Capítulo 2.

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Miranda sintió como las miradas se centraban en ella, la de la chica rubia frente a ella con una sonrisa deslumbrante, la del director con ojos atentos, la del chico frente a ella con una mirada oscura e hipnótica y la de Clay, que le enviaba un mensaje diciendo “te está mirando, ¿por qué te mira?, ¡TE ESTÁ MIRANDO!”. Ella no le devolvió la mirada. Extendió la mano hacia el chico de ojos oscuros. Éste no reaccionó. Entonces la chica rubia le dio un (no muy disimulado) golpe en las costillas, él reaccionó al instante y estrechó la mano de Miranda, luego dirigió su mano hacia Clay y la volvió a bajar al ver que éste no pensaba descruzar los brazos. Miranda lo vio y le envió un mensaje visual: “no seas mal educado”. Él torció los ojos.

El director no parecía haber notado la escena de miradas así que siguió hablando -bien, Miranda, Clay, ella es mi hija Alice, y también dirige el comité de bienvenida junto con Jack, asumo que para el recorrido, Alice vas a querer estar con Miranda y Jack, podrías acompañar a Clay-

Alice observó cómo Miranda y Clay volvían a hacer lo que habían estado haciendo desde que los vio por primera vez. Comenzaron a hablar con las miradas. O a discutir por lo que parecía. Y por la última mirada derrotada de Clay, supo que ella había ganado, y después de re colgarse la mochila salió de la oficina no sin antes mirar a Jack con una mirada que solo Miranda podría reconocer como una mirada de desagrado. Entonces Jack salió tras de Clay mientras que Miranda y Alice se quedaron solas con el director.

Alice vio a Miranda con una sonrisa cálida -entonces, eres gimnasta-

-pues, no eh practicado en mucho tiempo pero… ¿cómo…?- 

-como podrá ver señorita Fell- intercedió el director –aquí conocemos muy bien a nuestros alumnos, y por lo que tengo entendido usted es gimnasta ¿no es así?-

-sí- asintió Miranda no muy segura de sí tener que decirle que no practicaba desde los 9 años o quedarse callada.

-bien- dijo el director con una sonrisa muy parecida a la de Alice, mientras que a él se le marcaban unas cuantas arrugas en las comisuras de los labios, Alice era toda perfección en su rostro, su piel era liza, lozana y dónde a su padre se le notaba la edad ella poseía los ángulos de una escultura griega. El hombre siguió hablando.

-como ya les eh mencionado a el señor Dalton y a usted, aquí influyen mucho las actividades extracurriculares en sus calificaciones, es estrictamente obligatorio que cada alumno participe en actividades extracurriculares  ya sea algún equipo deportivo o club. Alice es la mejor gimnasta de nuestro equipo así que si deseas unirte, ella podría guiarte-

-y ¿qué dices?- preguntó Alice animosa.

-podría pensarlo- respondió Miranda.

Lo que no conocía Miranda es que a Alice Jones NUNCA podían decirle que no -entonces déjame convencerte- dijo tomando su mano -te mostraré el gimnasio-

-y por aquí está la cafetería, afuera también se puede comer, pero no es muy… y estoy hablando con la pared- concluyó Jack al darse cuenta de que Clay no estaba a su lado. Éste se había ido a parar frente a una vitrina llena de trofeos de la escuela, pero no era cualquier vitrina; Jack llevaba suficiente tiempo en esa escuela para darse cuenta de que esa vitrina era un homenaje a la mejor nadadora que ese instituto hubiera visto, había trofeos, medallas, reconocimientos y fotografías de una chica llamada Anna Morgan.

-ella era muy buena- dijo Jack mientras contaba el número de trofeos -que lastima que no siguió con una carrera profesional, pudo haber llegado lejos-

-llegó lejos- dijo Clay comenzando a caminar -tomó una carrera de periodismo y ganó mucho dinero, se mudó a Seattle, se casó con un militar y tuvo un hijo-

LOS 4 ELEMENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora