Capitulo décimo quinto: Falsa sonrisa.

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Aun tras haber pasado 11 días desde que la castaña declaro su, quizá falso, amor a sus mejores amigos sobre su falso esposo aquellas palabras que dio en aquel día no se iban de su cabeza. Pues se repetían una y otra vez haciéndose la misma pregunta: "¿es verdad?".
No sabía que sentir tras lo que ella dijo pues eran comentarios que habían surgido únicamente con la intensión de seguir con la promesa de que les mentiría a sus padres, pero por alguna razón estaba sintiendo que haber dicho tales palabras repercutían en su vida de manera significativa de ahora en adelante. Pues conocía a sus amigos, sobre todo a Erwin, y sabía que no podrían olvidar tales palabras.
Y cada vez que miraba a Levi recordaba todo lo que había dicho aquel día, sintiéndose nerviosa en cada momento, pues pensaba que el día en que se supiera que ambos se habían separado le vendrían una oleada de preguntas que la chica no sería capaz de responder. Era demasiada la presión que estaba sintiendo, no solo por el hecho de que tuviese que ocultar todo a sus amistades, sino porque en casa las cosas no estaban del todo cómodas. Levi estaba con alguien más y no podía hacer nada al respecto, pues a pesar de que a la chica no le importará mucho, ella no era nadie para ordenar ante la vida privada de su esposo. Pero sabía que eso quizá les llegase a costar caro, pues alguien podría verlos y dejar en vergüenza la reputación de Hanji. Y no solo eso, sino que si su padre o si el dueño del lugar los miraba juntos habría problemas grandes.
Y pensar en todas esas cosas hacía que se sintiera ansiosa y que el miedo por el futuro aumentara.

Por otro lado Levi estaba demasiado comodo con la vida que estaba teniendo en ese momento, pues no solo tenía a Hanji cubriendo todo el trabajo pesado como lo era el tener que mentir a los demás, hacer la compra y decorar la casa (aunque solo fuese a vivir un año ahí), sino que a la vez estaba teniendo una pequeña aventura con una chica que no pedía mucho. Pues el azabache nunca había tenido una relación en serio con alguna chica. Solía ligar una que otra para tirársela un par de veces, pero cuando comenzaban a tocar el tema de un noviazgo el chico se iba. No le gustaba la idea de tener que estar atado a una chica y que ella le ordenase que hacer, no era su estilo. Pues en realidad nunca se había enamorado de alguna mujer, a excepción de su madre, el cual era el "primer amor" que había tenido según él. No seguiría las órdenes de nadie más que de ella, y quizá en pocas ocasiones algún otro consejo de Isabel. Pero no era su principal preocupación en esos momentos, por lo que Petra era una genial compañera. Ya que la chica no era posesiva, pero sí que era cursi en algunos momentos, haciendo que los demás empleados del Pub y algunos clientes pensasen que ellos en verdad salían.

–Iré un rato con Riko –La castaña intentaba no estar siempre en la misma habitación que su pareja en los días en el que él descansaba, pero para la mala suerte de ella el chico se quedo a su lado en la sala de estar mientras esta miraba una película, lo cual termino incomodándola aunque ella no sabía que eso era realmente lo que quería lograr el de ojos pequeños –¿Te quedarás aquí todo el día?

–Ah sí, creo que no tengo nada que hacer hoy. –Fingió indiferencia en que la mujer se fuera –Vete con cuidado.

–De acuerdo, te encargo la casa.

El chico se mantuvo neutral por algunos minutos hasta que escucho un auto pasar por el lugar, pues al igual que él la castaña no tenía auto y tenía que ser forzada a viajar en taxi.
Así que en cuanto se confirmó a si mismo que la chica se había ido tomo su teléfono para abrir la lista de contactos con la esperanza de buscar algo bueno que hacer por la tarde, pues la pelirroja de su interés actual estaba en un pequeño viaje familiar, y no llegaría hasta el lunes siguiente, que era dentro de 3 días. Pero sabía que tenía un pequeño respaldo: Marlene, una chica que había conocido unos días antes en el trabajo. Era un cliente nuevo y uno bastante peculiar, pues en cuanto este le había dedicado una mirada la chica se le había pegado como un animal en celo con la única intención de llegar a algo más con él. Pero este la había rechazado durante toda la noche, pues sabía que la de baja estatura estaba presente y que aunque no tuviesen ningún tipo de relación seria, aquello no le sería de mucho de su agrado.
Pues ya después de que la chica le había estado siguiendo por dos horas, el pelinegro opto por hablar con ella, diciéndole que aquella noche no pasaría nada, pero que si le daba su número, en cuanto tuviera una oportunidad le llamaría. Y así fue, la joven no dudo ni un momento en cederle su información y confiar en que este le invitaría algún día.
Cosa que no tardo mucho, pues en cuanto Petra se fue supo que era su oportunidad de tener algo diferente a la de cabellos naranjas. Por lo que opto por idear un plan en que Hanji le dejase la casa completamente para si mismo por algunas horas.

Espantapájaros Amoris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora