¡SEGUNDA PARTE DE STAY WITH ME!
"Tenemos que estar juntos"
"¿Porque sé que eres Spiderman?" Preguntó sarcástica.
Peter la miró de vuelta, herido. Eso sólo hizo que Leyla se molestara aún más. Él no era el que tenía que estar ofendido en este momento...
—¡Manos arriba! ¡Dije manos arriba! ¡No sé muevan!
—¡No intenten nada!
Gateé por el techo de vidrio, viendo cómo los ladrones encañonaban a un par de trabajadores y personas, a los rehenes en general. Los autos de los policías estaban estacionados fuera del lugar, uno de ellos tenía un altoparlante e intentaba negociar con "el líder" de este golpe, pero no había muchos resultados favorables. Un helicóptero se escuchaba algo lejos, seguro venía en camino, gente se acercaba a mirar, aunque era un momento de tensión algunos notaron mi presencia y gritaban en mi apoyo.
Un mensaje llegó a mi teléfono, me di el tiempo de leerlo.
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El helicóptero del noticiero había llegado y estaba justo arriba, guardé el teléfono. Me acerco a la la única entrada desde dónde estoy y utilizo una telaraña para bajar hacia el lugar. El sujeto con la metralleta sigue apuntándole a todos los rehenes que están agachados y con la mirada abajo, parece que nadie ha notado mi presencia. Me quedo unos 4 metros antes de llegar al piso, analizando la situación y echándole un rápido vistazo al entorno.
Una empleada era la única que estaba atrás de la mesa, guardando dinero en una bolsa que supongo fue dada por los ladrones. Obviamente estaba tan nerviosa y con miedo, podrías darte cuenta con su expresión en el rostro o sus manos temblorosas, incluso la lentitud con la que hacía las coas se debía a eso; claro que a los malos no les agradó eso.
—¡No tengo todo tu maldito tiempo!.-El tipo se acercó a la chica, ella soltó un sollozo y retrocedió.—¿Ahora que haces? Vuelve aquí y pon el dinero.
—Más te vale que no lo empecemos a hacer nosotros mismos, porque entonces si las cosas se empezaran a poner feas.
Un poco más atrás, uno de los empleados que parecía más nervioso se libró de las manos de sus compañeros y gerente, en un acto de desesperación intentó correr hacia la salida, los ladrones de dieron cuenta. Tomé impulso, balanceándome hacia delante y lanzando una telaraña hacia aquel empleado, haciéndolo a un lado, con mi otra mano también lancé una hacia el malo quitándole su arma y dejándola colgada, de modo que no pudiera alcanzarla. Di una voltereta y finalmente caí de pie.
Vi fugazmente a las personas.
—Comienzo a pensar que no era tu turno, y te metiste a la fila.-Crucé mis brazos.-
Otro de ellos me disparó, también quité su arma, de hecho logré quitárselas a todos, e intentaban golpearme después pero yo lo esquivaba y los empujaba, de modo que cayeran todos cerca para después lanzar algo de telaraña con la que se quedaran pegados ahí.
—Uy, muy lento...oh eso estuvo cerca...lindos zapatos...oh,tu parece que ni siquiera lo intentaste.
