El hecho de que esta telenovela se estrenase en 2005 y a día de hoy la sigan emitiendo en la tele y esté en "Netflix" dice bastante del éxito que tiene y sigue teniendo. Es una historia que engancha mucho, los personajes son increíbles, el reparto e...
N/A: ¿Qué por qué sigo esta historia? ¿Por qué he tardado tanto? ¿La había abandonado por completo? Pues no sé qué responder a estas preguntas, en principio no tenía pensado seguirla pero he visto un par de comentarios y mucha gente la ha votado, desconocía la fuerza de esta telenovela, por lo que voy a continuarla y deseo de todo corazón terminarla, por todos vosotros.
Sarita y Franco regresan a la Hacienda, dejan los caballos en los establos y de paso aprovechan para saludar a Olegario que ha realizado un magnífico trabajo arreglando los desastres ocasionados por Fernando.
- ¿Participáis este año en la feria?- pregunta Sara mientras los tres caminan y observan el resto de caballos, todos tienen una salud de hierro y se les ven bastante fuertes.
- Eso deseamos Sara, me han llegado varios rumores de que la Hacienda se ha vuelto débil, pero ya nos ocuparemos de que se traguen sus propias palabras.
- ¡Así me gusta! Ya sabéis que entre nosotros no existe la rivalidad, si necesitáis cualquier cosa no dudéis en pedirla, a Juan lo veréis casi todos los días por los terrenos.
- Gracias Franco, lo tendremos en cuenta, ahora si me disculpan, debo continuar con mis tareas, todavía queda mucho por hacer.
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La pareja continua caminando, en dirección a la parte delantera de la casa, allí se llevan una grata sorpresa al ver a Óscar, Jimena, Norma, Juan y Juan David; este, al ver a sus tíos acercarse, echa a correr para darles un abrazo.
- ¡Hola mi gordo!- Franco lo sube a sus hombros, y el pequeño no puede disfrutar más.- ¿Qué estáis haciendo aquí?
- ¿Pensabas que ibas a disfrutar tú sola de la fiesta? ¿De la compañía del abuelo y de mi mamá? No señorita, nos apuntamos a cenar.- responde Jimena ya agarrada al brazo de su hermana pequeña.
- ¿Mi mamá lo sabe?
- ¡Por supuesto!- todos dirigen sus ojos a la puerta de la casa, Gabriela lleva a la pequeña Martina en brazos.- Yo misma los llamé para que vinieran, todas estas ocasiones deben aprovecharse. Venga, no se queden ahí, entremos para disfrutar de una exquisita comida.
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