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-Madison... Hermosa, te juro que si no te levantas me voy a comer las facturas yo solo - digo apoyado en el umbral de la puerta cruzado de brazos. Asoma la nariz de entre las sábanas y me contempla expectante.

-¿Te tengo que creer si no las tenés en la mano?

Regreso a la cocina a buscar el paquete y se lo hago ver cuando me arrimo a la cama. Sale prácticamente disparada como una bala para acomodarse y sentarse a la mesa mientras le sirvo un café.

-Tenemos que hablar sobre algo, linda... - susurro lanzando un suspiro y los faroles que tiene por ojos se tornan de destellos oscuros mientras su semblante se ensombre aunque intenta ocultarlo bajo una pequeña sonrisa.

-Te escucho...

-Nunca hablamos de los terceros que podrían llegar a haber en esto - articulo cada palabra con desenfado mientras me hundo en la oscuridad de sus pupilas azabaches - bueno, no sé sinceramente cómo te lo vas a tomar o cómo vas a reaccionar pero necesito que sepas que como que estuve con alguien, nada especial, solo tener sexo...

-¿Pero? - indaga con decepción y contemplo como sus labios impregnados de una fina capa de saliva apenas se entreabren.

-Pero... Ella, Luba, se enamoró o algo de mí cuando tenía en claro que yo todavía te seguía queriendo a vos y ahora intenta que la saqué a alguna salida y "algo más" - hago las comillas imaginarias con los dedos para enfatizar la palabra y Madison agacha la cabeza.

-¿Me estás diciendo que quiere sexo con vos de nuevo? Tipo sexo de despedida... - farfulla después de haberle dado un sorbo al café - yo soy la que no entiende, Kaden. Después de tanto que hemos hablado y vivido, incluso, seguís portándote como un nene.

Ahora me mira, no es una mirada cualquiera, es de esas que te atraviesa y te toca la puerta del fondo de los sentimientos para que entienda el dolor del cuál está cargada. Una mirada azul tajante enmarcada por sus largas pestañas que fácilmente quiebra toda estructura creada en mi mente, convirtiéndome una ser incapaz de pronunciar un sonido por la boca. Siento el ardor amargo en la lengua que comienza a extenderse por mi garganta junto con el asco que siento por mí mismo... No cambio a pesar de nada y eso es lo que me está comiendo la vida. Mi propio monstruo he sido yo.

-Lamentablemente tenés razón en eso... Pero aún así te lo he dicho y necesito que estemos juntos para afrontarlo, a menos que decaigas a todo lo que hemos deseado en algún momento... - digo con lástima más la bronca que me produce absolutamente todo lo que genero y se genera a mi alrededor.

-¿Vas a tener sexo con alguien más ahora? ¿Vas a andar con las dos? - pregunta en tono bajo. Su voz como una estaca clavada en mí se va haciendo paso con cada frase que exclama.

-No, nena... Mirame - expreso ahondando en mi ternura para cruzar un brazo por encima de la mesa y tomar su rostro con los dedos - te amo y quiero, necesito, deseo e insisto en tener sexo con vos y nadie más...

Una sagaz e inminente mueca de forma en su cara antes de arrebatarme un beso de lengua. Soy capaz de no cortar nuestro contacto cuando me pongo de pie para besarla aún más de cerca y mejor.

Envuelvo los brazos en su fina cintura esculpida mientras ella se echa a mi cuello acariciándome la nuca. Los minutos se esfuman en la infinidad a causa de su lengua que se entretiene con la mía, su respiración es intercalada entre la nariz y su boca cuando la temperatura comienza a quemar y la ropa a molestar.

La giro con fiereza para hacerla asentar las manos sobre la mesa y apoya toda su cola sobre la bragueta de mi jeans poniendo tieso todo a su andar. Consigue cazar mi boca en un gemido casi doloroso y sus dientes se posan con cuidado en las comisuras, deslizó los dedos en el ínfimo short que lleva y doy con la ropa interior solo para desplegar las telas hacia abajo proporcionándome el descubierto que necesito para entrar.

-Por favor - gime mientras se levanta aún más con un movimiento de torso quedando acostada sobre la madera oscura. Sujeto sus caderas para atraerla más y hago que desee lo máximo posible - por favor, Kaden.

-¿Qué cosa, bonita? - gruño cuando agarro su cabello y le tiro la cabeza hacia atrás arrancándole un jadeo profundo que me hace deparar mi piel tensa a la flor de lis más jugosa que he probado.

-Hacemelo, con ese amor que dijiste tener...

Y dicho eso, volándome la cabeza con el sonido precioso de su voz pidiendo que la penetre, lo hago. Siento que la humedad se expande en gran cantidad y sintonizo mis embestidas al compás de sus gemidos sedientos de ese amor que nosotros tenemos.

-Vamos a la cama - profiero arrimado a su oído y mientras nos dirigimos a la pieza ambos nos desnudamos en el camino recorrido. Su cuerpo va por debajo y la inmovilizo con las piernas para seguir lo que empezamos con mucha más vehemencia que antes.

Su lengua afilada se escurre en mis clavículas y reparte cariño, tanto que alcanzó el orgasmo seguido de un fuerte espasmo y contemplo como ella rasguña mi piel cuando la hago acabar en todo su esplendor admirando la diosa que es.

-Después vamos a hablar más de eso - susurra abrazándome debajo de las colchas - yo te amo a vos, Kaden. Por eso le vamos a hacer frente a cualquier cosa pero primero una siestita.

Nos envuelvo bien y la aprieto contra mí, como si de alguna manera eso fuera a permitir que nunca se escape de mi vida.

N.A.: Holi 😊 lean la letra del vídeo que deje en multimedia ahr creo que tiene bastante que ver con el capítulo. Besos 😘

Nocivo engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora