Samuel estuvo ojeando las hojas, volviéndose cada vez más pálido.
—Bueno... Parece que ya hemos llegado al punto que nos interesa...
—¿A qué te refieres con eso?— preguntó Bianca.
—A que hemos llegado a Diciembre... el mes donde ocurrió todo. Según estas entradas, la clase de Richard ya empezó a hacer el telar que mató a la directora.
—¡No fastidies...!— exclamó Peter.
Samuel me miró.
—Chase, puede que no te guste lo que voy a leer. Asi que, como amigo, te lo pregunto: ¿Quieres que siga leyendo?—
Me quedé callado. Quería saber lo que ocurrió, lo que vivió mi padre, con todas mis fuerzas.
Pero... Había una pregunta en concreto... a la que no encontraba explicación.
—...Todavía no. Hay algo que quiero saber antes. Y sé quién me dará la respuesta.—
Me levanté de la silla.
—Me voy a ver a Álvaro.
—¿Álvaro? ¿El médico?— preguntó Rebbeca.
—El mismo. Él es quien debería haber hecho la autopsia de mi padre. ...Pero nunca dijo la causa de su muerte.— contesté. —Antes de saber los motivos de Rodrigo... necesito saber QUÉ le hizo a mi padre.—
Samuel asintió cerrando el diario y levantándose.
—Tiene sentido. Yo tengo alguna que otra teoría sobre eso... pero prefiero que me cuenten la verdad. Voy contigo.
—¡Yo también voy!— gritó Bianca. —Además, estoy segura de que Camille diría lo mismo sin pensárselo dos veces.
—¡Cuenta conmigo!— añadió Peter.
—Ni se te ocurra pensar que te dejaré solo en una situación como esta.— dijo Rebbeca con la misma decisión que el resto.
Samuel rió.
—A mi parecer la decisión es unánime, Chase.—
No pude evitar sonreír.
—Gracias... A todos, en serio.
—Aún no las des.— dijo Peter. —...Esto solo es el principio.
—Cierto. Aún estamos lejos de saber la verdad.— comentó Bianca. —¡No podemos dejar que esta información se eche a perder!
—Pues, sin más dilación... ¡Nos vamos!—
Bajamos las escaleras y salimos por la puerta corriendo, en dirección a la consulta de Álvaro.
Si tan solo hubiera sabido de antemano lo que averiguaría... Muchas cosas podrían haber sido diferentes.
Y así, ignorante de aquella gran mentira, abrí la puerta de la consulta.
—¡Chase, cuánto tiempo!— me saludó el médico. —¿Vienes a por un chequeo? Guau, te veo rodeado de gente.
—Álvaro, esto no es una visita por placer. ...Necesito el informe de la autopsia de mi padre.—
El rostro de Álvaro palideció.
—¿Qué...? ¿Para que lo quieres, chico?
—¡Necesito saberlo, Álvaro!— chillé apretando los puños, conteniéndome las lágrimas por la frustración. —Aún lo recuerdo... como si fuera ayer... El rostro de mi padre la noche en la que murió. Cuando yo lo vi... parecía dormir plácidamente. Por eso lo intenté despertar...—
ESTÁS LEYENDO
¿Porqué tengo que ser yo el malo? La Verdad Oculta
Misterio / SuspensoLos asesinatos del Bromista ya han llegado a su fin, pero el pasado esconde muchos más secretos. Para averiguar los verdaderos motivos del Bromista que le llevaron a hacer todo aquello, voy a necesitar la ayuda de mi padre... Y la ayuda de sus exper...