Le contamos a Yuri todo lo que estaba pasando, incluyendo lo que nos pasó a nosotros en el internado y los eventos anteriores.
—Conque el culpable fue Rodrigo después de todo... Pobre Richard. Él creía en la inocencia de Rodrigo hasta el final...
—Señor Kuzmich.— lo llamó Peter. —Sé que tal vez no quiera hablar de ello pero, tengo curiosidad. ¿Usted que fábula era?
—Puedes tratarme de tú. Y yo era... ¿Cómo era en este país...? Juan Sin Miedo, creo recordar.
—¿En serio?— Peter tiró su cuerpo contra el sofá, haciendo pucheros. —Maldito suertudo...—
Yuri se rió un poco.
—Bueno, no sé si estar maldito durante más de 30 años es suerte, pero sin duda me ayudó mucho en mi trabajo hoy en día. Ser reportero de investigación no es tarea fácil.—
¿Reportero de investigación? ¿Y que hace alguien como él en este pueblo, en medio de la nada?
—Señor Kuzmich.— habló Samuel enseñando algo en su móvil. —¿Reconoce al hombre de esta fotografía?—
Yuri cogió el móvil para ver de cerca la imagen.
—Por supuesto. Su nombre es Santiago Vargas. Era un abusón del internado que se metía con Richard a todas horas. Es más, yo he tomado esa fotografía.
—Entiendo.— Samuel cogió el móvil y se lo guardó. —En otro orden de cosas: Hemos encontrado un diario que pertenecía a Richard Hollister. Y, justo en la entrada que iba a leer anteriormente, aparece su nombre: Yuri Kuzmich.
—¿Mi nombre?— preguntó Yuri. —Vaya. Me extraña que me hubiera mencionado.—
Samuel abrió el diario.
—Al parecer Richard Hollister, Héctor Santana, Rodrigo Márquez y usted fueron un grupo en un trabajo de Naturales. Y, por lo que puedo leer de momento, se perdieron en el bosque mientras hacían el trabajo.
—Chicos, por favor.— pidió Eficent. —Yuri estará agotado, dejadle respirar. Mañana podréis hablar con él---
—No importa, Elisa.— la interrumpió el reportero. Ah, sí... Eso trae recuerdos.—
Yuri se reclinó en el sofá.
—Mientras estábamos terminando el trabajo, empezó a llover repentinamente. Corrimos por el bosque, buscando refugio, y lo encontramos en un tocón viejo hueco. Entramos los cuatro dentro, y descubrimos atónitos que el mapa estaba empapado. En aquel estado, era completamente ilegible. Hasta se rompía solo en pedacitos.
—¿Y no pasasteis miedo?— preguntó Peter.
—Claro que sí. Pero nos las apañamos. Recogimos un par de piedras y, usando trozos de papel de un cuaderno, creamos combustible para un fuego con las cerillas que había conseguido Héctor de su casa. Pasaron minutos, que se convirtieron en largas horas, y acabó por anochecer...
—Si no le importa, Yuri...— habló Samuel.—Me gustaría leer esta parte del diario. Es justo después de lo que ha mencionado.
—Claro. Sírvete tú mismo.—
~***~
—Brr... Estoy helado...— me quejé. —¿Cómo puedes aguantar sin la chaqueta, Yuri? No es que me queje, ya que nos sirve un poco de techo, pero me sorprende.
—En Rusia hace más frío. Temperaturas bajo cero.—
Sé que Yuri aún está aprendiendo el idioma y eso, pero... Guau, me hace pensar que Rusia es una tierra yerma despiadada.
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¿Porqué tengo que ser yo el malo? La Verdad Oculta
Mystery / ThrillerLos asesinatos del Bromista ya han llegado a su fin, pero el pasado esconde muchos más secretos. Para averiguar los verdaderos motivos del Bromista que le llevaron a hacer todo aquello, voy a necesitar la ayuda de mi padre... Y la ayuda de sus exper...