Capítulo 3.

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DETENCIÓN

Clay se preguntaba por qué estaba escrito en el pizarrón. Como si no supieran ya que estaban en detención. Gracias a la pegajosa broma del refresco, Miranda y él se habían visto en la necesidad de lavarse y cambiar sus ropas, ahora estaban usando vestuario del club del teatro, al parecer habían tenido con anterioridad la gran idea de montar “Vaselina” ese año y ahora ambos estaban vestidos como los protagonistas: Danny y Sandy de la obra, y era eso o tenían que usar el vestuario de “Los Miserables”. Todos estaban sentados en parejas de forma que Jack estaba a un lado de Alice; Clay y Miranda en otra mesa; y el otro par de castigados en otra mesa hasta el fondo. Aún a pesar del castigo Alice parecía bastante activa y se centraba en hacer figuritas de papel con notitas rosas que había sacado de su bolso, hasta ese momento había hecho un cisne, un pingüino, un avión, una rana, una ballena y otras 18 figuras. Al principio Jack se había centrado en las figuritas de Alice pero después de la figura de la rosa había perdido el interés y se había centrado en Miranda, hasta que claro, Clay lo descubrió mirándola y después de una mirada asesina Jack se comenzó a centrar en el reloj, aún faltaban 30 minutos. Miranda había comenzado a jugar con los cierres de la chaqueta de Clay poniendo su cabeza en el hombro de su hermano y éste respondiendo el gesto con un abrazo. Habían tenido una discusión, pero había sido una de tantas y usualmente no les hacían caso. Por último el profesor Scott, un hombre bajo y gordo que impartía clases de química además de ser el encargado de vigilarlos, había estado absorto en un libro titulado “Un mundo invertido”, en esos momentos podía verse notoriamente su cansancio y no faltaría mucho para que se quedara dormido, entonces sonó su teléfono y fue como si todas las energías que había dejado en ese libro hubieran regresado a su pequeño y regordete cuerpo, éste contestó la llamada algo alterado.

-sí… ¿qué?… ¿cuándo?… ¡tan pronto!… sí, voy para allá- el hombre se levantó y tomó sus cosas gritando -¡voy a ser papá!- y salió corriendo por la puerta dejando a 6 desconcertados niños en el salón, luego de unos segundos regresó corriendo con una mirada más seria -no se les ocurra moverse de aquí- dijo señalando la cámara de vigilancia en una esquina del salón y con eso cerró la puerta y se quedaron solos.

-yo ni siquiera sabía que tenía esposa- admitió Jack.

-eso que importa- dijo el más grande de los bromistas levantándose de su asiento y tomando sus cosas mientras que el otro chico lo imitaba -yo me largo de aquí- y comenzaron a caminar hacia la puerta.

Jack se paró instantáneamente bloqueándole el paso -tu no vas a ningún lado, esto es culpa de ustedes dos, no del resto, te vas a quedar aquí hasta que termine el castigo-

-tú puedes quedarte aquí admirando a la pelirroja, yo no-

-no seas idiota Rayan- dijo Alice poniéndose de pie.

Entonces Miranda saltó como un resorte de su asiento -¿él es Rayan?- dijo más como una exclamación despectiva que como una pregunta.

Rayan no perdió el tiempo y con un empujón quitó a Jack del camino tirándolo al suelo y se dirigió a la puerta para desaparecer junto con su compinche. Alice ayudó a Jack a levantarse y Miranda se acercó a ver si estaba bien.

-¿tienes o tuviste algo con eso?- dijo Miranda a Alice refiriéndose a Rayan después de asegurarse de que Jack no estuviera lastimado.

-tuve, gran error, créeme, no me deja dormir por las noches- respondió Alice lastimosamente.

Miranda se abrazó a sí misma al sentir un frio correr por sus brazos.

-¿tienes frio?- preguntó Jack notando el gesto de Miranda.

-un poco- respondió ella sonriendo.

Jack abrió su mochila y sacó un sweater azul que le extendió a Miranda. Ella sonrió y lo tomó.

LOS 4 ELEMENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora