Hemoglobina.

Cap XXII

En lo que Lena fue a asearse, Yulia sirvió una taza de café y una porción de tarta de manzana para la pelirroja, una vez que el desayuno estuvo listo sobre la barra de la cocina, Yulia retomó su lugar en el taburete disponiéndose a revelar el scaner que la residente le entregó momentos atrás, la placa fue expuesta ante la luz artificial de la cocina y su mirada se fijó en la imagen, a simple vista, no había lesión alguna en la columna del joven, por lo que la morena realizó una búsqueda visual exhaustiva, que la llevó a determinar que el scaner estaba limpio, solo advirtiendo la presencia de Elena en la cocina cuando decidió guardar la placa en el mismo sobre que estuvo antes.

Y: "No hay nada." Comenta la morena optando por no mirar a Elena, sospechando ahora que la pelirroja no acababa de llegar, pues estaba recargada sobre la abertura que separa la cocina de la sala, hasta parecía cómoda allí. 

L: "Pensé que podría estar pasando algo por alto." Repone con pesar, tanto porque la imagen de la morena sumamente concentrada observando la placa ya no formaba parte del paisaje, como por sus palabras, pues el intenso dolor del paciente no desaparecía y ella no sabía ya que camino seguir en su búsqueda por ayudar, y para que negarlo, el pediatra también estaba un poco perdido.

Y: "¿Por eso viniste anoche?" Indaga dejando el sobre a un lado, indicándole a la pelirroja con un gesto de mano que se siente para desayunar.

L: "Por ambas cosas." Responde obligándose a apartarse del arco que divide la sala de la cocina para sentarse frente a la morena, posando la mirada en aquel sobre que no brindaba nueva información, y recién luego del despertar recordó el dolor del chico.

Y: "No era una excusa." Pensó en voz alta siguiendo la mirada de la pelirroja, quien se notaba preocupada.. y al parecer, si era por el paciente.

L: "No necesito excusas.. y si te molesta mi presencia.."

Y: "Elena." Musita liberando un pesado suspiro. "¿No quedamos en que íbamos a intentar llevarnos mejor?" Interroga enarcando una ceja, sin desprender la mirada de los verdegrises de la pelirroja que la miraban con cierta molestia.

L: "Si, pero no me agrada que pienses que uso a un paciente para acercarme a ti." Responde frunciendo el ceño al notar la sonrisa que se dibuja en los labios de la morena, era una muy pequeña a decir verdad, pero no pasó por alto para la pelirroja que no estaba comprendiendo que buscaba la morena, si deseaba molestarla, lo estaba logrando.

Y: "No lo estaba pensando." Niega con la cabeza a tiempo que coge su taza de café para beber varios pequeños sorbos y retomar luego la palabra. "En realidad, lo que pensaba.. es que algo debió pasar después de que salí del hospital para que trajeras el scaner." Comenta con seguridad, sin poder evitar pensar en que Elena sería una muy buena cirujana, de eso no tenía duda alguna, aunque aún no sabía que especialidad escogería, y si, el plazo se acortaba.

L: "Dimitri se retorcía y lloraba de dolor anoche." Libera un pesado suspiro, sintiéndose por demás impotente al no poder aportar nada en el caso del chico.

Y: "Se ha descartado que sean dolores de crecimiento, ¿verdad?" Inquiere haciendo memoria del historial que leyó la tarde anterior.

L: "Tiene todos los síntomas, pero los calmantes no surgen efecto y el dolor es cada vez más agudo.. ya no solo cuando estira la columna o las extremidades." Le cuenta posando la mirada en los azules de la morena, como si de ellos pudiera recibir una respuesta, esperaba que así fuera.

Y: "¿De cuándo son las placas de neurología?" Pregunta luego de unos breves segundos de silencio en los que trató de encontrar en su mente la fecha de los estudios, pero no lo recordaba.

L: "Fueron hechas esta semana. ¿Por qué pediste un scaner de la columna?" Interroga buscando saber si Yulia tenía alguna sospecha de algo o en base a qué solicitó dicho estudio ya que no habían hablado demasiado del caso, por no decir nada ante su rápida salida del despacho de la especialista.