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No me he dado cuenta en el momento que Madison me ha soltado la mano para... ¿Estar bailando con otro pibe? No, imposible que quiera bailar con lo que hace, pareciera que se lo quiere sacar de encima.

-Soltala flaco, no ves que no quiere - expreso a los gritos y lo agarro del brazo para sacarlo con fuerzas. Su semblante me da aspecto de que está ebrio y arremete contra mí tumbándonos al suelo de la pista a las piñas limpias.

¿¡Quién carajo se cree que es este que me va tocar a mi chica así como si nada!?

Quedo por debajo de él y lamentablemente se sabe defender aún sin estar sobrio. Me propina un golpe seco en la mejilla y ahora lo único que escucho son los latidos de mi corazón y la voz de Madison a lo lejos.

Le devuelvo la piña en su nariz una o dos veces y con eso consigo sacármelo de encima. Ahora soy yo el que ataca tirándome a su cintura y su cabeza rebota en el suelo cuando al suelo... Las personas hacen un círculo solo para mirar la pelea.

-¡Desubicado de mierda! - gruño cerca de su rostro y lanzo piñas a diestra y siniestra. No me doy cuenta que el tipo se revuelve como loco hasta que Madison se echa a mi espalda consiguiendo apretar mi cuello y sacándome de ahí.

-¿¡Estás loco o qué!? ¿¡Te aspiraste una línea de cocaína antes de venir que estás así!? - grita realmente muy enojada una vez que estamos llegando al auto. Me encanta esa cara enfurruñada.

-Madison, por favor, el tipo por poco te desnuda ahí - replico y chasqueo la lengua. Me subo y arranco el auto a la vez que ella cierra la puerta para salir a velocidad del estacionamiento.

No dice nada porque seguramente sigue enojada pero... ¿Qué más iba a hacer? Cualquiera haría algo así por su chica, bueno se podría obviar la parte de la pelea pero tengo que admitir que lo enganché con unos buenos golpes al infeliz ese.

Entramos en la habitación y voy directo a bañarme, estoy hecho un asco y lo necesito para relajarme. Al salir, me encuentro con la pelirroja sumida en un profundo sueño.

Me acomodo a su lado en la cama y contemplo la serenidad con la que duerme. Sus labios entreabiertos, las infinitas pestañas reposando y su pecho acompasado a la respiración tranquila.

Tanta paz nuevamente. Sé que este es mi lugar en el mundo y no lo cambiaría por nada ni nadie. Dibujo pequeños círculos en su piel desnuda del brazo y comienzo a contar sus lunares, que son tantos que me pierdo en un viaje precioso.

Me gustaría ponerla en una caja de cristal para que nada la lastime nunca, siempre tan frágil y delicada en su exterior como fuerte y valiente en el interior. Le beso la sien y se sonríe entre sueños.

Nunca voy a comprender porqué antes fui tan estúpido y no la tuve a tiempo a mi lado. Después de dos años de haber esperado, creo que ya es hora de dejarme de ser orgulloso y darle el espacio que se merece en mi vida pero, a la vez, se me complica tanto la cabeza con si me llega a herir o si solamente está jugando conmigo en este momento.

Me aterra este tema. Y siempre me muestro tan invencible que nadie pensaría que algo tan simple como el amor, me tendría acorralado en un vaivén de sentimientos inexplicables.

Aunque estoy seguro que le daría hasta el sol si me lo llegara a pedir por más que eso me quemara a mí. Estaría tan dispuesto a ser lo que ella quiera pero sin olvidar que soy Kaden... Estoy tan enamorado pero no quiero ser ni ciego ni sordo porque sé que por muy dentro soy más débil que lo creo y que Madison es la única que puede reventar todo lo que he construido por ser quién soy hoy.

Le paso el brazo por la cintura mientras su espalda se une a mi pecho y coloco la cabeza suavemente en su cuello inspirando el aroma tan característico de ella, a la vez que me sumerjo en una plataforma de recuerdos tan copados que soy incapaz de no sonreír por esas cosas.

Recuerdo la primera vez que le dije te amo o esa vez que peleó con Kiara, que la verdad fue tan graciosa esa pelea más la cara de la pelirroja toda colorada y enfurruñada además de haber estado en corpiño... Me incinera las neuronas pensar cosas así cuando casi no era mía pero la tenía en todo.

Ahora que estoy divagando así, creo que lo mejor sería que las cosas entre nosotros vayan dándose como se tienen que dar sin forzar a nada. Al menos, estamos así ahora y eso es algo para disfrutar... Sé que cuando volvamos a nuestro lugar, esto no va a ser exactamente así pero podemos intentar hacer que funcione de una buena vez.

Cierro los ojos, no sin antes susurrarle al oído que la necesito en mi vida porque la amo y quedo tan dormido como ella.

Nocivo engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora