Mr.Insolence

Capítulo 7

Maratón 2/2

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                             Dania

Después de lo acontecido el miércoles por la noche, ya no volví a ver ese maldito auto y lo agradezco pero estoy algo asustada, siempre pensé que sí volvía a encontrarme con esa gente, tendría el valor para hacer que sufrieran, quiero y deseo pagarles con la misma moneda pero no puedo, yo no soy así.

Le comenté a Rocky lo sucedido y el se ofreció a llevarme y traerme del trabajo para que ya no me pasará de nuevo esa situación pero me negué, tengo que demostrar ser fuerte por que después de toda esa mierda, me convertí en una mujer fuerte que jamás se doblega. Hoy es viernes y las chicas me invitaron a celebrar mi primera semana en el club y les dije que si pero que celebraríamos en mi casa, ellas se negaron y ofrecieron su casa y prometieron que no harían una gran fiesta, así que estoy algo ansiosa para terminar con las labores de hoy.

— Niña! — escuchó la voz de Holy llamar y voy hasta la pequeña oficina donde siempre comemos.

— Aquí estoy — ella me abraza.

— Vamos a comer, ya está todo listo. Espero y te guste la comida.

Me sobo mi barriga y ella ríe ante mi broma.

— ¿Estas bromeando mujer? Todo lo que haces me encanta, si no fuera por que el jefe #2 me dió chance de usar el gimnasio, ya estuviera regordeta.

— vamos a comer!

La abrazo y ambas nos sentamos a comer y como ya es costumbre, Holy hace una linda oración antes de comer y al terminar, ya estoy atacando ese delicioso plato de albóndigas.

— Esto. Está. Buenísimo!! — digo entre bocados a lo que ella ríe.

— Muchas gracias — empieza a comer.

— De verdad que deberías poner tu propio restaurante o como le decimos en México, tu propia fonda.

— Que ocurrencias, niña — ambas reímos por que ella no puede pronunciar: Fonda.

— No tengo un restaurante pero si tengo un compromiso de banquetes, mi hijo me dió la idea y se lo agradezco enormemente, pues gracias a eso tengo un ingreso más que de lo que me dejó él.

— ¿No vive contigo?

— No, él murió hace tres años en un carrera ilegal, de esas a las que tú vas. Murió muy joven y dejando a su novia embarazada.

— Que cosas!

— Por eso es que no me agrada escucharte hablar de esas dichosas carreras.

— Lo siento — ella me abraza.

— Bueno, necesito pedirte un favor — se limpia las mejillas y los ojos, pues cuando me contaba de su hijo se le escapaban unas cuantas lágrimas.

Creo haber escuchado de ese chico pero yo no sé muy bien qué pasó, por eso es que Gallagher tiene muy mala fama por que al parecer el mató al chico.

— ¿Me escuchaste?

— Eh?

No presté para nada atención de lo que decía.

— Te decía que si me podías ayudar este domingo a atender un pequeño banquete para una familia cerca de las afueras de Nueva York.

— Y que hay que hacer?

— Solo me ayudarías como mesera, es que me faltaba solo una chica. ¿Puedes?

¿Como decirle que no a esa cara?