Especial

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Quiero agradecer de corazón su cariño, queridas y queridos lectores, por eso es que escribí este especial. Ya que ha habido +20k de lecturas y +6k de votaciones, ni hablar de los comentarios, que siempre trato de responder, a todos, a veces tardo pero lo intento; siempre me ha gustado poder comunicarme con quien me lee.

Y bueno, esto es para ustedes, mis fieles lectores, por este libro, que no es de los mejores pero tuvo buena acogida. Demás está invitarlos a mis otros libros, pero sí, los invito y espero; y listo, acá, el especial.



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SeokJin estaba preparando una cena, pensaron celebrar todas las relaciones que se armaron hace un año atrás, ya que la diferencia de oficialización, de una con otra, no era tan distante. Junto a él estaba Kidoh, cortando las carnes y echando aliños para darles un sabor diferente. Hoseok con Nam fueron a comprar tragos fuertes y bebidas, para Taehyung, por ejemplo, que no gustaba mucho de beber alcohol.


Jimin estaba preparando las ensaladas, en el comedor, mientras veía vídeos de música aleatoriamente. –Jiminnie, puedes gritarle a esos tres seres vivos que ocupan aire de más- señalo algo hastiado Jin –que bajen y ayuden en alguna mierda- el mayor que estaba junto a él, con las carnes, se rió de forma espontánea al ver tan molesto a su novio –Yoongi se la pasa en nuestros cuarto con Jungkook, y Taehyung durmiendo cuando Nam no está, ya sabes, con eso de que... no lo deja dormir mucho- la risa de ambos se hizo ver, y Kidoh reía más fuerte aún, debido al sonido de la risa de su novio, algo que lo enamoraba más y más.


Jimin gritó un par de veces pero no hubo respuesta de ninguno de los tres, fue al cuarto de Nam con Taehyung y golpeó débilmente, decidió abrir finalmente e ingresar, total, aquel, era su mejor amigo. Lo vio durmiendo como un bebé y sintió su corazón estremecerse. Le dio un besito en la mejilla y susurro a su oído –amiguito lindo, despierta- al no ver respuesta, le jalo del cabello y golpeo sin brusquedad la cabeza –despierta, mierda, que Nam te folle toda la noche, no te da derecho a tenernos como esclavos trabajando- dicho aquello y tras ver que el contrario abría sus ojos con fuerza, se fue.


Camino por el pasillo, se mentalizo y respiro hondo –no caeré- sostuvo antes de seguir camino. Era difícil, aún en aquel momento de sus vidas, tras un año del todo, darse cuenta de cuando interrumpían momentos pasionales con Jungkook y Suga, a cuando ellos no estaban haciendo nada obsceno. Por lo que, Jimin, o cualquier otro miembro, odiaba de sobremanera ir a avisar cualquier cosa a alguno de los anteriormente mencionados. Se paró frente a la puerta, respiro hondo y, al no sentir ruido extraño al otro lado, decidió finalmente golpear. Dos golpes pero nadie salió a abrir, giro la perilla lentamente, tratando de no meter ruido y se adentró. La puerta daba al espacio físico de Jin, cama con cubrecama color gris claro, un charmander en el suelo, ropa rosada esparcida y objetos claros. Siguió su camino, riéndose de forma silenciosa, al notar cuadros de Kidoh en el mueble del medio en la habitación.


Un paso más y noto que no había nadie. Admiro extrañado todo, la cama de Yoongi con un cobertor negro, una lámpara de forma de canguro y ni rastros de la parejita de galletas azucaradas. Estaba por irse cuando escuchó algo, un golpe con la madera o algo así, se volteó pero no hayo nada extraño, volvió a girar sobre sus pies y, de nuevo, sintió risas que se acallaban. Su cuerpo se tensó por completo ¿acaso habían fantasmas en casa? Pensó, estuvo a punto de irse cuando nuevamente sintió las risas y un –Kaenggeoluuuu, cállate- Jimin volteó nuevamente y, acercándose a la cama, se agacho, alzando el cobertor y las sábanas, admirando debajo de la cama a Yoongi con Jungkook, semidesnudos. -¿QUÉ VERGA ES ESTO?- gritó a ambos –salgan de ahí y dejen de molestarme, no mirare para que se puedan vestir pero...-


–Ese es el problema hyung- habló finalmente el menor –no podemos salir y nos daba vergüenza llamarlos- la mirada de Jimin le hizo seguir hablando –podemos explicar luego, el todo pero... puedes levantar la cama con alguien, está dura, ni yo puedo alzarla-


Fue a buscar a Taehyung y entre ambos levantaron la cama, cerrando los ojos avergonzados al notar que, no estaban semi desnudos, más bien, estaban completamente desnudos y, bueno, sus ojos no quisieron ver bien, pero era obvio que estaban juntos.


Decidieron no hablar del tema con los demás, en un trato silencioso que hicieron en la habitación. Pero, mientras comían, algo paso y, bueno, se enteraron todos.


-Hicimos brochetas de corderos para ustedes- comentó de forma alegre Kidoh –ya que ayudaron a unir a la mayoría de las parejas aquí- Yoongi le agradeció el gesto, cuando sintieron a Taehyung reír de la nada -¿qué pasa Taehyunggie?- aquel miro a todos y esbozo, sin vergüenza ni miedo.


Quiso irse de ahí pero un mayor, un hyung le estaba exigiendo la razón de su risa, y sin poder no decir la verdad señaló –Yoongi hyung y Jungkook estaban como esa carne al palo, Kookie se creía carne- siguió riendo, ahora siendo acompañado por la risa de Jimin, que al recordar las cosas, no pudo evitar su risa.


Luego de que Yoongi le lanzará la ensalada por la cabeza, Nam quiso saber bien la historia que su novio había contado, así que el mayor de Daegu decidió contar el cómo terminaron atrapados debajo de la cama, follando.


Yoongi comenzó a lamer el cuello del menor con parsimonia, mientras aquel se entregaba de forma completa, generando pequeños espasmos en su cuerpo y sensaciones completamente ardientes. Los dientes del mayor se clavaron en su cuello pero bajaron a la clavícula y pectoral, para no dejar marcas visibles. –hyung, hyung- el mayor dejo de morder a sus anchas y le miro atento –hagamos el amor en un lugar jamás antes profanado-


-en una iglesia- cuestionó Yoongi, y el menor comenzó a reír torpemente.


-no, cómo crees, tontito; lo hemos hecho en todas las partes de este cuarto, incluyendo la cama de SeokJin, creo que nos falta...- se lo pensó un momento y sin más, se levantó, para luego arrodillarse y admirar debajo de la cama de su novio –ahí- Yoongi negó pero el menor le mostró sus dientes de conejito y no hubo caso.


Se desnudaron de forma traviesa y se metió uno primero debajo de la cama, para luego meterse el otro; no pudieron ponerse frente a frente, así que, quedaron de lado –hyung, así no puedo tocarte y ni pensar en que me penetres- el mayor asintió –creo que debemos salir y hacerlo como la gente normal, tú y tus ideas- antes de que ambos rieran por la obviedad de lo dicho por el menor, se callaron, se trataron de mirar de algún modo y se dieron cuenta, estaban encerrados, desnudos, calientes y debajo de una cama, donde, sin pensar antes, podrían haber arañas e insectos.


Todos reían en la mesa, de forma alocada, mientras la pareja se levantaba e iba del lugar –gracias por la cena hyungs, nos vamos- caminaron hacía los cuartos cuando escucharon a Nam gritar:


¡No se vayan a perder en Narnia por querer follar en el armario!


Y más risas de todos, quedaría grabada como una gran anécdota de la pareja.



Nuevamente, gracias.
Anciana de los gatos.

sólo es mi hyung; yoonkook.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora