LOS 4 ELEMENTOS

Prefacio

Una oscuridad eclipsaba la luz del día extendiéndose por el cielo, apoderándose de todo lo que se cruzaba en su camino, la gente gritaba mientras se acercaba amenazante, atravesaba la aldea y se acercaba al castillo, un castillo grande y majestuoso, y hecho de cristal. Un muchacho atravesaba un largo y estrecho pasillo corriendo a gran velocidad, al llegar al fondo del pasillo atravesó una puerta alta y grande, al entrar sus ojos buscaron, vieron cuatro tronos de piedra y a cuatro personas en ellos, él vio de izquierda a derecha, el primer trono estaba ocupado por una mujer de cabello largo y castaño con hermosos ojos grises, era Terra, el siguiente trono era ocupado por un hombre, su cabello rojizo corto y ojos verdes eran bellos en él, era Ignis, el siguiente trono estaba ocupado por otro hombre, a diferencia de Ignis este tenía el cabello dorado y sus ojos eran azules como el océano, era Caeli, por último, en el último trono había una mujer de hermoso cabello negro y largo, con ojos profundos del mismo color, era Aqua, el muchacho podía ver la preocupación en los ojos de sus cuatro señores, estos se levantaron de sus tronos de forma ansiosa.

-ya casi llega- dijo el muchacho con la respiración entre cortada -pronto llegará al castillo-

Los cuatro señores se vieron los unos a los otros, como si se estuvieran hablando mentalmente. Por ultimo Ignis se dirigió al muchacho.

-lo sabemos, y ahora te necesitamos-

El muchacho sintió miedo ante esas palabras, no era un guerrero, o un predilecto, solo un humano, no sabía cómo serviría de ayuda. Pero estaba aquí por una razón.

-¿qué puedo hacer?- preguntó un poco dudoso de querer oír la respuesta. Esta vez Aqua habló.

-acércate- él obedeció y se paró en frente de la estrella de cinco puntas que estaba grabada en medio del salón. Los 4 señores se acercaron a él, cada uno se paró en una punta.

-entra a la quinta punta- indicó Caeli. El muchacho lo hizo.

-Terra, por favor- indicó Ignis, la mujer levantó sus manos, al mismo tiempo que un pilar emergía desde el centro de la estrella, en él, había un cristal del tamaño de un puño, el chico miró el cristal con absoluto asombro. Era hermoso.

Ignis habló con decisión dirigiéndose al muchacho -vamos a morir André- el muchacho abrió de forma asombrada sus ojos, estos eran azules como el hielo.

-es algo que sabíamos que pasaría- esta vez era Terra la que hablaba -y estábamos preparados-

El pánico se apoderó de André -pero si mueren todo se perderá, no pueden rendirse y ya-

-no lo hacemos- la voz de Aqua era tranquilizadora -sí, vamos a morir, pero regresaremos-

El chico estaba confundido -pero... cómo... sus poderes-

-estarán a salvo, pero para eso te necesitamos-

-no estoy entendiendo-

-resguardarás nuestros poderes, encerrados en el cristal, tienes que proteger el cristal con tu vida, hoy nosotros moriremos, pero tú vivirás, hasta que renazcamos y cuando llegue ese día tú tendrás que protegernos-

-pero ¿cómo?, yo no tengo poderes-

-de eso me encargo yo- Aqua se acercó a André y colocó sus manos la cabeza del muchacho, un brillos se extendió a lo largo de su cuerpo, al principio se sentía cálido, luego empezó a sentir el frio apoderándose de él, sentía que iba a gritar cuando Aqua despegó sus manos de los cabellos rubios del muchacho. Él estaba casi sin aliento.

-ahora eres un predilecto, de hielo, te riges hacia mí poder, y con este poder nos enseñaras a manejar los nuestros cuando no sepamos que los tenemos- André por fin había conseguido respirar de forma normal, pero ahora estaba conmocionado por todo lo que caía en sus hombros en aquel momento. Entonces cuatro manos se colocaron sobre el cristal, André retrocedió hasta salir de la estrella, un haz de luz emergió de la mano de Ignis, y el cristal reflejó fuego, con Caeli, el cristal se llenó con el poder del aire, luego Aqua introdujo el poder del agua y por ultimo Terra el poder de la tierra. Juntos separaron las manos del cristal.

-ahora tómalo nisi- dijo Terra -y huye con él, no dejes que lo encuentren y cumple con tu misión- El castillo comenzó a temblar.

-¡corre!, te ayudaremos desde el cristal hasta que renazcamos- gritó Caeli.

André tomó el cristal y salió corriendo de la habitación, aún sentía el frio recorriendo en su interior, el castillo se estaba cayendo a pedazos, él se aferró más al cristal, por fin había logrado salir del castillo, corrió, hasta que llegó a un arco de piedra, entonces el cristal resplandeció y un haz de luz salió del arco, André se cubrió los ojos por la luz, cuando se destapó los ojos, el arco se había vuelto una puerta, pero la luz que emanaba de ella no permitía ver qué había adentro, entonces recordó las palabras de Caeli, "te ayudaremos", eso era, era ayuda, estaba a punto de entrar cuando escuchó al castillo de cristal caerse en pedazos, echó un último vistazo al castillo y sintió una profunda tristeza , y una profunda culpabilidad, entonces atravesó el portal y la entrada se cubrió por una gruesa capa de hielo sólido, él se dio la vuelta intentando atravesar el portal otra vez, pero ya era tarde, el portal se había cerrado, y él supo que ahora tenía que esperar a que nacieran los 4 elementos.