Capítulo 11.

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Cuando faltaban 5 minutos para que iniciara la clase en el salón del profesor Smith, la inquietud comenzó a hacerle cosquillas a Miranda. No había visto a Clay desde hace un rato y lo último que supo de él fue cuando éste se había ido a natación. Ella pensó que saliendo del entrenamiento de sus respectivos equipos deportivos, irían juntos al salón de clases, pero el chico nunca llegó.

-Alice- susurró Miranda a la chica tras de ella -¿has visto a Clay?-

-no- susurró de vuelta la rubia -tampoco eh visto a Jack-

Miranda arrugó la cara -¿crees que estén en natación?-

-no, no lo están- dijo una chica a lado de Miranda, la había escuchado hablar mucho desde que había llegado, Alice la había llamado “Gossip”, por la obvia razón de que al parecer lo sabía todo de todos, su forma de hablar era sorprendentemente rápida y animada al mismo tiempo, como si se hubiera bebido 10 tazas de café hace solo un minuto -tienen a Lewinsky como loca, yo estaba en uno de los edificios de arriba cuando los vi salir de la escuela, ¡fue genial, treparon el muro! Y luego se fueron en un bonito auto gris-

Miranda instantáneamente comenzó a abrir su mochila y buscó las llaves del auto, efectivamente las llaves no estaban -¡Clay!- gruñó Miranda. 

Alice vio como las llamas comenzaron a surgir como un salpullido en el cuello de Miranda, volteó a ver Gossip para ver si ésta se había dado cuenta, pero no parecía notarlo. Esa podría haber sido una gran primicia.

-espera- habló Alice -¿Clay y Jack treparon un muro y se escaparon de la escuela?-

-sí, y fue súper sorprendente, cuando lo vi me dije a mi misma “¡Wou, eso es súper sorprendente!”-

-pero Clay y Jack… ¿juntos?-

-¡sí!- exclamó Gossip -¿no es genial?-

Entonces se escuchó el grito del señor Smith -¡se acabó el tiempo, nadie entra, nadie sale, nadie interrumpe! ¡Abran sus libros y cierren la boca!-

I don't care what you think 

As long as it's about me 

The best of us can find happiness 

In misery

Clay iba llenando el ritmo de “I don’t care” de “Fall out boy” que sonaba en la radio del auto haciendo sonar sus dedos contra el volante, miró de reojo a Jack para no perder la vista de en frente, éste no había dejado de mover las pierna desde que se había subido al auto y eso empezaba a estresar a Clay.

-¿puedes dejar de moverte?- pidió con impaciencia.

Jack se detuvo al momento, pero no había pasado ni un minuto cuando ya había reanudado su movimiento de piernas, a lo que Clay estalló.

-¡si no dejas de moverte te juro que te lanzo del auto!-

-¡lo intento!- gritó de vuelta Jack poniendo sus manos en las rodillas. Hizo un esfuerzo por dejar de mover las piernas, por un buen rato había logrado quedarse completamente inmóvil, pero un reflejo involuntario de ansiedad hizo que al poco rato volviera a moverse, entonces sintió como el auto se detenía y Clay comenzó a quejarse, Jack se volvió a detener y alzó las manos en forma de defensa -lo siento-

-¡no, no eres tú, es el tanque!- Jack se asomó para encontrarse con el tanque de gasolina completamente vacío.

-¿¡no llenaste el tanque!?- exclamó Jack con los ojos bien abiertos.

LOS 4 ELEMENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora