26

1K 62 4
                                    


Hace ya tres meses que comenzamos a vivir en esta casa. Estas paredes podrían contar cosas sobre una relación como la nuestra y también podría seguir oyendo charlas interminables llenas de locura sobre las estrellas y el espacio, admirando como ningún rincón es imposible para demostrar amor y sintiendo como dos personas siempre están dispuestas a un reencuentro tranquilo cenando juntos o, quizás, viendo una película de terror con las sábanas por encima de la nariz...

Quizás siempre se trató de eso, de tener tranquilidad de sobra sabiendo que las cosas están bien. Quizás hasta hoy que pude ver con tristeza como mi chica despreciaba el armado que había hecho hace un rato, como no volvió a las sábanas que es algo que hace siempre cuando enredo mis piernas en las suyas y la atraigo hacia mí, como se despidió con un casto "nos vemos" y salió huyendo a casa de Camila a ayudarla con las cajas llenas de cosas porque se está por mudar. No hubo besos de más ni caricias ni sonrisas.

Me encamino a la cocina y contemplo con desprecio que ni siquiera tocó el desayuno que le había dejado listo para que no se fuera así nomás. Estaremos perdiendo la magia que se desprendía antes...

***

Segunda mañana que pasa exactamente lo mismo con Madison y mi mente tira varias hipótesis acerca de qué podría ser... El distanciamiento, las salidas, las caricias y besos faltantes. Tal vez está en una crisis y no me doy cuenta o tal vez, se estará viendo con alguien más. ¿Y ahora qué se supone que hago...?

Aprovecho cuando va al baño a darse una ducha y, no debería estar haciendo esto pero, tomo el celular de su bolso y comienzo a ver conversaciones, llamadas, redes sociales y nada... Quizás estoy un poco paranoico pero el cambio de actitud tan repentino y raro, me ha dejado tambaleante sobre si la relación está bien o se está yendo tan fácil como llegó.

-Me voy, vuelvo a la noche - anuncia cuando ya dio un portazo y contemplo por la ventana que sale eyectada como si de un misil se tratara hacia el auto para ponerlo en marcha.

Pongo llave y camino hasta la pieza, a su mesa de noche y doy vuelta el cajón con sus pertenencias sobre la cama. Papeles, chicles, una pequeña caja con anillos... ¿Turno con el médico? ¿Turno para depilarse? Pero no me dijo nada que anduviera con problemas de salud...

Es todo tan extraño, no consigo darme cuenta de qué es lo que está pasando con ella, con nosotros y conmigo. Supongo que mi mejor opción va a ser el plan que tengo en mente y que sea lo que tenga que ser así que guardo el nido de cosas que hice sobre el acolchado y me coloco una musculosa negra, un short azul con estampado de tentáculos y unas zapatillas bajas por el calor que hace.

Decido comprar un Fresita, una gaseosa y cosas para hacer una rica picada así nos encontramos en la cena. Sentarse con comida de por medio para hablar con alguien sobre algo importante es un muy buen plan... De hecho, la comida amansa a las fieras, así que ya está dicho.

La hora llega y junto con ella, mis nervios hasta el punto de perder la cabeza. Madison cruza el umbral de la puerta como si fuera un disparo y se escabulle en el baño...

-¿Estás bien? - inquiero apoyando un dedo en el picaporte por si tengo que abrir.

-Eh... Sí, quedate tranquilo - exclama con voz ronca y mi preocupación va en aumento. No entiendo qué puede estar pasando. Sale y me saluda con un beso, antes de contemplar la mesa armada con dos plantos, dos copas altas y una vela rosa encendida... Habría puesto flores pero Madi odia las cortadas, prefiere muchos más una planta viva a algo que se va a secar. En fin, me dispongo a servir la comida bajo la mirada dudosa de mi chica.

-¿Fresita? - pregunto después de unos minutos en silencio. Niega con una sonrisa y apenas si come lo que le he dado... Me está explotando los pensamientos y no me controlo cuando digo:- en serio, ya fue. ¿Me vas a decir qué te pasa? Tenés actitud misteriosa, hace días que no te quedas más que a la noche en casa, no querés tomar alcohol y tampoco comes...

-No pasa nada, la verdad... - farfulla mientras observa las papas fritas puestas en un tazón.

-Madison, eso es mentira pero respeto que no quieras hablar. Supongo que también vas a respetar que me levante y me vaya a lo de mi hermano a despejarme un rato... - exclamo saliendo de mi lugar y tomo la campera colgada en el respaldo de la silla.

-Kaden... Estoy - intenta pronunciar más pero corre la vista hacia otro lado y lo único que escucho es el murmullo de la ciudad.

-Está bien, después nos vemos - digo sin ganas antes de encaminarme a la puerta de entrada.

-Estoy embarazada de dos meses...

N.A.: ya casi el fin! Bueno, creo que si esto ya se termina (le quedan como mucho 2 capítulos o un epílogo) les queda volver a mi perfil para leer mi otra historia "Viaje Galáctico", que voy a dejar el inicio ya subido. 😘😘

Nocivo engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora