Espantapájaros Amoris.

Capitulo vigésimo tercero: Conversaciones.

Al final la mujer de largos y oscuros cabellos había optado por comportarse como si nada hubiese sucedido, y aunque podía estar segura de que los jóvenes estarían bastante incomodos ante la situación que había surgido la noche anterior, sabía que era mejor mantenerse tranquila respecto al tema para no incomodarles de más. Aunque por el lado de ella no estaba segura si preocuparse, pues el beso que había presenciado la noche anterior le había sumado mil puntos al pensamiento que el par de padres tenía sobre la relación de los chicos.
Y por la mañana había intentado ser un poco más discreta, pues a la hora de ir a despertarles tocaría la puerta en espera de que alguno de los dos abriese. Se quedó alrededor de 20 segundos parada fuera de la habitación hasta que su hijo abrió un poco despeinado y con los ojos aun entre cerrados. Era normal verle tan cansado, pues apenas eran las 7 am. Y la castaña no era la excepción, pues detrás del chico de baja estatura se podía ver a la de anteojos dormida con la boca abierta, con los brazos y piernas estirados por toda la cama y su cabello hecho un desastre.

–Buenos días –Dijo Kuchel –Veo que aún estaban dormidos –Termino el comentario con una sonrisa.

–Hanji duerme mucho.

–Puedo ver –Finalizo la mujer. Estaba un poco tenso el pequeño ambiente que se había formado en la entrada de la habitación. Si bien el chico aún estaba dormido, no podía evitar poner su cabeza entre sus hombros en respuesta a la vergüenza que sentía en esos momentos. 

 Tras un momento de silencio incomodo el chico hablo entre pequeños titubeos –Voy a despertar a Hanji, y saldremos como en una hora.

–Sí, sí, ustedes hagan lo suyo. –Dijo la mujer momentos antes de que su hijo cerrase la puerta para ella irse del lugar.

La situación había sido un poco tensa, quizá menos de lo que pensaba, pero tensa de igual manera. Aunque la mujer sabía que si quería hacer que las cosas prosiguiesen de buena manera tenía que mantenerse traquila y no meterse en los asuntos de su hijo. Aunque no podía evitar pensar en todo momento sobre lo que había visto la noche anterior, pues más que vergüenza sentía una gran curiosidad por saber en que contexto los chicos se habían besado: pues si bien al inicio solo se le había paso por la mente el hecho de que los dos tenían sentimientos entre si, pero bien sabía que esa no podía ser la única posibilidad.
Pues variaba desde una pequeña broma hasta el hecho de que el azabache se tomase en serio el hecho de fingir que la chica era alguna actriz de su gusto.
Pero estaba bien decidida a no entrometerse, por lo que quizá todo terminaría un día sin saber lo que había pasado y sin conocer la relación que el par en verdad tenía.

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En un momento se encontraba la mujer de largos cabellos oscuros mirando que su maquillaje estuviese del todo correcto cuando apareció su hermano mayor. Este le dio un susto, pues dijo su nombre sin hacerse presente en la habitación, haciendo que la mujer diera un pequeño brinquito de sorpresa. Pero al final el hombre hablo con una seriedad en su rostro que ella solo había visto pocas veces:

–El abuelo dice que ya quiere verte

Dicho tales palabras la mujer se sintió un poco intimidada y nerviosa por lo que estuviese a punto de pasar. Pero no dijo nada, ni siquiera una sola palabra, y solo asintió con la cabeza. Al saber lo que quería decir, Kenny la llevo hacía la habitación en donde yacían sus abuelos.
Primero entro el hombre, haciendo esperar a su hermana fuera un minuto entero hasta que le permitiese pasar. Ahí miro a su ya muy anciana abuela en cama, con el cabello tan largo y blanco que parecía que llenaba la almohada entera. Aquella mujer estaba con los ojos cerrados y solo se veía que tragaba saliva de vez en cuando. Y con su cuero entero cubierto en la cobija parecía que estaba dormida, pero el ver que de momentos jugaba con sus dedos le indicaba a la chica que en realidad estaba despierta.
Y junto a ella estaba su abuelo, el cual a pesar de estar en mejor estado que la mujer, se veía cansado. Estaba en una silla de ruedas, cubriendo sus piernas con una pequeña cobija de estambre café que Kuchel había tejido con 13 años. Y su rostro estaba realmente cubierto de más arrugas que las de su mujer.

El hombre le hizo una seña a Kenny para que se fuese de la habitación, y a pesar de que parecía que sería él el primero en hablar al final termino siendo la mujer de ojos grises quien hablo primero –Perdóneme por favor.

El hombre entre cerro los ojos – ¿Por qué te disculpas?

–Por irme y nunca volverles a hablar hasta hoy.

–No te perdono –Dicho eso guardo silencio por un momento haciendo que la mujer se pusiese a pensar sobre las palabras que su abuelo le había soltado, lo que había dado en que la pelinegra soltase algunas lágrimas sin sollozos, pues le dolía, le dolía que al final de cuenta sus miedos se hubiesen hecho realidad y que toda su familia le despreciase –Pues realmente no creo que hubieses hecho algo malo.

La de tez clara no se podía creer en las palabras que el hombre le decía -¿Cómo? 4

–Hace unas semanas tu abuela y yo estuvimos hablando –La de cabellos blancos de fondo asintió con la cabeza levemente, como sin fuerzas –Y creemos que la decisión que tomaste fue la mejor de todas –Kuchel aún no podía terminar de creerse las palabras que le decían –Cuidar a tu hijo sola, mantenerlo y haber tenido esa fuerza fue mejor que quedarte con nosotros a que nos dejases todo el cargo a nosotros.

–Yo... No logro entender –No sabía que pensar o que decir.

–No puedo decirte que me enorgullece que a pesar de haberte criado muy bien te metieses con cualquier idiota, pero si el hecho de que hubieses podido cuidar tan bien de aquel niño hasta lo que es ahora ¡Solo mira! Está casado con una bella mujer.

–¿Viste a Levi?

–Hable con él ayer en la tarde, claro, no sabía que yo era su bisabuelo.

–Ya veo...

–Tu abuela y yo ya estamos viejos, Kuchel. Solo mírala, a veces tiene fuerzas y otras no –El hombre se tallo un poco los ojos –No podemos decir que te vamos a regañar. Claro que nos preocupamos por ti, pero tu tía no es muy lista, y nos dijo indirectamente que estabas bien.

–¿Cómo fue eso?

–Si algo te hubiese pasado, ella sería la primera en pegar tu imagen en los empaques de leche –La de cabellos largos rio con las lágrimas aun frescas en sus ojos –Te amamos hagas lo que hagas, pero ahora te respetamos, por todo lo que en su momento tuviste que aguantar.

La de tez clara se tiro a llorar el doble que antes, y con un nudo en la garganta hablo –Gracias. 

AY JESÚS BENDITO! Se me olvidaba publicar el capítulo. Que bueno que de pura suerte me acorde.

No sé... Ya no tengo mucho que decirles.
Aunque si debo comentar que realmente me siento algo más relajada con Kuchel. Hahaha suena tonto, pero ahora que esta tranquila ella, yo igual.

Espero hayan pasado una hermosa Navidad (o lo que celebren. En mi caso, mi religión me dicta que debo celebrar el Sol Invictus, pero no me gusta la idea) y que tengan un gran inicio de 2018. Que sus deseos se hagan realidad y que sus problemas se vayan en este nuevo inicio. Recuerden que un año nuevo es una nueva oportunidad.
Esten con sus seres queridos y espero eten lo más feliz posible.
Hasta la siguiente semanaaaa!!! 😍❤