Espantapájaros Amoris.

Capítulo Trigésimo Séptimo: Un problema sobre la mesa

Durante las siguientes semanas hubo una distancia entre la familia Zoe y la nueva familia Ackerman. Hanji había mantenido una distancia respetable con su madre, pues cada que se acercaba a cualquier miembro de su familia, sentía el rechazo indirecto de su madre, la cual pasaba a armar una convivencia incomoda. Así que las últimas 2 semanas y media Hanji se sentí más triste que feliz; su familia era un pilar muy importante en su vida, y aunque sentía que en el último año se había separado más, los últimos días el pesar había crecido a un punto en el que se encontraba intranquila.

Por otro lado Levi estaba feliz. Aunque aun mantenía su voz y mirada seria, por dentro estaba contento y sonriendo cada momento del dia. Incluso había comenzado a bailar y cantar mientras limpiaba.

Aunque Levi no podía presumir de haber tenido muchas relaciones serias en su vida, sabía que presentarle formalmente a su madre a la mujer que quería era una de las mejores decisiones que había podido tomar. Incluso si no era aceptado ante la familia de su esposa, estaba satisfecho de poder decirle a todo el mundo que estaba enamorado y que era correspondido.

Pero eran ajenos a lo pensamientos del otro, así que intentaban encontrarse de manera tranquila mientras arreglaban la casa para la visita de Farlan e Isabel. Pues aunque era costumbre que Levi saliera con sus viejos amigos de escuela, no era común que Hanji se involucrara en las relaciones personales de su esposo, a diferencia de ella, que forzaba a Levi a convivir.

Así que para celebrar las más recientes noticias de que el compromiso seguiría, pues era claro que Levi ya les había contado vía mensaje de texto, el par se acercarían a su casa a celebrar. Por lo que ya avanzado el atardecer, se encontraban hablando cómodamente en el comedor de la casa, bebiendo y comiendo botanas. Y aunque Hanji e Isabel hacían desastres cada 5 minutos, Farlan se divertía calmándolas para no hacer enojar a Levi de más, pero algunos coscorrones de su parte no pasaban de largo.

–Entonces ya están oficialmente juntos –Dijo Farlan.

–Algo así, algo así, –Dijo Hanji –tenemos eso que llaman "amor".

–Lo que yo no entiendo, es como deciden seguir casados a sus 20 años –Comenzó a hablar Isabel –Quiero decir, cualquiera pensaría que estás embarazada, Hanji.

Por suerte de Levi, su novia y amigos habían podido llevarse muy bien en poco tiempo. Incluso él parecía estar fuera de lugar, pues los otros tres eran bastante extrovertidos, y él solo se mantenía en silencio al fondo. Siempre había sido muy tranquilo, pero se sentía completamente cómodo, pues a pesar de que no estaba su madre, consideraba que estaba con unas de las pocas personas con las que podía ser el mismo sin sentirse incómodo.

Habían varias personas que señalaban a Levi como una persona insensible, incluso dentro de su círculo de amigos. El reírse era una de las cosas más señaladas que había, por lo que procuraba no hacerlo para no ser el centro de atención. Pero en ese momento, junto a su esposa y mejores amigos, podía reir y bromear sin sentir que lo destacan entre los demás.

–Que hablando de eso, –Dijo Farlan –Me pregunto como serán mis sobrinos

–¡Si! ¡eso es cierto! –Dijo Isabel

–Si, piénsalo, ¿serán muy serios como Levi, muy locos como Hanji? ¿o serán una mezcla que los hará normales?

–Sin duda serían una buena justificación para su matrimonio.

Dicho eso último, el par comenzó a reír sin darse cuenta que el matrimonio no. Y no era por que pensar en un embarazo a sus 20 años los asustara, si no que en los últimos meses que su amor había crecido y en las más recientes semanas que su relación era oficial, no habían tenido ningún tipo de intimidad. Solo había sucedido una vez y desde entonces habían tocado el tema ni lo habían sugerido de ninguna manera corporal. Y aunque para ninguno de los dos había sido un problema* era algo incómodo de pensar y más ahora que era un tema de conversación sobre la mesa.