Pasión de Gavilanes

Capítulo 8

N/A: Hola, ya estoy aquí, he vuelto. No me cansaré de repetirlo pero la verdad es que septiembre ha sido fuerte respecto al trabajo, apenas hemos tenido un respiro. Aprovecho el día de hoy para actualizar esta historia, no sé muy bien cómo continuarla porque la inspiración no me acompaña demasiado pero intentaré que os guste. ¡Mil perdones!

Un tiempo más tarde...

La Hacienda de los Reyes está completamente patas arriba. Todos van de un lado para el otro, preparando el recibimiento de Franco, Sara y el nuevo miembro de la familia... Martina Reyes Elizondo. La pequeña nació unos días después de año nuevo, pelo castaño claro con los ojos azules como el océano.

- Vale, creo que ya está todo listo.- comenta Ruth observando su lista y tachando las tareas, el cartel colgado con el nombre de la pequeña, los globos de distintos colores, los regalos colocados encima de una mesa...perfecto.

- No creo que tarden en llegar, Franco me llamó diciendo que en un par de horas o así le daban el alta a Sarita.- Norma juega con su hijo mientras que Juan los observa desde el sofá, se siente muy afortunado, sobre todo por la gran noticia que su mujer le dio en Nochevieja.

Una semana antes...

Pepita junto con su hijo y su marido, llegan a tiempo para la cena en la Hacienda Elizondo. Todos disfrutan de un exquisito menú, rodeados de villancicos, adornos navideños y buena compañía. Se toman las uvas y la fiesta se pone en marcha.

Jimena, Óscar, Don Martín y Pepita bailan como si no hubiese un mañana; utilizan la cuna de Juan David para acostar al hijo de Pepa y así no molestarle con la música.

Juan y Norma están abrazados en el sofá, mientras que Juan David juega con Gabriela.

- Mi amor, hay algo que quería decirte pero no encontraba el momento para hacerlo.- Juan se gira para observarla, quiere adivinar cuál es esa noticia pero no se le ocurre nada ahora mismo.

- Estoy embarazada, vamos a volver a ser padres.- este no reprime las lágrimas de alegría, le besa con ternura y enseguida se unen para bailar.

Y ahora...

Norma apenas está de un mes pero la barriga ya va cogiendo la forma, Juan acaricia su vientre con dulzura, no puede sentirse más dichoso.

- ¡Ya están aquí!- exclama Quintina que llega corriendo para avisar al resto de la familia.

- ¡Vale, preparaos!- Se colocan mirando hacia la puerta sujetando globos con varias felicitaciones.

Franco y Sara se quedan sin habla al ver semejante sorpresa, Martina está totalmente despierta, observándolo todo.

- ¡Enhorabuena!- exclaman al unísono, Gabriela abraza a su hija y después a Franco, coge a su nueva nieta y derrama alguna que otra lágrima.

- Sarita, es preciosa, va a ser una niña muy linda.-Don Martín también se acerca, Martina acaba en sus brazos, conociendo a su familia por primera vez.

Juan coge en brazos a su hijo para que pueda ver a su prima, el pequeño le besa en la mejilla, gesto que no pasa desapercibido para ninguno, Ruth ha podido fotografiar esa escena, y muchas más.

- Hermanita, es una niña muy bonita, tiene la cara de Franco. Oh Dios mío, va a sacar tu fuerte carácter.- comenta Jimena, enseguida recibe un codazo de su Sara pero acaban con un abrazo.

Martina, al ver a tanta gente mirándola, comienza a llorar, la pequeña regresa a los brazos de su madre.

- Me parece que tiene hambre.

- No es la única.- responde Óscar, todos entran al comedor para recibir unos platos deliciosos.

Sarita se queda en la sala de estar para darle el pecho a su hija, no puede creerse que ya esté aquí, el parto no fue nada fácil; menos mal que Franco no se separó de su lado ni un solo segundo.

Martina va cerrando los ojos poco a poco hasta quedar completamente rendida, Sara sube a la habitación para dejarla en la cuna que Norma y Juan les regalaron. Coge el walkie con cámara para poder verla y escucharla.

Al caer la noche tanto Jimena y Óscar, como Norma, Juan y Juan David regresan a sus casas ya terminadas. Gabriela y Don Martín son los últimos en marcharse.

- Bueno, se está haciendo tarde, será mejor que regresemos.- Franco y Martín hablan algo alejados de las mujeres.

- Mamá, verás a tu nieta todos los días, te lo prometo. Iré a la Hacienda para que puedas ver cómo crece, eres una abuela estupenda y te mereces esto.

Martina se remueve en los brazos de su abuela, no se despierta. Gabriela no puede evitar llorar, se sintió la mujer más feliz del mundo cuando Juan David vino al mundo, lo mismo ocurre con Martina.

- Te quiero muchísimo, Sara. Sois unas hijas maravillosas y no puedo estar más orgullosa de vosotras.

- Lo sé, nosotras también te queremos mucho y al abuelo.

Más tarde...

Franco termina de ducharse y se mete en la cama no sin antes observar a su princesa, Sara acaba de darle el pecho y le ha cambiado el pañal.

- Es preciosa.- comenta él mientras deja que su mujer apoye la cabeza en su pecho.

- Lo es, y es nuestra hija. ¿Cuándo querrás bautizarla?- pregunta Sara para después darle un beso en la mejilla.

- En unos cuatro meses, ¿no? Que sea un poco más grande, así tendremos tiempo de hacer los preparativos.

- Me parece bien, deberíamos de llamar a Rosario, ¿no crees? Para que la conozca.- Franco no contesta al instante, la última vez que vio a Rosario...notó un comportamiento algo extraño en ella, no sabría decir el qué pero llamarla para que vea a Martina...

- Mañana hablaremos con ella, ahora vamos a descansar que ha sido un día muy duro.