¡SEGUNDA PARTE DE STAY WITH ME!
"Tenemos que estar juntos"
"¿Porque sé que eres Spiderman?" Preguntó sarcástica.
Peter la miró de vuelta, herido. Eso sólo hizo que Leyla se molestara aún más. Él no era el que tenía que estar ofendido en este momento...
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... —¡Beth por favor! Esto es una locura, piensa en lo que estás haciendo.- Le grité incapaz de moverme de mi lugar.-
La miraba y no la reconocía. Esa chica parada frente a mi no era mi amiga.
¿O es que está era la verdadera ella? Creer en que esa parte de mi vida fue una mentira me hizo sentirme muy sola. Luego miré a mi lado derecho, al menos Silver Sable parecía si ser honesta, desde el principio con Peter y conmigo. La habíamos acusado de ser una mercenaria y le habíamos pedido pruebas de que podíamos trabajar con ella, y lo hizo. No le iba a dar la espalda ahora, ella parecía pensar lo mismo.
—En verdad siento que hayas quedado en medio de esto, Leyla. Créeme cuándo te digo que me hubiera gustado que las cosas fueran diferentes. Lo intenté, enserio. Pero me mentiste.
—¿Quieren hablar de su amistad un momento? Me parece una buena idea que bajes el arma, se calmarían un poco los ánimos.- Habló Silver.-
—¿Qué te parece si te disparo y ya?
—¿Me estás amenazando?.-Le contestó Silver.-
—¡Beth! No estás siendo racional, ¿Qué estás haciendo?.- Escuché mi propio llanto, no sé ni en que momento comencé a hacerlo.— Por favor...
Pero nada de lo que dije la haría cambiar de opinión, vi la determinación en sus ojos. No estaba asustada por Silver Sable, no del todo, pero no tenía ni idea de cómo saldría todo esto. No tuve que pensarlo mucho más. Porque Beth disparó una vez más, sin embargo Silver Sable fue más rápida, nos quitó del medio y no perdió tiempo para ir contra Elizabeth mientras yo caía al suelo.
Beth apuntó a Sable pero ella pateó el arma lejos, después le soltó un golpe. Elizabeth se lo regresó y así comenzó una pelea. Silver parecía estar esquivando más golpes de los que recibía e incluso de los que daba, no puedo decir que no se estaba defendiendo pero la forma en la que estaba peleando justo ahora era muy ágil. Me atrevería a decir que se estaba conteniendo, eso o tal vez sabía muy bien como mantenerse serena incluso en momentos como este, todo lo contrario a lo que estaba haciendo Beth. Ella arremetía con intensidad, casi con enojo, parecía frustrarse al no conectar algún golpe. Miré el arma a unos metros de mí, después volví mi vista a las chicas, pero no pasó nada, no podía moverme, me había quedado paralizada. Lo que me resultó hasta irónico considerando que el año pasado ayudé a detener a los seis siniestros. En un momento determinado, Silver Sable se descuidó, lo que le dio oportunidad a Beth de darle un codazo en la cara, haciéndola desenfocarse y así soltarle una patada en el estómago que la mandó al piso. Fue cuando por fin reaccioné, justo cuando volteó dispuesta a recoger el arma y terminar lo que tenía planeado yo estaba frente a ella. Ahora las posiciones se habían invertido, yo le apuntaba. Ella se rió.
