Mr.Insolence

Capítulo 21

*Jordan*

Dania Medina
Esta mujer se metió en mi piel sin antes pensar las consecuencias.
Y ahora verme aquí, sintiéndome como un verdadero imbécil, él cual se cuestionaba lo que podía hacer por ella, siendo el pobre iluso el cual se ha encariñado con esa mujer. El pobre imbécil al cual engaño con la persona que más odio en el mundo, algo me decía que no dejará que se metiera en mi ser y que si sucedía, me lastimaría. Por esa razón, vivía mi vida a mi manera sin darle paso a ese sentimiento tan lastimero, llamado; Amor.

El verla con él y verla de nuevo en esta gala, me ha dejado mal y ahora estoy aquí, igual que siempre, utilizando a Scarlett Gray y recuperando el tipo que yo era antes. No entiendo porque ese hombre, al cual presentaron, se le acercó y al parecer la disgusto. Por poco y le parto la cara al tipo cuando intento besarle.

— Joyi — ruedo los ojos — ¿Por qué de pronto te has vuelto tan tierno conmigo? —

Por que no tengo a nadie más y te estoy utilizando * contesto mentalmente.

— ¿Acaso importa? — retiro mi brazo de su agarre.

— No te enojes, Joyi. Solo que se me ha hecho raro pues, no me querias ni ver cuándo he llegado de Francia — dice con su típica voz.

— Digamos que... — Veo venir a nuestra mesa a Dania, lleva una mueca como sonrisa y por un momento me mira a mí y a mi, estúpida, acompañante. Abrazo por los hombros a Scarlett la cual ríe como niña pequeña.

— ¿Qué... Qué? — le sonrió.

Me inclino hasta su cuello y digo en susurro — Que no te importa — muerdo el lóbulo de su oreja.

— !Dania! ¿Cómo estás muchacha? — mi madre la abraza con demasiada confianza. Dania le devuelve el abrazo y la sonrisa, le miró con detalle y veo que toda ella está cambiada. No está el brillo de sus ojos y su esplendorosa sonrisa que daba a las personas sinceras.

Dios! Sí, sigo así. No sé cómo carajos haré para olvidarla!

Ya no presto atención a su charla pero al verla retirarse, sé que no ha durado mucho. La veo caminar hasta una mujer, no alcanzo a apreciar quién es, le dice algo y se marcha. Ya no la veo por aquí.

— ¿Que miras? — chilla este espécimen que tengo al lado.

— Algo muy valioso — rueda los ojos ella.

— Lo que sea — sacude su cabello, llevándolo a su espalda — ¿Por qué no vamos a otro lugar? — se acerca más a mi, en un vano intento de coquetearme.

— No, mejor vete tú — me alejo de ella y no solo por qué mi madre me miró de mala manera, sí no por que este juego ya me canso.

— Jordan — insiste.

Me levanto y mirándola a los ojos, me abrochó el saco y digo: — Nena, tú solo eres un entretenimiento para mí — Se levanta indignada.

— Eres un imbécil — levanta la voz.

Le tomo del hombro con fuerza suficiente pero sin llegar a lastimaría — Hazme un favor y desaparece de mi vista. En ti no estoy interesado, solo me serviste para dar celos — me suelta una bofetada y se va indignada.

— ¡Jordan! — me riñe mi madre — ¿Qué sucede? — camina hasta mi.

— Nada importante — ruedo los ojos.

— Jovencito! — me jala del brazo.

— Sharon, Jordan. Están dando un espectáculo ¿No les parece? — mi padre nos habla a ambos.