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El dolor se sentía tan real, la sangre manchando su cuerpo y la persona frente a él, le hizo temblar de miedo. Trataba de no desvanecerse, porque sentía que, si lo hacía, no volvería a despertar.

-Minho, Minho -escucho como lo llamaba una voz lejana. Trato de abrir sus ojos, pero se sentían muy pesados, como si no le pertenecieran. Después de un rato pudo reaccionar por completo, su frente estaba perlada con sudor y su respiración era un caos total.

Miro a los ojos a HyeMin, dándose cuenta de que todo había sido sólo una pesadilla, una horrible pesadilla que se repetía casi todas las noches, desde que despertó del coma.

- ¿Estas bien? -Minho asintió aun nervioso -te traeré un poco de agua -salió rápido de la habitación y fue a la cocina.

Minho se sentó lentamente, miro la habitación iluminada sólo por una pequeña lampara, que reposaba sobre el mueble junto a él.

HyeMin no tardo en volver -toma -bebió lentamente el agua.

-Gracias -susurro. Se sentía afortunado de tenerla a su lado, él sabía que lo que sentía por ella, no se podía comparar con lo que sentía o sintió una vez por Taemin.

Después de haber convivido con ella durante largo tiempo, se dio cuenta de que, HyeMin y Taemin son polos totalmente opuestos. HyeMin es una persona dura que no se aflige ante nada, ella hace lo posible para lograr sus propósitos, sin importarle que hayan terceras personas dañadas y lo más admirado por Minho: no depende de nadie, nadie es elemental en su vida, ni siquiera Choi Minho.
Taemin era totalmente diferente, él es una persona que se preocupa por los demás, siempre trata de que sus acciones no dañen a los demás y requiere del apoyo de otra persona para superar sus problemas o eso es lo que le ha demostrado a Minho.

Minho se quedó despierto durante el resto de la noche, en parte porque no quería que su pesadilla se repitiera y porque simplemente no podía dejar de pensar en distintas cosas relevantes. En los últimos días su relación con TaeSeung mejoro significativamente -eso lo mantenía feliz -, en cambio Taemin seguía igual de lejano que siempre, aunque ya no era tan grosero como antes. Varias veces lo había descubierto mirándolo con una sonrisa en su rostro.

Cuando dieron las 8:00 am se levantó de la cama, se dio un baño rápido y después salió del departamento sin avisarle a HyeMin, quien aún seguía durmiendo.

Tomó un taxi y se dirigió a casa de Lee Taemin, necesitaba verlo para sentirse mejor, para dejar de sentirse abrumado y con miedo de volver a perderlo todo.

¡Rind - rind - rind!, toco el timbre varias veces, sin obtener respuesta o señal alguna de que alguien estuviese dentro, toco con más insistencia, hasta que la puerta fue abierta por fin.

—¿Tú? ¿qué has venido a hacer aquí? —la personas a frente a él, no era Lee Taemin. Se puso a pensar en quien era esa persona, podría ser KiBum o JongIn, a esas dos personas sólo las había visto muy pocas veces, así que, por más que trato de reconocerlo, no pudo.

—Yo... he venido a ver a Taemin —trato de no notarse nervioso o preocupado, pero el tono de su voz no le ayudó mucho. No quería que las demás personas supieran sobre su enfermedad, tenía miedo de que lo miraran con lastima o se alejaran de él. Y ya que su enfermedad no se notaba a simple vista, le era fácil fingir que todo estaba bien –con la ayuda de HyeMin –.

—La última vez te dije que no quiero que te acerques a él —con esa oración y el tono que uso, supo que era JongIn con quien estaba hablando.

—No estoy buscando problemas.

—Entonces vete de aquí —JongIn lo empujo haciendo que Minho chocara con la puerta del departamento de enfrente.

—No tengo porque hacerte caso —Minho seguía calmado.

—¡Si no te largas en este momento te sacaré a patadas! —JongIn ya estaba listo para golpear a Minho.

—¡JongIn, ¿Qué rayos crees que estás haciendo?! —ambos voltearon a ver a Taemin, quien acababa de ser despertado por ellos dos —Podrían comportarse.

—Lo siento, yo solo he venido a ver a TaeSeung.

—Él no está ahora en casa.

—Oh, lamento haber venido de improvisto, volveré otro día, la próxima vez llamare antes para saber si él está o no aquí —lo último lo dirigió a JongIn.

En las anteriores visitas había tenido la suerte de no encontrarse con JongIn, pero tarde o temprano algo así debía de suceder.

—Espera aquí Minho, quiero hablar contigo —después de decir esto, Taemin tomo a JongIn de un brazo, lo metió dentro del departamento y cerró la puerta. Minho hizo caso a Taemin y se quedó parado afuera, por un momento pensó en pegar su oreja a la puerta, para poder escuchar la conversación que estaban manteniendo adentro, pero termino por desechar la idea, pues sabía que a Taemin no le gustaría que se metiese en sus asuntos, no ahora que lo consideraba como un enemigo.

Después de casi media hora, JongIn salió molesto del departamento, le dirigió una mirada molesta a Minho y después se fue. Aprovechando que JongIn no había cerrado la puerta, entro sin pedir permiso, busco a Taemin en la sala y en la cocina, pero él no estaba en ninguno de los dos lugares.

Al final lo hallo en su habitación, sentado en el suelo abrazando sus piernas y con su rostro oculto entre ellas.

—Taemin, ¿estás bien? —en cierta forma era tonto preguntarle si estaba bien, pues él no se notaba para nada bien.

—Si, lo estoy —esa es la respuesta que Minho sabía que iba a escuchar.

—Deja de mentir, yo sé que no lo estas —eso le basto a Taemin para comenzar a llorar enserio.

Minho se sentó junto a él y lo envolvió entre sus brazos, dándole su consuelo, sin decirle una sola palabra.

Don't Let Me Go ||2Min|| (2da Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora