Capitulo vigésimo primero: Apariencia asesina.

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El año nuevo había iniciado con el pie derecho. Todo parecía ir bien en la relación de los queridos protagonistas, el trabajo independiente de la castaña iba de mejor en mejor pues ya tenía con algunos clientes frecuentes y se estaba permitiendo cobrar un poco más cada vez. De igual manera el azabache no tenía problemas en sus asuntos, pues Petra había pasado más a ser una buena amiga que otra cosa. Además de que solía visitar más constantemente a su madre pues ahora tenía un auto en el que podía ir. Aunque la mayoría de las veces era Hanji quien lo tenía. 

Pero ya casi a la mitad de febrero, solían pasar casi toda la mitad del tiempo libre de ambos juntos. Pues lentamente aprendían un poco más a estar el uno con el otro. Pero a pesar de que el último mes y medio se había creado un mayor respeto mutuo, la castaña batallaba un poco más a la hora de tener que convivir con el de ojos grises. Pues si bien no se detenía mucho a pensar de manera seria cuando estaba con él, había veces en que ciertas situaciones no podían evitar recordarle a todas las experiencias que había pasado con el chico. Y eso complicaba un poco el asunto, pues ella aun no comprendía del todo lo que pasaba por la mente de su pareja, incluso de sí misma. No creía que Levi se hubiese enamorado de ella, pues en el poco tiempo en el que le conocía se había dado cuenta que en realidad él no era una persona del todo egocéntrica, y la manera en la que se había comportado con ella el 15 de Diciembre era totalmente diferente, y no pensaba que esa fuese una manera en la que el joven de baja estatura tratase a sus enamoradas. 

Por lo que no comprendía porque él era tan voluble a la hora de tratar con ella, pero sobre todo no sabía cómo reaccionar y como pensar sobre su relación. Pues había momentos en el que la chica estaba tan cómoda charlando y pasando el rato con el azabache que un sentimiento de confianza y amistad la invadía, pues en esos momentos gozaba mucho de la compañía del contrario, sin embargo, temía que si le entregaba o le hacía mostrar el cariño que la joven le estaba tomando cada vez más, este se aprovechara de ella. No lo tachaba como mala persona, incluso, el hecho de que fuese tan apegado con su madre le daba una muy buena imagen sobre su persona, pero de verdad la había lastimado en el pasado. A ella de verdad le dolía el hecho de que se llevasen tan mal, y no quería volver a pasar por eso.
Obviamente también estaba la cuestión de preguntarse a sí misma si de verdad le agradaba el joven o si solo se estaba mintiendo. Pues para ella desde un principio el joven le pareció la persona más desagradable que conocería, y no coincidía para nada con él ni en gustos u opiniones, pero aun así se mantenía a su lado. Y tomando en cuenta en que ella sabía que era una persona muy sincera, el hecho de que estuviese todo el tiempo con una persona con la que comúnmente no se llevaría bien, le hacía dudar incluso de sus propias acciones, pues no sabía si se había resignado a estar con él o si de verdad le gustaba estar a su lado.
En el caso de la primera opción, sabía que todo terminaría pronto; pues no faltaban más que unos meses para que la chica pudiese ser completamente libre y hacer de su vida todo lo que quisiese, sin tener que convivir con gente de su total desagrado.
Pero si era la segunda opción resultaba un problema. Pues no quería mantener una buena relación y encariñarse de alguien de quien se separaría de golpe. No solo porque no podría resistirlo, sino que daría una imagen muy extraña que el par se llevasen bien después del divorcio. Además de que no podía apostar que él también le gustara estar junto a ella, y en caso de que el joven también se estuviese resignando con la muchacha, daría muy malos resultados en los sentimientos de la castaña.

–Hay que apreciar la vista que tenemos –Hablo el azabache viendo hacia el frente –No todos los días puedes ver la ciudad desde esta altura.

El par estaban subiendo muy lentamente en uno de los asientos de la Noria de color azul. La chica se había consumido en sus pensamientos cuando el chico hablo, haciendo que ella volviese en sí. Mirando todo a su alrededor, disfrutando un poco del lugar.

Espantapájaros Amoris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora