Capítulo 19

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— Dania — giro la mirada para ver a Franklin. Niego con la cabeza y se va sin decir nada, así como lo hizo Jordan, así como se rompió mi corazón.

Quien iba a decir que Dania Medina, se volvería a enamorar y que de nuevo la vida se empeñará a verme miserable. Creo que mi triste destino es ser la loca de los gatos; quedarme sola y con 100 gatos a mi alrededor. Esta situación era lo que quería evitar, Jordan dió por hecho cosas que no son ciertas y ahora, en mi afán de alejarlo de mi -que se que es lo mejor para protegerlo- me hice daño y le hice daño a él. ¿De verdad le importaba yo?

Tomo asiento donde estaba antes y trato de respirar profundamente antes de entrar al gimnasio de nuevo. Tengo que seguir fuerte, tengo que serlo, por él y por mi.

— Dania ¿Qué te ocurre? — Holy me mira espantada.

— Estoy bien, solo fue un mareo —miento. Claramente no estoy bien — No te preocupes — asiente.

— Ok. ¿Pensabas quedarte más tiempo a trabajar o te quieres ir? — frunzo el ceño.

— ¿Por que la pregunta? — la veo inquieta y está empezando a estresarse.

— Lo que pasa es que hemos recibido un Memo. Hay un evento de último minuto aquí en el club y han solicitado que algunos empleados se queden en el siguiente turno y como me encargaron la cuestión del buffet y el servicio de meseros, necesitare ayuda ¿Podrías? — ¿Como decirle que no a esta mujer? Además es mejor que me quedé a hundirme en mi desgraciado autocompasión y en esta piscina llena de mierda que es mi vida.

— Claro! Si podré! — ella sonríe — No he traído uniforme, Holy — le anuncio.

— No te preocupes niña, de eso me encargo yo. Iré a conseguirte uno, ¿Podrías levantar todo para cerrar el gimnasio? — asiento — Bien, no demoraré mucho— vuelvo a asentir y tras verla salir del lugar, me tumbó en una de las bancas que hay aquí. Mi teléfono vibra en mi bolso trasero de mis pantalones, lo saco inmediatamente y veo en el registro el nombre de Lydia.

Al instante contesto...

— Hola? — mi respuesta es tranquila, más que tranquila y estoy siendo consciente del error de dicho tono de voz.

— Joder! ¿Qué va mal? — Lo sabía! Lydia al percatarse de mi tranquilidad se ha preocupado de nuevo.

— Nada o bueno... ¡Rayos! Está todo en la mierda, Lydia! — me frotó la frente mientras trato de calmar mi dolor.

— ¿Jordan? — asiento como si me pudiese ver.

— Exactamente — me recuesto en la banca quedando de costado.

— Demonios! ¿Le dijiste? — creo que no hubiera sido lo mejor. No hubiera sabido para nada sobre su reacción si la situación fuese otra, realmente tengo miedo a que me rechazará.... Bueno, lo tenía.

—No. Es una larga y pesada historia. Te resumiré todo, Franklin hablo conmigo y accedió ser mi abogado, le di un abrazo en forma de "Gracias" y en eso llegó Jordan. Me tacho de "puta" y digamos que Franklin la cago un poco, le di un golpe y terminé con él — suspiro en derrota al terminar mi relato.

— Shsss — sisea.

— Lo sé! Me jodí y lo jodí a él. Pero no podía permitir que León le haga algo a él, si tengo que joderme la vida siempre para proteger lo que amo, lo haré siempre — ya no escuchó algún ruido al otro lado del teléfono — ¿Lydia? ¿Estás ahí? — ella murmura un "mmjmm".

— Si, aquí estoy. Solo que estaba pensando en lo que dijiste y creo que estás aceptando algo, mi querida amiga — ¿De que me perdí?

— ¿A qué te refieres?

Mr.InsolenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora