Capítulo 16.

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André observó salir a algunos chicos de la biblioteca después de una ardua hora de investigación histórica. Los chicos parecían fatigados, pero él sonreía como si se levantara en una buena mañana. Aún sentía el sabor del capuchino con canela en sus labios. Recordaba haberse sorprendido por el sabor. En una sala para maestros naturalmente encuentras café acido que con suerte se puede arreglar con un sobre de azúcar barato. Cuando Bárbara sacó el sobre con su propio café había sido como ver la luz al final del túnel. Podía haber sido una perfecta mañana… Hasta que Lewinsky entró por la puerta de la biblioteca.

-¡Harris!-

André suspiro -señorita Lewinsky. No puede gritar aquí-

Lewinsky se acercó con paso firme al escritorio haciendo un estruendoso ruido con sus tacones -¡me tiene sin cuidado!, ¡como si estuvieras haciendo un buen trabajo después de todo!-

-¿disculpe?- dijo André saliendo de detrás del escritorio, al mismo tiempo que un montón de chicos llegaban con varios libros en las manos.

-¡pongan los libros sobre las mesas!- gritó Lewinsky a los chicos. Estos obedecieron. Lewinsky siguió hablando -¡su único deber en este lugar es proteger los libros como si fueran una parte de su cuerpo!-

-¡lo hago!-

-¡ábranlos!- 

Los chicos que habían entrado tras Lewinsky comenzaron a abrir los libros uno por uno. El problema estaba claro. En medio de las hojas había símbolos grandes y marcados con tinta roja. En algunos había dos. Pero solo una página de cada libro estaba marcada. Eran marcas desesperadas. Como si alguien hubiera tenido prisa en plasmarlas. Y no parecían tener ningún significado. Pero algo en su angustiosa forma de ser plasmadas hacía sentir que estaban ahí por alguna razón importante. 

-… ¿señor Harris?-

André había estado tan absorto en sus pensamientos que no se había dado cuenta de la presencia del director junto a él.

-¿disculpe?-

-le preguntaba si tenía idea de qué había pasado aquí-

-es evidente- interrumpió Lewinsky -lo que pasó aquí fue solo una muestra de la gran ineptitud laboral de este hombre…-

-señorita Lewinsky- la frenó el director con paciencia -contrólese. ¿Podría hacerme el favor de llevar a los alumnos a su clase?-

Lewinsky parecía tener una bomba en la cabeza a punto de explotar. Sin embargo, sacó a los chicos de la biblioteca son ninguna protesta. O por lo menos no en vos alta.

-ahora- siguió diciendo el director -¿tiene alguna explicación  sobre esto señor Harris?-

-realmente no- respondió André más concentrado -la verdad señor, no se me ocurre nada. Más que…-

-¿una broma? ¿Últimamente ha habido muchas bromas en la biblioteca no lo cree?-

-lo sé, lo siento señor, pero…-

-¡André…!- Alice había entrado en la biblioteca de forma impaciente, pero al ver a su padre se detuvo -lo siento, creí que estabas solo-

El padre de Alice, quien había estado cruzado de brazos mientras hablaba con  André había dejado caer espontáneamente las manos a los costados -Alice, ¿estás bien?-

-sí, es que, quería hablar con André-

-¿qué pasa?- preguntó el aludido.

-es que… ¡Clay y Jack están peleados, Miranda no me dice nada y está de mal humor, todos me están ignorando y estoy aún más frustrada por que lo eh intentado y no eh logrado encontrar mis po…!-

LOS 4 ELEMENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora