Hemoglobina.

Cap XX

¡Hola! Les dejo adelantado este capítulo y sé que debo el de ella me recuerda a él, pero no sé, tal vez suba dos el fin de semana y el lunes el de Amor de hermanas. Gracias por los comentarios y votos, por el apoyo que significa mucho para mi.

Fue apenas un débil susurro, tan débil como el autocontrol de ambas mujeres al entrar en contacto sus labios y dar vida a ese suave y delicado beso que para ellas duró unos pocos segundos, nada más lejano a eso, fue un muy largo beso provocado por un arrebato de la pelirroja y tuvo continuidad porque Yulia al igual que ella lo deseó de forma inconsciente y correspondió porque sus labios simplemente no pudieron rechazar el deleite que generó en todo su cuerpo, un beso que llegó a su fin por aquel débil susurro con el nombre de una mujer demasiado importante en la vida de ambas aunque no estuviera en este mundo físicamente, pero su recuerdo, la hacía eterna. Un susurro con nombre de mujer que generó una especie de implosión contra sus labios, el efecto fue arrasador, el beso murió al igual que todo contacto que pudieron llegar a establecer, separándose rápida y bruscamente, contrastando demasiado sus movimientos al separarse con los que existieron en medio del beso que ahora las dejaba con un mar de sentimientos encontrados, porque algo les decía que habían encontrado ese algo que no buscaban pero sus vidas necesitaban. Lena para comprender que aún había lugar para el amor en su vida, que su sonrisa no se apagó con el corazón de aquella rubia a la que nunca olvidaría, nadie ocuparía el lugar de ella, porque Nadia era su primer gran amor, uno que tal vez sería eterno al igual que su recuerdo, pero eso no significaba que no pudiera volver amar de forma diferente; por el lado de Yulia.. necesitaba volver a creer en el amor, en su magia, en el <Estoy contigo pase lo que pase.> aunque la vida la llevó a comprender que no era así.. o que para cada ser humano, solo un puñado de personas en el mundo podía decir esa frase y actuar en consecuencia, en su caso, solo tenía a Irina, lo agradecía, pero también comenzaba sentir la necesidad de un algo más en su vida, un alguien más a decir verdad, alguien que le robara una sonrisa al llegar a casa después de un largo día de trabajo o que le hiciera compañía a la hora de comer, alguien que la peleara y llegara a desesperarla, calmándola con un beso fúrico que fuera solo el inicio de un momento apasionado, un alguien con quien compartir la vida.

Estaban frente a frente, solo que a un metro de distancia aproximadamente, pensando, sintiendo que lo que necesitaban, estaba justamente frente a ellas, sus corazones lo sentían y ponían de manifiesto latiendo a una velocidad abrumadora, pero sus consciencias dictaminaban que aquello era imposible, que aquella rubia que pudo llegar a unir sus vidas.. y tal vez lo hizo, las separaba. Sentimientos mágicos y trágicos en medio de un ensordecedor silencio que ninguna estaba dispuesta a romper, porque si lo hacían, sería para sollozar ante la abrumadora realidad.. y así, sin decir absolutamente nada, Yulia abordó su coche para volver a su apartamento que a pesar de la cálida temperatura que guardaba esa noche de verano, se le hacía cruelmente frío y vacío, no había calor de hogar, ni nadie que pudiera cobijarla entre sus brazos y asegurarle que todo estaría bien. Para Lena no fue diferente, luego de ver a la morena marcharse entró a su casa, sintiendo un vacío inmenso que solo una persona podría calmar, pero sabía era imposible, se lo había hecho saber con aquel suave susurro que pareció desgarrar lo que apenas intentaba sanar, fue Yulia quien evocó a Nadia, y sabía, la culpa debía estar matándola como lo hacía con ella en ese momento.

Si de por si, el día lunes es el día menos deseado de la semana, este en particular se hacía odioso para ambas partes, además de no querer verse las caras por lo ocurrido la noche del sábado, ese lunes marcaba un nuevo inicio, no solo de la semana sino del retorno de Yulia al hospital, el tratamiento de Tanya, y el nuevo cambio que se avecinaba en la relación de la cirujana y la residente, mejor dicho entre Yulia y Lena, porque esta vez era absolutamente personal y la que sentía el peso de tener que dar una explicación o pedir unas disculpas en mayúscula era la pelirroja, aunque fue cosa de a dos, ella dió el primer paso que la llevó a un terrible agobio, aún así, no podía decir que lo lamentaba cuando el beso correspondido por la ojiazul fue sublime, lo que estúpidamente y pese a saber que algún tipo de relación entre ellas era prácticamente imposible.. contra todo pronóstico, alimentaba algún tipo de esperanza, porque Yulia la había besado sin una gota de alcohol en sistema y eso no dejaba de darle vueltas en la cabeza, y si, quería más aunque luego la culpa asomara la cabeza. No era que no quisiera verla en realidad, la cuestión era que no sabía que decir, no quería ser odiada por la morena, no quería odiarla, tampoco que la relación más amena que construyeron en las últimas semanas volviera a foja cero, aunque no pudiera tenerla de la forma en que deseaba con la culpa a cuesta, no deseaba alejarse de ella y perder la oportunidad de conocerla un poco más hasta que su contrato terminara.. después de todo, terminaría por irse, pero lo mejor, al menos para Lena, era guardar un buen recuerdo de la morena que al parecer, terminaría por romperle el corazón.