Espantapájaros Amoris.

Capitulo vigésimo: Uvas

Y como había sido de esperarse, todo el resto de la semana fue muy difícil llevar para Levi, pues estaba demasiado avegonzado como para estar solo en la misma habitación que Hanji. No sabía que había sido lo que le había afectado tanto de aquella noche: sí el hecho de que fuese la primera vez que le hubiesen rechazado, o si se tratase de Hanji. Pues quizá no quería nada con ella y sabía que no estaría con ella después de Septiembre, pero algo le hacía anhelarla a ella como persona, ya no solo de una manera física. Sino más bien, que el hecho de que su relación avanzase tanto y tan rápido le hacía querer seguir mantener una amistad con ella, incluso aunque fuese alguien que en un principio sería de su total desagrado. 

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Aunque las cosas se habían puesto tensas entre los dos mantenían una pequeña imagen ante las demás personas, pues fue quizá e día 17 en el que Erwin mando un mensaje a la pareja invitándolos a una pequeña fiesta para el fin de año.
Había algunas veces en las que Levi se sentía que no debía entrometerse en lo que era al vida social de Hanji, como lo es estar con sus amigos y su familia, no era del tipo de personas al cual se le hacía fácil convivir con personas en las que tiene poco tiempo de conocer, incluso había momentos en los que él sentía que no encajaba del todo con Farlan e Isabel, pues el par realmente eran diferentes a él. Aunque con Hanji, la cosa cambiaba completamente, pues era una persona mucho más sencilla en personalidad y en el poco tiempo de conocerle sabia como reaccionaria ante ciertas situaciones, además del hecho de que viviesen juntos agudizaba un poco más las cosas, pues ambos tendrían que verse diariamente.
Pero los amigos de la chica eran gente totalmente diferente. No había puesto una buena imagen en Nifa al verle con Petra. Mike se podía decir que era el único que de verdad podía decir que era su amigo, pero era una persona demasiado callada incluso para el azabache, y de Nanaba de podía decir exactamente lo mismo. Pero sobre todo, el verdadero problema era con Erwin, pues sabía que era una persona demasiado inteligente y que tenía que cuidar muy bien los pasos que daba cuando se trataba de él. No pasaría mucho tiempo para que él se diese cuenta que realmente todo lo que tenían la castaña y el de tez clara era una farsa; podía desde sacárselo a Hanji hasta descubrirlo de alguna forma. Incluso ya hacía insinuaciones en broma de que él par no tenían nada en el fondo, aunque todo quedaba ahí, en una broma. Por lo que sabía que cada vez en que se tuviesen que ver con él aun fingiendo que son pareja, tenía que tener mucho cuidado con la imagen que daba junto a la de ojos cafés. 

Pero a pesar de la cierta tensión que había entre ellos últimamente, los dos no dieron ninguna queja y fueron a la fiesta de Erwin. 

Este último no era conocido por la discreción que tenía o por ser la persona más calmada del mundo. Aquellas gentes que le hubiesen tan siquiera saludado una única vez podían darse cuenta que él hombre de cabellos rubios le gustaba que la gente supiese de él. Quizá no lo hacía conscientemente, quizá no era una búsqueda de atención en todo momento y quizá estaba únicamente en su personalidad. Pero no le gustaba quedarse callado, siempre que podía opinaba con todo sinceridad. Y esa manera de ser impetuosa no quedaba atrás cuando se trataba de dar una reunión entre sus amigos. Pues solía ser lo más llamativo posible, aunque claro, él nunca se percataba de esto.

–¡Y por fin llegaron los recién casados! –Dichas tales palabras comenzó a tararear aquella típica canción nupcial –Hacía falta algo de amor aquí ¿Por qué no llegaban? –En los últimos meses se habían alejado un poco del hombre rubio (aunque Levi realmente no era muy íntimo a él), pero cada vez que les miraba, este no se perdía la oportunidad de hacer alguna burla sobre su matrimonio. Pues parecía ser que era el único que se sinceraba ante sus amigos y expresaba como su unión no era del todo creíble. Pues si bien, todo el círculo de amigos que rodeaba a Hanji y levemente al pelinegro, tenían la misma opinión ante el tema de la repentina relación.