Pasión de Gavilanes

Capítulo 7

N.A: Ya estoy aquí, no ha sido fácil encontrar un hueco para escribir un nuevo capítulo. Tenéis que entenderme, estoy aquí por trabajo, hoy hemos visitado un pueblo francés muy bonito, con unos paisajes espectaculares, no iba a perdérmelo. Os pido mil disculpas por la tardanza, perdonadme por favor, ¡Espero que os guste!

P.D: Sarita no tardará en traer al mundo a Martina...estad atentos, será pronto.

Nochebuena...

Quintina y las demás empleadas han trabajado al máximo para que la cena sea exquisita mientras que el resto ha decorado la Hacienda y así que se vea maravillosa.

Norma está terminando de bañar a Juan David, el pequeño no puede estar más nervioso e ilusionado porque apenas quedan unas horas para que Santa Claus deje los regalos bajo el árbol.

- Mami, ¿crees que me he portado bien?- esta sonríe mientras retira el champú del cabello rubio de su hijo.

- Claro que sí mi amor, has sido un niño muy bueno, verás cómo mañana tendremos muchos regalos.

Juan se encarga de que los caballos estén bien alimentados y que no entre nada de frío para que no enfermen.

- ¡Juan, tendría que estar dentro con la familia! Nosotros ya nos encargamos de esto.- Manolo y Miguel se han ocupado de las caballerizas.

- Muchachos, ya es muy tarde, ¿acaso no van a pasar la noche con sus viejos?- ambos hermanos comparten unas miradas algo curiosas.

- Vamos a ir al pueblo e intentaremos tener una velada agradable y tranquila pero nuestra mamá sigue enfadada por la infidelidad de mi papá, ese hombre no deja de disculparse pero las peleas siguen.

- Es Nochebuena señores, seguro que todo irá bien. Anda, marchaos ya que ya es tarde, Feliz Navidad.

- Feliz Navidad Juan.

Los hermanos se marchan y en ese mismo instante Gabriela llega con Don Martín, Juan coloca al ex militar en su silla de ruedas.

- Buenas noches Juan, ¿cómo estás?- Gabriela le da un efusivo abrazo a su yerno, ¿cómo no va a quererlo después de todo lo que pasaron juntos? Lo adora.

- Mejor ahora que estáis aquí, todos esperan dentro, ¿vamos?- Don Martín se ha puesto su uniforme, es una ocasión muy pero que muy especial.

Sarita está sentada en el sofá junto con Franco, él bebe cerveza y ella un refresco sin gas; el doctor le prohibió varios alimentos y bebidas por el embarazo.

- ¡Mamá, abuelo!- exclama Jimena, corre para abrazarlos, Óscar también se acerca para saludar.

- Buenas noches Don Martín, se te ve muy elegante.- se estrechan la mano, Eva aparece enseguida con dos copas para los recién llegados.

Norma baja con Juan David, el pequeño lleva el conjunto que le regaló su abuela, va muy guapo, el más joven de la familia (por ahora) sonríe al ver quién ha llegado.

- ¡Mi príncipe! Pero mira qué guapo vas.- Norma pasa su brazo por la espalda de su marido que también se emociona de ver a la familia reunida y tan feliz.

A los pocos minutos llegan Ruth y Antonio, acordaron cenar con ellos y la Nochevieja pasarla con Melissa, Leónidas, Leandro y Benito.

- ¡Si ya estamos todos, vamos a cenar!- Franco ayuda a su mujer a levantarse y le mueve la silla para que esta se pueda sentar.

Quintina también se sienta con ellos, orden de los hermanos Reyes, ella es otro miembro y tiene que disfrutar como tal al igual que Dominga y Olegario. Todos charlan de varios temas, comen, beben, ríen mientras los villancicos suenan de fondo. Juan David es el primero en terminar de cenar y jugar.

- Damas y Caballeros, propongo un brindis.- Óscar ya ha cogido la copa y se ha levantado, el resto alza sus copas.- os deseo a todos muchísima felicidad, una salud de hierro y que estas cenas se repitan en más de una ocasión, la próxima será en nuestro nuevo hogar.- el hermano mediano hace una pausa para mirar a su mujer.- todo esto se lo debemos a nuestro hermano Franco, sin él quién sabe dónde estaríamos ahora, a veces hay que cometer grandes errores para tener buenas recompensas, nadie dice que vaya a ser fácil y por eso tiene que intentarse. ¡Salud!

- ¡Salud!- exclaman todos al unísono, chocan sus copas para seguir conversando. Gabriela echa una mirada a toda la mesa, no puede creerse que después de todo el sufrimiento, esos angustiosos días encerrada en su propia casa y después secuestrada en la Selva Pantanosa, esté ahí con sus hijas, su padre y su nieto; es un milagro de Navidad.

Llega el momento del postre pero apenas lo tocan pues están hinchados con todo lo que han cenado. Norma y Franco se encargan de cantar algunos villancicos mientras el resto les observa recordando los buenos momentos.

Juan David juega con Ruth y Antonio, se lo pasan bastante bien, Eva les observa y piensa en que su hija sería una madre estupenda, adora a los niños al igual que Antonio.

Unas horas más tarde...

Juan David comienza a quedarse dormido, se despide de todos y Juan lo sube en brazos a su habitación para acostarlo, Ruth y Antonio también se marchan, han quedado con unos amigos para irse a una fiesta.

- Nos vemos mañana mamá, Feliz Navidad.- un abrazo y un beso para despedirse, Eva les da las buenas noches.

Gabriela y Don Martín tampoco se demoran demasiado, Óscar y Jimena se ofrecen a acompañarlos para que no vayan solos en el camino de vuelta, Norma se sube a su habitación.

Los únicos que se quedan en el comedor son Franco y Sarita, se encuentran muy bien cerca de la chimenea. Este rodea el cuerpo de su mujer con su brazo mientras acaricia el vientre con la otra mano.

- Estoy deseando ver a nuestra pequeña, no veo la hora de tenerla en mis brazos.

- Pues todavía tendrás que esperar un poco más, sé paciente. Yo también quiero conocerla.

- Nos hemos divertido mucho en la cena, me encanta ver a la familia tan unida.- Sarita gira su cabeza para besar los labios de su marido que le responde con un beso más tierno.

- A mí también me ha gustado verlos así de felices, sobre todo a mi mamá. El abuelo estaba también con ganas de fiesta, menos mal que le pedimos que no bebiera más.

- Bueno, creo que es hora de ir a descansar, tenemos que dejar a Santa Claus para que deposite los regalos, ¿no?