Capítulo 19.

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Alice daba tantas vueltas que Alex tuvo que cerrar los ojos para contrarrestar el mareo que le causaba seguirla con la mirada. El puño le dolía por el golpe que había dado hace unas pocas horas, pero después de ver la rabia con la que Bárbara trataba las heridas de Rayan, las ganas de que lo revisara se le habían esfumado por completo. Cuando los padres habían comenzado a llegar y habían entrado a la sala de presentaciones la situación se había vuelto repentinamente incómoda. Rayan había logrado escurrirse dentro la sala, dejando al resto esperando en un pasillo largo y silencioso. Alice se había sentado y levantado una docena de veces, y las veces que se levantaba no paraba de dar vueltas. Jack no había movido ni un musculo desde que se había sentado en la silla; Alex recordaba que cuando eran pequeños había tirado por accidente a Jack a una piscina sin que este supiera nadar, el padre de Alice había logrado sacarlo sano y salvo, pero después de eso Jack se había distanciado mucho de Alex, y cada que este se acercaba Jack se quedaba tan quieto que el otro temía que quisiera golpearlo. Afortunadamente Alice se había entrometido en el asunto y después de una semana los chicos habían hecho las paces otra vez; tiempo después Jack le había confesado a Alex que en realidad no estaba enojado con él y que en realidad temía que lo volviera arrojar a la piscina. Ahora Jack se encontraba en el mismo estado inmóvil de inquietud interna, y a pesar de que Alex sabía que Jack no estaba molesto en realidad, prefirió mantener su distancia como en aquellos tiempos. Pero aún quedaba Clay, quien no le había quitado los ojos de encima desde que habían salido de la cafetería. Alex no había llegado a sentirse intimidado, si no incomodo por la penetrante mirada del otro chico, que al mismo tiempo era contrarrestada por la de Miranda, quien tampoco le había quitado los ojos de encima, sin embargo, a diferencia del chico, ella irradiaba una cálida vibra de delicadeza y agradecimiento a través de sus ojos. Cuando el sonido de los tacones de Bárbara rompió el silencio en el pasillo, Alex agradeció al cielo su presencia.

-¡es imposible!- gruñó ella con la mandíbula tensa. Solo en ese momento todos pudieron romper la tensión para ver y escuchar a Bárbara.

-¿qué pasó?, ¿qué dijeron?- comenzó a interrogar Alice.

Bárbara respondió molesta -a la única conclusión que llegaron ahí dentro fue que no expulsarían a Rayan, ¡después de todo lo que ha hecho solo le han dado una semana de suspensión!, pero siguen discutiendo ahí dentro y no pude soportar escucharlos más-

En ese momento André se acercó del otro lado del pasillo con un rostro de interrogante.

-¿qué pasó aquí?- preguntó al estar a la altura de todos.

-Rayan Miller pasó- respondió Bárbara con otro gruñido de los que soltaba al decir el nombre de Rayan -envió un audio a toda la escuela, incluso a los padres de familia-

-¿qué audio?- preguntó André confundido. Alice le tendió a André su teléfono con la grabación y no tuvo que escuchar demasiado para entender de qué se trataba el asunto. Sacó una gran bocanada de aire y luego volvió a hablar -¿hicieron algo?-

-¿preguntas si le partimos la cara?- decidió hablar Clay separándose de la pared -pues sí. 3 veces de hecho-

André sabía que probablemente no tenía que hacerlo pero no pudo evitar sonreír con suficiencia y susurrar un bien antes de ponerse serio otra vez. Habría querido hablarles a los chicos cuanto antes de lo que había pasado en la bodega, pero dadas las circunstancias le pareció que no era un buen momento.

Alex miró a todos confundido antes de hablar -¿quién es él?- preguntó señalando a André.

Pero nadie tuvo tiempo de responderle cuando las filas de padres de familia aparecieron desfilando por el pasillo. Miranda logró ver el canoso cabello y la mirada azul de Mike Dalton entre ellos, este se acercó.

LOS 4 ELEMENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora