—Conque así murió la directora...— comentó Peter. —¡Pero es horrible! ¡Todo en general! ¡Richard nunca le hizo nada malo a Eficent, y aún así lo trataron como a un criminal!—
Yo me quedé callado. Sé perfectamente cómo se sintió Papá en aquel momento. Yo he tenido que soportarlo durante 7 meses más o menos.
—La verdad es que llamar a alguien "violador" es algo muy serio. Si era mentira, entonces quien quiera que lo hiciera tenía intenciones de deshacerse de Richard. Leblanc incluso pensaba en expulsarlo.
—En ese caso, es imposible que el culpable fuera Rodrigo, tal y como dijo aquella otra chica.— añadió Rebbeca a la deducción de Samuel. —Richard era el único en quien podía confiar. Además de esa teoría de que fuera homosexual...
—...Fue Santiago.
—¿Qué dices, Chase?— me preguntó Bianca.
—Santiago Vargas. Durante todo ese tiempo estuvo metiéndose con mi padre y Rodrigo. Pero sobre todo con mi padre, porque este no le dejaba acercarse a Rodrigo. ¿Y si Santiago pensara en acusar a mi padre para que fuera expulsado, y así tener a Rodrigo indefenso?—
Samuel se quedó pensativo.
—Es una posibilidad. Pero necesitaba alguna prueba. No podía inventarse algo así como así sin alguna base.
—¿Es posible que se hubiera aprovechado del momento en el que Richard y Eficent subieron al tercer piso?— preguntó Camille. —Esa acción de por si ya era sospechosa.
—Hmm... Creo que esa fue su ÚNICA oportunidad. Luego está el tema de la chica que mencionó Elisa: Clara Méndez. Está claro que Rodrigo estuvo en la habitación esperando a que volviera Richard, así que no pudo haber visto nada. Si esto es así... ¿Por qué dijo Clara haber visto a Rodrigo?
—Aaaaargh, ¡esto es muy confuso!— se quejó Peter.
—Mejor sigamos leyendo. Me he quedado preocupada. ¿Y quién sabe? A lo mejor está la respuesta ahí.— sugirió Rebbeca.
—Está bien. Pero que lea otro; tengo la garganta a punto de romperse.— dijo Samuel llevándose una mano al cuello.
—¿Por qué no lees tú, Chase? Sería como ver a Richard leer en persona. Al fin y al cabo, erais igualitos según las fotos.— me preguntó Bianca.
—Supongo que no tengo más remedio...—
Le cogí el diario a Samuel, y continué leyendo en voz alta.
~***~
Cuando vinieron a interrogarme, pude convencerles de que realmente no había violado a Elisa. Y muchísimo menos matado a la directora.
Por ello, al fin me soltaron y pude andar por el internado de nuevo. ...Solo para encontrarme con más problemas.
—¡Perdona!—
Me giré para ver a quién me había llamado: Tara Méndez.
—¿Qué quieres tú ahora?
—Eeeeh, tranquilo, fiera. Solo quería saber si estabas bien. Quiero decir, esos rumores son muy malos.
—¿Yo? De puta madre. La que me preocupa es Elisa.
—No te preocupes por ella. Seguro que su clase la está apoyando.—
En aquel momento, no sabía porque... pero las palabras de Tara no parecían sinceras.
—Además... a mí no me importa lo que digan.
—¿A qué te refieres?
—Ja, ja, ja. ¿Me vas a hacer decirlo? Eres malo.— Tara se acercó a mi cara, demasiado para mi gusto.
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¿Porqué tengo que ser yo el malo? La Verdad Oculta
Mystery / ThrillerLos asesinatos del Bromista ya han llegado a su fin, pero el pasado esconde muchos más secretos. Para averiguar los verdaderos motivos del Bromista que le llevaron a hacer todo aquello, voy a necesitar la ayuda de mi padre... Y la ayuda de sus exper...