Capítulo 15.

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Aún faltaban unos minutos para que sonara la campana de la escuela. El día anterior Clay había llegado a su casa cansado de pies a cabeza, en cuanto bajó del auto solo había podido concentrarse en dos cosas: evitar a Miranda y dormir. Había decidido tener el menor contacto posible con su hermana, no tanto por el hecho de estar molesto, si no por miedo a lo que podría decirle estándolo, si había algo que él conocía de primera mano era que las palabras pueden llegar a ser mortales. La mañana había sido totalmente silenciosa y el viaje de la casa a la escuela había sido agónico. Sentía el peso de la ropa de Jack en su mochila como si fueran tabiques, quería dejarla con él lo más pronto posible e irse a su primera clase. Había estado parado un buen rato observando el casillero de Jack esperando que este llegara en cualquier momento atravesando el pasillo, ya había pasado el suficiente tiempo para que Clay comenzara a sentir ansiedad y llegar a la conclusión de que no quería verlo. Volteó a los dos lados antes de acercarse más al casillero y por último lo tocó con las manos. Unos minutos después había logrado abrirlo sin mucho problema. Iba a meter la ropa al casillero, cerrarlo e irse. Justo cuando se descolgó la mochila de los hombros esta chocó con un chico haciendo que el otro casi perdiera el equilibrio.

-¡Hey qué haces!- exclamó el chico haciendo a Clay dudar en seguir con su labor. El otro notó su titubeo -¿estas robando algo?-

Clay entró en un repentino ataque de pánico y comenzó a alejarse del casillero a toda prisa, de pronto el otro chico lo tomó por el brazo haciendo que la ropa de Jack que había empezado a sacar de la mochila se callera.

-¡Hey, suéltame!- gritó Clay empujando al otro y zafándose de su agarre.

-estas robando algo- lo acusó el otro.

-¡no estoy robando nada!- alegó Clay recogiendo la ropa -tengo prisa-

-demasiada para disculparte ¿no?-

Clay pudo haberse disculpado, pero si había algo más grande que su mente, era su orgullo. Estaba a punto de darse la vuelta e irse cuando una voz sonó de tras del otro chico.

-¿Alex?-

Este se dio la vuelta con el rostro ceñudo, pero al reconocer a Jack se relajó hasta formar una sonrisa -Jack- 

Clay vio a Jack y a Alex abrazarse de forma afectuosa y supo de inmediato que eran amigos. Y lo peor era que Alex lo había visto abrir el casillero de Jack.

-¿Cuándo llegaste?- preguntó Jack notablemente feliz.

-ayer- respondió Alex separándose del abrazo -Alice está como loca, no le respondiste ningún mensaje-

-tuve un accidente con mi teléfono- explicó Jack -Se mojó- terminó viendo a Clay de tras de Alex y notando por primer vez  que su casillero estaba mal cerrado y la ropa que Clay llevaba en las manos.

-Clay, ¿tú abriste mi casillero?- preguntó Jack pacíficamente.

-¿es tú casillero?- preguntó Alex cruzándose de brazos y enviándole una mala cara a Clay.

Clay sostuvo la mirada de Alex y por un momento su mirada se detuvo en la segunda mochila que llevaba cargando, era negra y pequeña y la correa tenía grabado un nombre Alex J. No tenías que ser muy brillante para sumar: Jack + Alice + J. = Alex era un Jones. Debía de haberlo notado antes, viéndolo detenidamente podía ser capaz de ver a Alice en sus rasgos y gestos. Sin embargo, pese al afecto que le tenía a Alice, Alex no estaba en su lista de personas favoritas. Con su rostro de más puro y honesto desagrado pasó a un lado de Alex y Jack dejando la ropa en manos del segundo. 

-¡pero qué…!-

Alex ni pudo terminar la frase cuando Jack lo interrumpió -Alex, luego te veo- entonces salió corriendo de tras de Clay. Éste notó que lo seguía y aumentó la velocidad hasta meterse en el baño de hombres. Por primera vez Jack fue más rápido y antes de que Clay pudiera refugiarse de su presencia en uno de los cubículos, éste lo cerró con la mano.

LOS 4 ELEMENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora