿Por qué estaba Elena allí? Sencillo, la habían invitado a cenar porque a Tanya le agradaba demasiado la rojita, y sus padres estaban agradecidos al igual que Yulia por todo lo que hizo en el caso de la pequeña, era su trabajo si, pero hasta la morena creía que Katina fue un factor de importancia en todo el proceso, no se arrepentía de haberla escogido como residente, lo que no le hacía tanta gracia era que se ganara con tanta sencillez y simpleza a sus afectos, tampoco podía negar que era un encanto con Tanya, si hasta parecía una niña allí sentada sobre la alfombra, centrando toda su atención en lo que fuera que coloreara mientras hablaba entre risas con la pequeña.
A diez días de la exitosa intervención de Tanya, todos, excepto ella parecían estar en calma, ¿qué calma podía tener? Vale, lo más importante era el estado de la niña que estaba a un paso de encarar el nuevo tratamiento de quimioterapia, pero alejando el radar de eso, lo demás era un completo desastre, el caos que la tormenta dejó y ahora debía ver como recogía. Se vio obligada a tomarse unos días de licencia para acompañar a su amiga y ahijada en la recuperación de la cirugía, para tomar un respiro también, recargar las energías y volver a la carga se repitió cientos de veces pretendiendo que no se estaba perdiendo en medio del camino; había flaqueado, dejó ver sus emociones y no solo frente a Katina, a quien no consideraba inofensiva precisamente, quizá fuera el peor de sus males, pero también se expuso ante el staff y Záitsev le dejó en claro que usaría aquel punto débil a su favor, era sucio y bajo, pero utilizado en su justa medida, la morena podía salir perjudicada por el temperamento que tenía; en definitiva, los meses que le quedaban para que su contrato terminara serían un infierno, muchas miradas estarían puestas en ella, algunas quizá deseando ver su caída, otras.. las que más le molestaban y eran las que la miraban con pena por la serie de 'problemas' que le tocó atravesar desde su llegada al hospital, y claro, los chismes que se inventaban a causa de su hermetismo en cuanto a su vida personal.. al menos podía guardar lo referente a sus padres, con eso nadie se metía, confiaba que siguiera así.. podía confiar en Katina, si hasta el momento no lo mencionó, no lo haría, confiaba en ella y temía a la vez, temía a su inquisidora mirada que parecía dispuesta a hurgar en lo más profundo de su ser, esa sensación le daba cada vez que la miraba a los ojos, pero ese temor no se comparaba al pavor que le provocaba el hecho de sentirse cómoda con ella, la calidez que la pelirroja desprendía por los poros, y ese último abrazo seguido del suave beso que rozó la comisura de sus labios, lo atontada que quedó después de ese acercamiento, eso si era de temer, el solo recuerdo la perturbaba, quería huir de todo eso.. la forma de intentar hacerlo fue llamar a Anton, eso evidenciaba lo desesperada que estaba y lo idiota que era, ahora estaba empecinada en recuperar algo de lo que sintió por él, ahogar con su recuerdo los sentimientos que cobraban vida por culpa de Elena.. tal vez se estaba haciendo la cabeza, quizá no pasara de estima por saber que fue su cuñada. Se estaba mintiendo, pero lo necesitaba para no odiarse por el atrevimiento de posar la mirada en la mujer de su hermana, la estaba traicionando, aunque no fuera físicamente, el sentimiento era una inaceptable traición que la agobiaba mucho más que todo lo demás, la dejaba en un estado absolutamente vulnerable.. lo peor, tenía que hablar a solas con ella y pedir una enorme disculpa por haberla besado, para completar sus males, no podía quitarle la mirada de encima.
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Hemoglobina.
FanfictionSangre que corre por las venas, sangre que une y genera lazos indestructibles, sangre que no se traiciona, sangre que es movida por un corazón que late y bombea, corazón que siente y se entrega. En medio de la noche, una mujer une a través del dolor...