Su cabeza era una bomba de tiempo, sentía que explotaría de un momento a otro, quizás fuera de agradecer, el dolor de cabeza que sentía desde la noche anterior se le hacía insoportable, como si un huracán hubiera arrasado con su cuerpo dejando un manto de destrucción; el dolor que arrastraba hace meses, el que había intentado esconder hasta de si misma salió a flote el día anterior, lloró como una niña de tres años en los brazos de Elena Katina, y no solo eso, una vez que ella se fue, el llanto volvió con más fuerzas hasta agotar las propias.. no supo en que momento dejó de llorar, probablemente al quedarse dormida; las consecuencias.. más allá del tono rojizo que aún podía notarse en torno al azul de su mirada y la hinchazón de los párpados, sentía el cuerpo sumamente pesado, como estuviera cubierta por una gruesa capa de concreto, la espalda y cuello le dolían horrores y la congestión nasal le dificultaba el respirar; pese a todo eso, estaba una vez más frente a la mesa de operaciones, no podía enmendar los errores de la última vez que estuvo allí.. vale, no eran solamente sus errores, quizás no tuviera porque achacarse el que nadie advirtiera el aneurisma de aquel joven al que vio morir mientras luchaba por darle una oportunidad.. ahora.. tenía a un pequeño de diez años sobre la mesa, no pensó que tuviera que operarlo ese día, pero el pequeño llegó al hospital junto a sus padres y un terrible dolor de cabeza que no se parecía al de una simple cefalea, eso indicaba que el aneurisma estallaría de un momento a otro, bueno en un plazo de diez a quince días, pero ella no estaba dispuesta a arriesgarse, y sus padres, por más temores que tuvieran, sabían que la única posibilidad del pequeño, era mediante esa intervención, y ella, sabía que estaba bajo la mira de muchos, los que se culpaban unos a otros por el paciente del sábado, algunos pedían un cambio en las medidas a tomar en urgencias, pero el límite era borroso.. en realidad, nadie quería cargar con la culpa de no haber prestado atención a ese paciente, ella en el fondo sabía que no había culpas, después de todo, era un aneurisma asintomático que nunca fue detectado ya que el chico llevaba una vida normal y aparentemente sana, pero había muerto en su quirófano, por lo que la objetividad se iba al demonio, ella misma se presionaba, más aún cuando tenía a un pequeño de diez años relajado, pero no inconsciente mientras ella explora sus arterias a través de los monitores que tiene frente a ella, sus manos manipulan el instrumental mientras le hace conversación al niño al cual había visto varias veces en su consulta y mostraba gran interés por los animales, por lo que no le resulta difícil dialogar con él, asegurándose de esa forma que todo estuviera en orden, ya que por la zona en la que estaba trabajando, un mal movimiento del instrumental podía generar daños a su sistema, desde lo visual, una parálisis parcial, el habla y tantas otras; no era una intervención habitual ya que los niños no son demasiados propensos al cuadro, pero tampoco están exentos, y en la mayoría de los casos, se opta por anestesia general, los internos del residente que tenía esa semana se habían enfrentado en una lucha por entrar al caso, algo que no era una extrañeza, ella hubiera hecho lo mismo, y en otro momento lo entendería, ese día no, se molestó por el poco tacto que mostraron con el paciente y sus padres, por como no disimulaban el deseo de estar en la intervención, como si el niño fuera una obra de arte en exposición, optando porque ningún interno la asistiera, todos estaban en la galería al igual que Popov y otros, que al igual que el personal del quirófano se mostraban un tanto sorprendidos por el diálogo fluido que Yulia tenía con el paciente; la mujer que se mostraba distante con todo el personal e incluso cuando se trataba de trabajo se expresaba con pocas palabras, ahora hablaba con el pequeño con total naturalidad y desenvoltura mientras realiza la reparación endovascular del aneurisma, colocando alambres delgados dentro del aneurisma que posteriormente enrolla en una pelota de malla y por último coloca unos stens para sostener los espirales de alambre y la malla, por lo que aneurisma seguía allí, pero sin riesgo de que se rompa.
Y: "Los espirales que se forma alrededor del aneurisma impiden que el mismo se rompa y sangre." Expresa para los internos y residentes que estaban en la galería, teniendo muy presente que estaba en un hospital de enseñanza; no quería privar de instrucción a los internos, pero todo tenía un límite, y ese día, bajo las circunstancias en las que la morena se encontraba, sintió que ellos lo habían superado. "Póngale una dosis de 50 UI/Kg de heparina por intravenosa, dentro de 4 horas una de 75 UI/Kg." Expresa mirando a una enfermera mientras retira el instrumental del paciente para luego cerrar la pequeña incisión que realizó para que la sonda llegara al aneurisma.. por fin había acabado y el paciente no mostraba alteraciones en su conducta, por lo que podía considerar que había hecho bien su trabajo, ahora le quedaba controlar la coagulación para que no surgiera ningún coágulo peligroso, por eso pidió que le inyectaran la heparina (anticoagulante), también debían realizarle los estudios pertinentes para conocer la coagulación del pequeño, pero eso dentro de unas horas, ahora era tiempo de hablar con los familiares y volver a la realidad.. en la que su cuerpo dolía horrores, pero ella pretendía ignorarlo aunque el agudo dolor de cabeza que sentía por momentos no la dejaba pensar. "Iré a verte luego, descansa guerrero." Murmura para el niño guiñándole el ojo antes de salir del quirófano, dejando a más de uno sorprendido por ese gesto expresivo con un nivel de complicidad que ella bien sabía el niño no recordaría, pero no lo había hecho por eso, sino porque simplemente lo sintió y el trato que tenía con los pacientes era diferente al del personal.
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Hemoglobina.
FanfictionSangre que corre por las venas, sangre que une y genera lazos indestructibles, sangre que no se traiciona, sangre que es movida por un corazón que late y bombea, corazón que siente y se entrega. En medio de la noche, una mujer une a través del dolor...